lunes, 28 de diciembre de 2009

Bauman y la crisis subprime: anticapitalismo liviano, fácil. Consumible, bah.

Cuando era adolescente, en los 70, recuerdo el debate entre "materialismo dialéctico" y "materialismo estructural" que se dio en Francia, y que era muy seguido acá. Al menos, muy seguido en mi casa. Amorrortu publicaba breves ensayos sobre este tema, con autores como Lucien Seve, Godelier, y sobre todo, el gran Lucien Goldmann. Autor que a mi viejo, un liberal hecho y derecho, fascinaba, al punto de releerlo y recomendarnos su "El dios oculto", un librote sobre Pascal. Hoy, en cambio, la izquierda primaria y liviana tiene menos vuelo, aunque no menos ambiciones. En lugar de Marx, Hegel y sus arduos epígonos franceses, se lee, por caso, a Zygmunt Bauman. Veamos lo que dice este minipensador en la última Revista Eñe sobre la crisis subprime, bajo el título, nada equívoco, de "Del capitalismo como sistema parasito":
"...Como en todas las mutaciones anteriores del capitalismo, también esta vez el Estado asistió al establecimiento de nuevos terrenos fértiles para la explotación capitalista: fue a iniciativa del presidente Clinton que se introdujeron en los Estados Unidos las hipotecas subprime auspiciadas por el gobierno para ofrecer crédito para la compra de casas a personas que no tenían medios para reembolsar esos préstamos, y para transformar así en deudores a sectores de la población que hasta el momento habían sido inaccesibles a la explotación mediante el crédito...
La famosa predicción de Rosa Luxemburgo se cumplió una vez más: otra vez el capitalismo estuvo peligrosamente cerca del suicido al conseguir agotar la reserva de nuevos territorios vírgenes para la explotación..."

Así que existe la explotación mediante el crédito. Pese a que esa expansión del crédito permitió a millones de americanos que no tenían casa adquirirla a tasas bajísimas y larguísimos plazos. Deberían avisarle a Bauman, que vive en EEUU, no en su Polonia natal, que la crisis ya pasó y que la gran mayoría de los tenedores de hipotecas subprime no perdieron sus casas sino que renegociaron sus creditos y se quedaron en sus flamantes viviendas, las que sólo perdieron un 5-7% de su valor. ¡Pobres explotados! Cuando no tenían acceso al crédito hipotecario, Bauman los hubiera presentado como marginales sin utilidad alguna para el cruel capitalismo. Cuando acceden al crédito, es porque el "capitalismo parásito" los quiere "explotar mediante el crédito". Grandioso.Y citar a la buena de Rosa Luxemburgo, que pensaba en el imperialismo más crudo de inicios de siglo XX, para explicar la crisis subprime de 2008, está realmente bueno. Verdaderamente un ejercicio de anacronismo imparejable. Pero no importa, ni a Bauman ni a Eñe les importa. Porque lo único que les importa no es pensar seriamente la crisis subprime, sino cumplir con la pose antimercado. Para algo se les paga, caramba, a estos minipensadores tan fáciles de leer y comprender. Ya me imagino a unos cuantos paparulos rosarinos citando con seriedad mortal el textito de Bauman al borde de la pileta, entre una conversación sobre cómo "se viene la derecha" y un comentario del último disco de Silvio Rodríguez o algún otro insufrible parecido.


La nota completa de Bauman:

http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2009/12/27/_-02107667.htm


lunes, 21 de diciembre de 2009

Calentamiento global: por una visión crítica independiente

La cumbre de Copenhagen vino precedida por el "Climategate", que golpeó duro al grupo de científicos de la Universidad de East Anglia, un team con un rol central en la fundamentación y la instalación pública del calentamiento global. Los sectores conservadores vieron en el escándalo la prueba irrefutable de la total falsedad del asunto, como si décadas de trabajo científico pudieran ser invalidados por unos e-mails. Desde hace años estos sectores rechazan la existencia misma del cambio climático o, más recientemente, su origen humano. Muchos de ellos son cristianos integristas, los mismos que en EEUU combaten la enseñanza de la evolución biológica. (Asunto en el que usan una estrategia de mala fe, que consiste en instalar que hay dos "hipótesis" o dos "teorías", en el sentido común de la palabra, la creacionista y la evolutiva, de igual a igual. Pero la evolución es una teoría científica, lo que quiere decir que está ampliamente probada, mientras su pretendida contraparte cristiana es una vaga especulación sin pruebas). Bien, en el debate sobre el clima este sector recurre a la misma estrategia: alega que el alerta por el cambio climático es una hipótesis falsamente vendida como probada científicamente y, dice tener otra "data" que demuestra que no hay calentamiento, o que es por otras causas. Pero la abrumadora mayoría de la comunidad científica está del otro lado y afirma tener pruebas en abundancia.

Ahora bien, ¿cuál posición tomar desde un liberalismo independiente y crítico, laico y amigo de la ciencia, que rechaza identificarse con integristas cristianos de Texas, pero también con los radicales de Greenpeace y similares?
Desde 2004-5 leo literatura científica sobre el tema, especialmente referida al derretimiento de los hielos árticos y antárticos. Este punto es crucial, porque conlleva un gran riesgo de aumento del nivel del mar, y la mayor parte de la población mundial vive en las orillas del mar o cerca. La comunidad científica que trabaja en esta ardua cuestión no se dedica, sin embargo, al asunto central acá, probar si el calentamiento global es antropogénico o natural o si no existe. Por todo esto, "estoy" con la comunidad científica, pero me quedan dudas. Por ejemplo: si la temperatura media global (T) era superior a la actual durante el anterior período interglacial, entre 129 y 116 mil años atrás, por causas obviamente naturales, ¿porqué no lo sería ahora? (1)
Bueno, dicen los científicos, porque el crecimiento de T desde 1970-80 es muy rápido y viene directamente vinculado al nivel de CO2 en la atmósfera, que crece desde 1850 a niveles nunca registrados en los últimos 2 millones de años o más, y esto se debe a las emisiones humanas. Sin embargo, no existe al parecer un trabajo o grupo de trabajos de campo que hayan demostrado acabadamente este nexo crucial entre calentamiento global y actividad humana. En esto hay que ser muy prudente, porque ese trabajo puede existir y simplemente uno no lo conoce.
Creo poder fundamentar esta línea crítica pero amigable con la ciencia con un excelente trabajo de un científico de primera línea, en lugar de ir a los datos y afirmaciones del IPCC, que es un órgano híbrido, científico y político. Se trata del astrofísico e historiador de la ciencia Spencer Weart y su The discovery of the global warming (2). Weart está en la mainstream de la ciencia del clima, pero lo interesante es que en este trabajo afronta las razones y porqués de esa posición dominante. La obra revisa in extenso cada ítem del complejo tema, así como su historia científica desde el siglo XIX hasta hoy. Weart acaba de publicar una edición actualizada. Dice ahí: "... now the world’s community of experts had finally agreed, with little dissent, that it was highly likely that the strong global warming seen since the 1970s was in large part the work of humanity". Los subrayados son míos. No traduzco por vagancia y miedo a meter la pata. Como se ve, es una afirmación con varios atenuantes. En otro punto de la obra Weart agrega: "Scarcely any reputable expert now doubted that CO2 and other greenhouse gases were at least partly responsible for the unprecedented warming all around the world since the 1980s". Sostiene que un trabajo científico de 2005 fue "el último clavo en el ataúd de los escépticos". Esta crucial investigación está referida al calentamiento del mar y los modelos matemáticos no dejarían otra opción para explicar ese aumento que el origen humano (3), sin embargo no tengo acceso a ella. "Nothing but greenhouse gases could produce the observed ocean warming — and other changes that were now showing up in many parts of the world, as predicted", concluye Weart. Debo decir que no conozco ninguna refutación seria y cabal de esta posición.

En resumen, los dos puntos fuertes de la comunidad científica son: a) que todos los modelos matemáticos-computacionales apuntan al calentamiento global actual como de origen humano, y esto por b) el aumento sin precedentes del nivel de CO2 atmosférico, nunca visto hasta la explosiva actividad industrial _y mineraria, y agraria, etc_, de los últimos casi dos siglos. Los registros de hielo antártico indican que en ningún período glacial o interglacial, en los últimos 800 mil años, el nivel de CO2 superó las 280 partes por millón (ppm), mientras hoy está en ...387!, y sigue subiendo. Realmente no parece haber una explicación natural para semejante aumento. Pero entre "no parece haber" y una irrefutable certeza científica hay un buen tramo. Y, de vuelta, en anteriores ciclos interglaciales, es decir en la era geológica en la que vivimos, no en el Jurásico, ya se vieron T iguales o superiores a las actuales. A estas objeciones se puede sumar la refutación, por fuera del tema del CO2, del astrofísico Richard Lindzen, del MIT, quien apunta a la actividad solar como causa del calentamiento global. Pero Lindzen ha caído en desgracia, no por esta hipótesis científica, sino por sumarse a lo peor de los "contrarians" con acusaciones injuriantes hacia los mejores climatólogos...cuyos aliados le contestan mostrando la muy buena plata que ha hecho Lindzen con su vendedora polémica. Otros argumentos, que Lindzen y este sector levantan, no se sostienen un minuto, por tratarse de lecturas muy sesgadas de datos descontextualizados. Por ej: dice Lindzen que el calentamiento humano es sólo el 1,5% del efecto invernadero total. Es cierto, pero es más que suficiente para provocar el aumento de T que se pronostica, y que es una catástrofe. Sin efecto invernadero alguno estaríamos como en la Luna, pasando continuamente de 150 grados a 150 bajo cero. Lo mismo vale cuando se señala que el 90% del efecto invernadero se debe al vapor de agua y no al CO2. Ese escaso resto es más que suficiente para causar un aumento catastófico de las temperaturas.

En suma: según la comunidad científica hay una altísima probabilidad a favor del calentamiento de origen humano, apoyada en una gran masa de datos e indicios de campo y en lo que predicen refinados modelos matemáticos de computación. Convincente pero no suficiente para mí, dado que no existe, en principio, esa prueba reina, irrebatible y definitiva, como sí las hay en otros campos de la ciencia, como la evolución, las físicas relativista y cuántica y otras teorías que tienen, todas, su "Piedra de Rosetta". Claro que acá puede haber un problema epistemológico: el tema es claramente multidisciplinario, a diferencia de la física y aún de la biología, y esto puede hacer que resulte imposible lograr esa prueba maestra y única. Weart compara el trabajo científico que llevó al descubrimiento del calentamiento global con la progresiva observación de un edificio, es decir de un objeto poliédrico con muchas caras y perspectivas. Pero esa multiplicidad de perspectivas no nos deja dudas de que el edificio existe, al contrario.


(1) Datos tomados de un trabajo de marzo de 2006 publicado en Science por un grupo de la Universidad de Arizona. Proyecta aumentos del nivel del mar alarmantes a partir de modelos matemáticos probados, y hace notar que hace de 129 mil a 116 mil años, durante el anterior periodo interglaciar, la temperatura global y el nivel del mar eran más altos que hoy. El estudio dice que para 2100 podría la Tierra volver a estar tan cálida como entonces, cuando toda Groenlandia y parte de la Antártida habían perdido su enorme capa de hielo, con el nivel del mar entre 4 y 6 metros más altos que en la actualidad. Nota de divulgación publicada por el National Center for Atmospheric Research. Uno de los coautores del trabajo es Jonathan Overpeck, geocientífico muy reconocido.


Otros apuntes interesantes tomados de Weart:

The computations pinned down an imbalance. The Earth was now taking in from sunlight nearly a watt per square meter more than it was radiating back into space, averaged over the planet’s entire surface. That was enough energy to cause truly serious effects if it continued. James Hansen, leader of one of the studies, called it "smoking gun" proof of greenhouse effect warming.


Studies of plant species that had changed little since the rise of the dinosaurs (magnolia for one) showed that if you exposed them to a higher level of CO2, the structure of their leaves changed. Ancient fossil leaves showed just such changes. Several kinds of chemical studies confirmed that the level of the gas had swung widely over geological ages, and the temperature too.
Eventually geochemists and their allies managed to get numbers for the “climate sensitivity” in ancient eras, that is, the response of temperature to a rise in the CO2 level. Over hundreds of millions of years, a doubled level of the gas had always gone along with a temperature rise of three degrees, give or take a couple of degrees. That agreed almost exactly with the numbers coming from many computer studies.

Y concluye:

Extensive studies showed that the consequences of a two degree rise would be severe in many parts of the world — and such a rise was more likely than not by the late 21st century, even if governments woke up to the danger and began to restrict greenhouse gas emissions. And if we did not act promptly and forcefully to shut down emissions? It was even odds that by the end of the century we would face an unprecedented and catastrophic collapse of many of the ecosystems on which civilization depends.

(3) Barnett, Tim P., et al. (2005). "Penetration of Human-Induced Warming into the World's Oceans." Science 309: 284-87 [doi: 10.1126/science.1112418]. Lo cita Weart, pero como dije no tengo acceso a este trabajo, al parecer crucial. Solo tengo este abstract de la Science: "A warming signal has penetrated into the world's oceans over the past 40 years. The signal is complex, with a vertical structure that varies widely by ocean; it cannot be explained by natural internal climate variability or solar and volcanic forcing, but is well simulated by two anthropogenically forced climate models. We conclude that it is of human origin, a conclusion robust to observational sampling and model differences."



viernes, 18 de diciembre de 2009

Copenhague: la era del tercermundismo ambiental

La cumbre de Copenhague parece marcar la entrada en escena de la demagogia climática global. Que por cierto ya existía, pero ahora, de la mano del calentamiento global, se ha "instalado" con más fuerza y con esa certeza de lo aceptado por casi todos. Del tercermundismo tradicional, que dice "ellos son ricos porque nosotros somos pobres", se pasa al "ellos contaminan y contaminaron, nosotros lo sufrimos, que paguen su culpa, su deuda ambiental". Fue lo que dijeron en Dinamarca Chávez y Evo, pero también el canciller argentino, Taiana.

Evo en Copenhague arenga contra el capitalismo, que es una cultura de la muerte. Pide hacer un referendo mundial sobre un modelo económico alternativo. El hombre es presidente de un país exportador de gas natural, pero habla como si no estuviera enterado. Su padrino, Chávez, elige agredir una vez más a EEUU, y habla de olor a azufre por la presencia de Obama. Debe tener razón, si se refiere al olor azufre propio de la producción y quema de hidrocarburos. No engaña a nadie, el dictador de Caracas: él es el principal vendedor sudamericano de naftas y crudos a EEUU. Pasemos al discurso oficial de Argentina, el de su canciller Taiana. Demagogia ambiental, pero de saco y corbata. Taiana reclamó "por la deuda histórica que hay con el tema ambiental, por lo que han hecho de la atmósfera y de los recursos, los países desarrollados deben facilitar los fondos que faciliten a los países en desarrollo la adaptación y la mitigación de los efectos del cambio climático". Taiana nada dice sobre que Argentina tiene más de 90% de su matriz energética en hidrocarburos, ni de los planes que, se supone, debe tener para cambiar eso. Se ve que para diseñar esos planes está esperando, primero, los fondos de los villanos ricos.

”. El concepto de "deuda ambiental", que es el núcleo de la posición oficial argentina, no resiste el menor análisis. Los países industrializados "de antes" (porque hoy son industrializados China e India, Indonesia y Brasil), digamos entre el siglo XIX y los años 80 del siglo XX, emitían, pero nadie sabía que esas emisiones eran dañinas. De hecho, hoy mismo hay aún un cierto margen de duda científica sobre si son esas emisiones humanas las únicas o siquiera las principales responsables del calentamiento global, de cuanto de antropogénico tiene este fenómeno. Aun asumiendo que es así, en aquellos tiempos nadie sabía ni presumía este daño.

No importa, Argentina asume el rol del demagogo global. El asunto es conseguir plata cuantiosa de los "ricos" para ser utilizada por los "pobres" en su adecuación a las exigencias energéticas que trae el calentamiento global. Plata dulce que los K querrían en manos de Cristóbal López, Rudy Ulloa y otros luchadores ambientales de reconocida trayectoria. Pero, sobre todo, en este discurso del canciller argentino, reaparece el viejo slogan sobre la rapina por los países centrales de los jóvenes, ingenuos y potencialmente ricos países pobres, que son pobres porque los otros son ricos, porque los "saquearon". Pero este viejo discurso tercermundista tiene ahora un giro ambiental. Según esta lógica, si Lagos, la horrorosa capital de Nigeria, es la enorme cloaca que es, y no una Copenhague africana, es por culpa de los ricos blancos, de su capitalismo explotador y de nada más. Nigeria es un gran exportador de petróleo. En este libreto coinciden muchos en Argentina: Pino Solanas y toda la mal llamada "centroizquierda", el régimen K y sus intelectuales de bolsillo, el radicalismo, gran parte el PJ no K, etc. Por eso es justo que Taiana represente a Argentina en Copenhague con ese discurso: probablemente, seguramente, un canciller radical o del PJ tradicional hubieran dicho más o menos lo mismo.

sábado, 12 de diciembre de 2009

A propósito de Posse (pero también de Scioli y Binner): la seguridad, un valor vital pero peligroso

(Nota: tengo la notebook en reparaciones, así que tardé un tiempo en hacerme de la PC de mi esposa. De paso, maceré las ideas un poco más, creo yo)

Abel Posse dijo unas cuantas, no verdades, pero sí cosas certeras en su famosa columna para La Nación. Es, claramente, un conservador de viejo tipo. Cuando con ironía y gran pluma critica a los opositores por refugiarse en latiguillos vacíos, como la educación invocada como un talismán todopoderoso, da en el blanco ("La recuperación social y moral del delincuente es en todas partes (salvo en la Argentina) un episodio posterior al de desactivar su peligrosidad con la energía suficiente para que el representante del Estado y los ciudadanos o bienes amenazados no corran riesgos") . Aquí ya dijimos cosas similares, claro que sin una fracción de la prosa de alta calidad de Posse (el tipo es un gran escritor e intelectual: en los 80 publicó en el viejo suplemento cultural de La Nación uno de los mejores artículos periodísticos que recuerde sobre Heidegger). En otras cosas que señala, sin embargo, su conservadurismo lo hace equivocarse de medio a medio, como cuando afirma que las FFAA fueron desarmadas por el gobierno K para vengarse de sus militares. No, fue Carlitos I el que en los 90 inició el presunto desmantelamiento militar, los K simplemente continuaron esa línea agregándole un cierto sadismo monto old style, al ponerles encima a los milicos a la compañera Garré.
Pero, bueno, el asunto es: ¿está en lo cierto Posse sobre la seguridad? Y sí está en lo cierto, ¿es la seguridad cosa de fachos o conservas como él? ¿O existe una alternativa progresista, pero real y concreta, a la devastación que está provocando hoy la inseguridad? Veamos. Scioli se desangra políticamente, no por la crisis económica ni de caja, que puede pilotear mientras le chupe las medias denodadamente a Néstor, tarea bucal en la que sobresale como nadie. No, el manco se cae a pedazos por la desastrosa falta de seguridad bonaerense. En Santa Fe tenemos nuestra propia versión del problema. Binner acaba de atravesar su primera crisis de gabinete por su floja política de seguridad. Al ver el problema, su hombre fuerte, Bonfati, quiso meter a un comisario al frente de la Secretaría de Seguridad, pero le saltaron las segundas líneas. Hubo una tarde de furor rosarino en la anodina ciudad de Santa Fe. Resultado: Binner tuvo que echar mano nuevamente a Rosario, llevarse a Santa Fe a otro cuadro político local probado, Ghirardi, dejando aún más desnudo al pobrecito de Lifschitz en la intendencia. Pero el problema en Santa Fe no es la falta de buenos cuadros sociatas, sino la imposibilidad cultural del progresismo de enfrentar con eficacia la crisis de seguridad. La derecha _Posse, Macri, De Narváez, Reutemann_ está culturalmente mejor preparada para hacerse cargo del problema. Esto es tan viejo como el mundo: los avances sociales a la izquierda, la seguridad pública _o sea, el uso del aparato de represión del Estado_, a la derecha. Salvo el caso de un facho como Perón, que hizo las dos cosas a la vez, la regla universal es ésa. Y no hay ejemplo en la Historia del mundo en el que un reclamo social generalizado, creciente y justificado de seguridad, y por lo tanto, de represión, no haya llevado al poder a las derechas. El caso más reciente en Argentina es, claro está, los 70. La violencia era política, pero violencia al fin, y de grandes dimensiones, y lo que había en la sociedad en el 75-76 era un evidente y fortísimo reclamo de recuperación de la seguridad pública a través de la represión. El relato mítico de la izquierda local, de que la dictadura del Proceso vino a reprimir un proyecto nacional y popular libertador apoyado por las masas, es así un gran bolazo histórico. Posse dice más o menos esto, con su lenguaje y, sobre todo, su ideología, que es el peronismo más conservador, ese que en 1983 apoyaba la ley de autoamnistía de la dictadura.
Como sea, los casos Scioli y Binner evidencian que, ahora sí, la inseguridad está empezando a pasarles factura a los gobernantes. Hubo unos años de paciencia, de reclamo más o menos contenido, ahora se terminó, el reclamo es abierto, furioso, creciente, potencialmente brutal y costoso políticamente para los que posan sus ambiciosas asentaderas en los altos puestos ejecutivos.
Vale hacer un breve apunte histórico. La seguridad hoy se da por adquirida en las sociedades más o menos evolucionadas, y por eso su súbita falta se considera un hecho gravísimo. Pero recordemos que hasta bien entrado el siglo XVIII era toda una aventura salir de los muros custodiados de las ciudades de Europa. En otras palabras, la conquista de las libertades civiles y políticas vino junto con la de la seguridad pública, y esta con el control real del territorio por el Estado. Fue un avance civil alcanzar el hoy tan invocado monopolio de la violencia legítima por el Estado, frase que me da escalofríos pero que a Posse le debe provocar entusiasmo (él dice: "los Kirchner lograron demoler el básico esquema constitucional de orden público y de ejercicio de la fuerza exclusiva del Estado para cumplir con la misión esencial de reprimir (que, según la Real Academia, significa "contener, refrenar, templar o moderar".) Reprimir es obligación del Estado en cuanto "contención en acto del delito inminente". Se enfrenta al delincuente para garantizar la vida del ciudadano con sus libertades (la de circular libremente, por ejemplo) y sus bienes").

Así, queda claro que la seguridad es un bien público esencial, como se comprueba trágicamente cuando viene a faltar, tal como ocurre actualmente en las ciudades argentinas. Es un derecho básico inalienable, irrenunciable. Sin seguridad nuestras vidas se deshacen. Por esto es un tópico obsesivo de las películas de ciencia ficción, donde asistimos a la desaparición súbita del Estado y de sus instituciones represivas y organizativas de la vida social. Sin ellas no podemos vivir, pero con un exceso de ellas vivimos, sí, pero bajo una dictadura, en un hormiguero, en una sociedad militarizada. La policía pasa, de ser una fuerza que impone el esencial orden público para que desarrollemos libremente nuestras vidas privadas, a policía política, como sucede en Cuba, en China, en el viejo orden peronista que tanto extraña Posse. El Estado se vuelve un padre omnipotente y represivo. Ocurría también durante el Proceso, cuando era habitual ir en cana por cualquier motivo pueril. El tonito a lo Luis Sandrini de los canas "buenos" no me lo voy a olvidar. El mismo tono y la misma figura, entre paternal y amenazadora, de jefes en el trabajo, de profesores en la facultad. La vida era una pésima comedia de los hermanos Carreras, donde se imponía el "estilo de vida argentino", valor central de la clase media plenamente compartido por los militares, los radicales, los desarrollistas y, ni hablar, los peronistas, que eran casi todos conservas como Posse (claro que muchísimo más brutos).
Posse olvida _o anhela_ este peligro autoritario, por eso es un conservador que da prioridad absoluta a la seguridad y jamás será un liberal (ni creo que lo pretenda ser). En cuanto a Macri, De Narváez y Reutemann, estas complejidades se les escapan totalmente, y seguramente, de barruntarlas no les importarían en lo más mínimo. Son, acabadamente, hombres de acción, nunca de pensamiento. Para eso llaman a Posse.

Nota II: me hice recién unas manzanas acaremaladas con crema y canela, así tenía tiempo a macerar un poco más las ideas de esta columnita. Ah: desde este humilde rincón elevo en la noche una plegaria por Sandro.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Las viudas K ya construyen el futuro Gran Relato: había una vez un gobierno popular...

El arrasador triunfo de Evo les dio un poco de vida, pobres. El de Mujica, también. Me refiero al creciente ejército de las inminentes viudas de Néstor, al cada día más frustrado y enojado sector del "es esto o la derecha", área ideológica que en el futuro cercano será conocida por desenfundar el latiguillo "con K estábamos mejor". Pero esas buenas nuevas sobre los "grandes relatos" que llegan desde el Altiplano también conllevan, para ellos, un gran dolor. Porque el contraste con lo que pasa acá no podría ser más cruel. El proceso argentino va en sentido netamente contrario. Que una figura como Pinky les haya puesto la camisa de fuerza en el Congreso, o que la UIA se enfrente al régimen K abiertamente, son indicios más que claros. Cada día es más evidente que esto se termina, y mal, en 201: se acerca el fin del "gobierno popular". Todo, entonces, suena a réquiem nac and pop. Se van para quién sabe cuándo volver. El kirchnerismo está, para decirlo con una metáfora machista, pasando su menopausia. Las dolientes vestales del progresismo preparan el funeral, con funestas previsiones sobre el retorno del neoliberalismo, el fin de la redistribución de la riqueza, la derrota de la lucha contra los sectores concentrados y el odiado arribo de la "coalición restauradora". Que serían Lilita, Pinky, los radicales y el PJ de Felipe y Duhalde. Todos ellos responderían servilmente a aquellos sectores y corporaciones concentradas, mientras que el "gobierno popular", es decir, el que no fue mucho más allá del 30% en junio y hoy está bien por debajo del 20, sería el heroico abanderado en retirada, forzado por oscuros contubernios y no por haber perdido categóricamente su popularidad en menos de dos años. Este es básicamente el "relato" que por estos días circula con fruición y que será en el futuro el esqueleto del Gran Relato sobre cómo aquel gobierno popular de Cristina fue destrozado por las corporaciones, los medios, los sojeros, los empresarios. Me los imagino a los Felipe Pigna, a los libretistas de Canal Encuentro, allá por 2020 narrando con voz ensoñada: "Había una vez....", mientras una película en blanco y negro nos mostrará a Cristina, a Néstor, a la Bonafini...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Afganistán: Obama imita a Bush. Y hace bien


Obama manda 30 mil soldados a Afganistán, paradigma de "guerra justa" que había defendido en su campaña electoral. Resulta sorprendente el tono de agravio moral que muchos han adoptado ante la decisión del presidente de EEUU. Ahí va la parrafada de Silvia Pisani en La Nación: "Fue una sorpresa amarga. La "nueva estrategia" anunciada anoche por el presidente Barack Obama para Afganistán está conformada por un cóctel de más guerra pero más rápido, con una fuerte escalada en pocos meses de modo que, si las cosas salen como pretende, su invasión tenga fecha de finalización dentro de tres años. El líder demócrata, que en diez días recibirá el Premio Nobel de la Paz", etc, etc. ¿De cuál sorpresa habla Pisani? ¿Y porqué entrecomilla nueva estrategia? Hacía tres meses que Obama debatía con su gabinete de guerra, justamente la nueva estrategia para Afganistán. Y ya había mandado 22 mil soldados. ¿Qué lee y qué escucha desde su privilegiada posición en Washington Pisani? No olvida, claro está, recriminarle a Obama su premio Nobel de la Paz, como si él lo hubiera pedido u elegido. En fin, parece que la pose progre va ganando posiciones en La Nación. Es que ser "anti war" queda taaan bien.
En total contraste con esta irritante ligereza argenta, en el Washington Posthttp://voices.washingtonpost.com/postpartisan/2009/12/obamas_lonely_decision.html?hpid=opinionsbox1, Kagan recuerda con gran acierto el olvidado caso de la comisión Baker-Hamilton, una pila de sabihondos que recomendaba, desde su insuperable altura, al pobre burro de Bush que cerrara el expediente de Irak, que se fuera sin más de ahí. Por suerte para EEUU, Bush no les hizo caso, ni a ellos ni al establishment progre de las RRII, tipo Foreign Affairs, NYTimes y similares. Bush hizo lo que este sector nunca pudo aceptar: ganó finalmente la guerra de Irak. Dato que ni La Nación ni el NYTimes parecen registrar. Y la ganó con una "surge" de tropas esencialmente similar a la que intentará ahora Obama en Afganistán. Bush y el general David Petraeus, lograron la victoria final con el envío de 25 mil soldados y un cambio sustancial de enfoque (aliarse con los árabes sunitas y lograr que combatieran a Al Qaeda en lugar de apoyarla o tolerarla), y pudieron así entregarle a Obama el conflicto ya cerrado. Obama, que había dicho e incluso escrito en la Foreign Affairs que se iría de Irak al más puro estilo Zapatero, terminó aceptando el cronograma de salida diseñado por Bush, Petraeus y la democracia iraquí. Invadir Irak, que quede claro, fue un error estratégico, pero la solución pacifista que pontificaban los internacionalistas progres era aún más errada, y por suerte Bush no la aceptó. Por suerte para EEUU, como superpotencia democrática, y por suerte para los iraquíes, que si fuera por Obama, Baker y companía hoy estarían bajo un régimen nazi islámico. Pero los progres tienen esa habilidad para borrar las huellas de sus yerros y tropelías, de manera de nunca hacerse cargo y quedar siempre listos para pontificar en la próxima causa contra "la derecha", a favor de los integristas islámicos, los palestinos o quien sea, siempre que sea un enemigo de Occidente. Volvamos a Obama y su plan: 30 mil tropas antes de mediados de 2010, luego una retirada escalonada a partir de mediados de 2011. En 2007, Bush, finalmente liberado de Rumsfeld, propuso a Petraeus para solucionar el caos iraquí. El paralelo de su plan para Irak con el que ahora anunció Obama para Afganistán no deja de ser pasmoso. Petraeus es, luego de su hazaña iraquí, jefe del Central Command, así que está a cargo de Afganistán, por encima de McCrhystal, quien fue el general que pidió 40 mil muchachos extra en agosto pasado. En ese momento también propuso un cronograma de 18 meses, que Obama evidentemente ahora aceptó. En resumen: Obama, que en 2007 hablaba y escribía pestes sobre Bush en Irak, termina haciendo algo sustancialmente parecido en Afganistán. Tal vez algún progre haga este paralelo, pero a modo de condena, de "sorpresa amarga", para citar nuevamente a la Pisani. Yo hago el paralelo como una alabanza para Obama, que demuestra así tener madera de estadista, ser un "presidente de guerra", como se solaza el chico malo de Kristol (http://voices.washingtonpost.com/postpartisan/2009/12/obamas_afghanistan_speech.html) Y como dice Kagan, ambos, Bush y Obama, se jugaron solos contra el consejo del establishment diplomático y partidario. La diferencia es que Bush ya estaba políticamente muerto y Obama tiene hoy todo su capital político en juego. Pero el plan de Obama sirve para recordar la historia ya removida y olvidada de cómo Bush terminó ganando la guerra de Irak, de cómo los progres tuvieron que tragarse sus arrogantes pontificaciones y mirar para otro lado. Y también para comprobar que Obama no es, por fortuna, un Zapatero, un tipo que vive de eslóganes prefabricados presentados como políticas de gobierno, sino un responsable "comandante en jefe". Un presidente de guerra, como dice Kristol, riéndose con ganas del gran idiota de Michael Moore.















Honduras y el coro de los falsos puristas de la democracia

Las elecciones hondureñas del pasado domingo ahondaron la divisoria entre los países que condenan sin matices el proceso iniciado con el golpe del 28 de junio y quienes buscan una salida a partir de aquel voto. Así, frente a los países del Alba y Brasil, están quienes, con EEUU y, ahora, España, buscan una salida negociada que parta del reconocimiento de la validez de las elecciones del domingo. El negociador de la OEA y presidente de Costa Rica, Oscar Arias, impulsa con fuerza este criterio. No hacerlo sería condenar a Honduras a ser una Albania o un Myanmar de Centroamérica, argumentó el Nobel de la Paz en la cumbre de Estoril. Vale recordar que Arias, durante las gestiones que lideró en su casa de San José de Costa Rica, realmente impulsó la reinstalación de Zelaya. Nadie puede sospecharlo de ser un simpatizante golpista. También la chilena Bachelet hizo sugerencias en ese sentido en Estoril, aunque mucho más matizadas y dejando claro que no se podía dejar pasar el golpe.
Pero aún haciendo abstracción de cómo se posiciona cada país en este punto del drama hondureño, resulta válido remarcar que la intransigencia de los países de la izquierda populista regional es absolutamente deshonesta. El purismo democrático que invocan Chávez, Correa y Evo es descaradamente incoherente con su propio modo de arribar al poder. Los tres incurrieron en abiertas ilegalidades para llegar o mantenerse en sus cargos. Chávez, que ha hecho de su cruento intento de golpe de 1992 una fecha nacional con las honras propias de una epopeya fundacional, es además quien ordenó un referendo forzado que le permitió la reelección indefinida, cuando la propia Constitución impedía esa consulta. Porque el texto constitucional imponía que un asunto no se podía llevar a referendo dos veces bajo la misma presidencia, como hizo Chávez: en diciembre de 2007, cuando perdió, y en enero de 2009, cuando ganó. Detalles formales, para el caudillo autoritario de Caracas. Correa, por su lado, es inimaginable sin el proceso de golpes civiles que castigaron a Ecuador antes de su llegada al poder. Y el propio Correa incurrió en ilegalidades inmimaginalbles, que en un país serio le hubiesen costado el puesto por juicio político. En marzo de 2007 hizo destituir a la mayoría de los legisladores del Congreso mediante el dictamen de un tribunal electoral. Algo que no existe en ningún ordenamiento constitucional mencionable, y que también impedía la Constitución ecuatoriana. No importó: se hizo igual. En cuanto a Morales, hay tanto para elegir aún sin mencionar su participación protagónica en el golpe civil de 2003. Se puede citar la Constitución que sin mayoría calificada hizo aprobar entre bayonetas y en medio de una brutal represión en la ciudad de Sucre, en noviembre de 2007.
Por todo esto y mucho más, los que hoy exigen con intransigencia la pureza democrática del proceso hondureño no tienen pergaminos para hacerlo. Así de sencillo y contundente. Es una lástima que la Argentina se sume a este coro de falsos puristas de la democracia, en lugar de elegir la alternativa pragmática de Chile y España en Estoril. Porque hoy el camino de recuperación de la democracia en Honduras pasa, aunque no guste al paladar de un demócrata, por reconocer las elecciones y paralelamente exigir el cumplimiento de los demás puntos del Acuerdo de San José. Tal como hacen por estos días Oscar Arias, EEUU y España.

martes, 24 de noviembre de 2009

La mediocre economía 2010-11 parece condenar definitivamente al poder K

¿Cual será el panorama económico en la segunda mitad de 2010 y en la primera de 2011? Pregunta que es capital políticamente hablando, porque de ese panorama, y no de otra cosa, dependerá el futuro político del país. De si nos liberaremos o no del régimen K en diciembre de 2011. Porque si se da una decente reactivación, la astucia de Néstor podría hacer el resto. Le podrá vender a un sector de la población que es mejor ese poco de bienestar y consumo que hacer un cambio drástico y darle el gobierno a Cobos, o un peronista no muy peronista, como Macri, o a un peronista raro e imprevisible, como Reutemann.
Pero si éste es el plan, ¿porqué el gobierno se empecina en aplastar la inversión privada, en espantarla? Sin una buena dosis de inversión, se sabe, la reactivación será floja, del orden del 2 o 3 del PBI, y eso no alcanza para bajar la altísima desocupación que sufren los sectores más pobres, golpeados por la ola de despidos en la economía informal (según El Economista, allí la desocupación creció 5 veces más que en el sector formal durante la crisis 2008-09), ni para reactivar el consumo en serio. Súmese la alta inflación, incorporada definitivamente al modelo económico, al menos desde 2006. Se sabe: la inflación golpea duro al salario real, empuja la conflictividad laboral y social, deprimer el consumo, etc. Y en el gobierno nadie tiene planes antiinflacionarios, al contrario. Recuérdese el absurdo debate de 2007, sobre "no enfríar la economía".
La respuesta a aquella pregunta , de porqué el gobierno aplasta casi a conciencia a la inversión privada, debe buscarse en la misma naturaleza del poder K. Entre 2003 y 2007, se estableció un sistema policial de vigilancia sobre el empresariado, nunca visto en democracia. Pero a la vez los que se "portaban bien" podían vivir relativamente traquilos. Y la continua expansión económica hacía el resto. Pero ahora, en su actual etapa, parece que Néstor no puede plantearse otra forma de hacer política que no sea la confrontación generalizada. Ya era así antes del 28 de junio, y desde entonces este sesgo se ha acentuado. Contemos sólo las últimas hostiliades: Clarín, Papel Prensa, Ausol, y las intervenciones en la Sigen y en la CNV, que van mucho más allá del caso Papel Prensa. En fin, sólo se salvan, en el campo empresario, los capitalistas amigos y nadie más. Morenización a fondo, en suma. Fuera de ese privilegiado círculo de amigos, solamente crecerán fuerte los sectores vinculados a ciertas exportaciones, según estiman las consultoras, pero eso no alcanza ni remotamente para lograr otro empujón como el de 2003-07, origen y fundamento de la fenomenal suerte política del kirchnerismo. Sin esos años "de oro", el kirchnerismo estaría muerto hace rato, habría perdido las presidenciales de 2007, porque nunca tuvo feeling con el grueso de la sociedad, que lo votaba solamente por aquella fortuna económica.
En resumen, todo indica, según el consenso general de los economistas, que nos espera un bienio de poco crecimiento, alta inflación, fuerte conflictividad social, más aislamiento internacional, etc. De manera que la suerte del kirchenirsmo estaría sellada. Al menos, desde la perspectiva de la economía. Que, vale recordarlo, ha sido fundamental para decidir la suerte de todos los gobiernos desde 1983 para acá, y desde antes también.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Calentamiento global: alternativas para no frenar el desarrollo de los emergentes

El calentamiento global se ha puesto en el candelero, y se viene la Conferencia de Copenhagen. Conozco algo el complejo tema, dado que al menos desde 2004-05 me he dedicado a seguirlo en las publicaciones científicas y en las de divulgación seria. Frente al radicalismo ecologista y la izquierda, que culpa de todo al capital, el calentamiento se volvió en estos años otro frente de lucha. Desgraciadamente, en el liberalismo conservador no tuvieron mejor idea que negar de plano que existiera el calentamiento, basados en precarias argumentaciones de científicos marginales y de baja calificación. Las petroleras apoyaban esa línea, pagando un fuerte lobby en Washington. Esta posición era doblemente equivocada, al menos para alguien que se considere liberal: al ser claramente falaz, llevaba a confrontar con la ciencia, que es, recordémoslo, un valioso producto de la cultura liberal. Este punto poco parecía importarles a los ultramontanos estadounidenses _y españoles_ que hasta hace muy poco seguían atacando a la comunidad científica y negando el calentamiento. Una posición que no es incoherente: los conservadores son generalmente anticientíficos, son los mismos que tratan de prohibir la enseñanza de la biología evolutiva (o sea, de la biología científica a secas) en las escuelas. Ahora, porqué estos tipos, conservadores obtusos y cristianos integristas, son asimilados al liberalismo, es algo que nunca voy a terminar de entender. Pero bueno, la acumulación abrumadora de datos de campo y pruebas terminó por acallar a este sector reaccionario. Y las multis del petróleo ya no les ponen plata. Hoy, el debate es si limitar drásticamente las emisiones de CO2, algo que lastimaría el crecimiento industrial de los países emergentes, o buscar otras alternativas mientras se va sustituyendo el petróleo con otras fuentes. El Copenhagen Consensus Center, del danés Bjorn Lomborg, intenta explorar la alternativa de la geoingeniería. Aquí va lo que escribí para el medio donde trabajo:




La cumbre de la Apec en Singapur, el fin de semana pasado, dejó dos resultados netos. El primero fue geopolítico, si se quiere: desde ahora será la cuenca del Pacifico la que decida la agenda mundial, y ya no la atlántica (EEUU-UE). Obama y Hu Jintao decidieron, con la anuencia de los demás países de la Apec, reducir la próxima cumbre de cambio climático de Copenhage a una conferencia vacía de decisiones concretas e irrevocables. Una jugada que va contra el deseo explícito de quienes, con Europa a la cabeza, habían trabajado para que en la capital danesa se llegara a un acuerdo cuantitativo, con metas vinculantes de emisión de carbono para 2050. Esto, decidieron China y EEUU, quedará para algún momento de 2010.

El otro resultado de Singapur es la limitación y cambio del contenido mismo de la conferencia de Copenhage y del debate sobre los caminos a seguir ante el cambio climático. Prácticamente, EEUU y China (los dos mayores emisores de CO2), apoyados por, entre otros, Indonesia (otro gran emisor), le han dicho al resto del mundo que los recortes son demasiado costosos en términos de crecimiento, de tajadas de PBI, y que por lo tanto resultan política y socialmente insostenibles. Los demás países emergentes piensan más o menos lo mismo.

Este planteo lleva derecho a fortalecer la opción de la llamada "geoingeniería", en desmedro de las opciones tradicionales, basadas en el recorte de las emisiones. Básicamente, la geoingeniería consiste en aplicar tecnologías a gran escala para disminuir de inmediato la temperatura media global, limitando el ingreso de radiación solar a la baja atmósfera. La inyección de dióxido de azufre en forma de aerosol (1) en la estratósfera, a imitación de lo que ocurre durante las erupciones volcánicas, es una alternativa. Otra, el lanzamiento de gotitas de agua de mar dentro de las nubes sobre el Pacífico, lo que aumentará su reflexión de la luz solar. Parece que esta última es la tecnología más prometedora y práctica: investigadores citados por el Copenhagen Consensus calculan que a un costo de 6 mil millones de dólares se evitaría la totalidad del calentamiento global de origen humano estimado para este siglo. Dato interesante si se compara con el costo de limitar el aumento de la temperatura media global a 2 grados dentro del siglo XXI mediante el recorte de emisiones de CO2: unos 40 billones de dólares, según la misma fuente. Y como los países que más crecen, por lejos, son los emergentes, como China e India, serían ellos los que tendrían que pagar esa enorme cuenta, mucho más que la ecologista Europa, que crece poco y lo hace en los servicios, no en la industria.

Así, las propuestas de la geoingeniería tienen dos ventajas sobre el planteo tradicional de recortar emisiones: primero, como se dijo, baja la temperatura global de inmediato y no a largo plazo; segundo, no afecta a las economías emergentes, que dependen de sus altas tasas de crecimiento para mejorar la calidad de vida de su población. Porque que quede claro: quienes proponen recortar drásticamente las emisiones de carbono están proponiendo que millones y millones de chinos, indios, indonesios, etc, permanezcan en la miseria para lograr esos drásticos objetivos. Este lado, el menos simpático y "progre" del ecologismo, se mantiene convenientemente oculto.

Por todo esto, en las próximas décadas, mientras se acelera el desarrollo de tecnologías alternativas a los combustibles fósiles pero a la vez se permite su uso para no frenar el desarrollo de las naciones emergentes, la geoingeniería será seguramente la mejor respuesta al calentamiento global. Mal que le pese al retrógrado integrismo ecologista, que nos querría ver a todos viviendo dentro de una escenografía medieval, en un retorno imposible al mundo anterior a la Revolución Industrial.


(1) En el original escribí "dioxido de sulfuro", por traducir a las apuradas (sulfur dioxide). Como es obvio para un estudiante de química, se trata de un compuesto que no existe.

jueves, 12 de noviembre de 2009

La nostalgia totalitaria, o el anticapitalismo recidivante

Escribí el texto que sigue para una disertación que me pidieron. Creo que tiene un par de puntos de interés:


Los 20 años de la caída del Muro encontraron a la Argentina y la región padeciendo un auge de regímenes populistas autoritarios, antiliberales y retrógrados. Con Chávez arengando a sus milicias para ir a la guerra contra el imperio. Por esto la conmemoración tuvo aquí una carga ambigua. Los 20 años del Muro sorprendieron a la sociedad latinoamericana, no ocupada en consolidarse hacia el pleno desarrollo, sino, al contrario, revisando neuróticamente entre los trastos de su pasado para justificar su evidente fracaso en lograr ese objetivo. Así, en las coberturas de los medios y los analisis publicados por estos días fue posible encontrarse con la reivindicación, no tanto del socialismo real _que con sus genocidios, sus Kgb y sus Gulags resulta imposible defender, aunque ganas no falten_ sino de sus “principios”, de sus presuntos valores, en fin: de su necesidad histórica, que estaría aún vigente. De esta forma se ha comportado buena parte de la intelighentsia académica argentina. Con alguna que otra palabra de condena para el totalitarismo soviético “pour la gallerie”, pero evitando decir con todas las letras que 1989 es un hecho histórico incontestablemente libertador y democratizador. Se ha preferido teorizar el renacer del “imaginario emancipador”, entendido restrictivamente como las "alternativas al capitalismo" y nada más que eso. Se saluda tibiamente el 89, pero acto seguido se lamenta “la cancelación de los grandes relatos que construyeron el anhelo de crear un modelo alternativo a la voracidad homicida del capitalismo” (Rubén Chababo, Museo de la Memoria).
Capitalismo que es visto como "un virus en mutación", es decir, como una patología peligrosa, que construye un mundo ininteligible para los valores comunitarios, no capitalistas, lo que no deja otra alternativa que confiar en un igualmente congénito "impulso insurreccional emancipatorio, heredero de las viejas revoluciones" (Alejandro Kaufman, Comunicación UBA).
De esta forma, ante un episodio histórico que sólo puede ser evaluado como un gran avance democrático, se ha preferido negar este, su aspecto central, y replantear frente a la debacle del socialismo real una instancia "superadora" del sistema que lo sucedió. Lo que impone una hipótesis verdaderamente singular: a sólo 20 años de su triunfo, ¡el capitalismo y la democracia liberal deberían ser reemplazados por aquel sistema que destituyeron! Porque se viviría hoy una nueva etapa, que, bien vista, sería en verdad muy vieja. Por ello se llega abiertamente al extremo obsceno de plantear la reivindicación de los ideales del comunismo soviético, de sus experiencias, "de las organizaciones del socialismo real y de las democracias populares", que en todo caso sólo deben "mejorarse" respecto a sus “desviaciones”(Jorge Testero, Centro Cultural de la Cooperación. Lo de "democracias populares" se refiere, y no es broma, a las dictaduras totalitarias de tipo soviético, como la RDA).
Mediante este descomunal disparate “retro” se procura rechazar el evidente triunfo global del tándem economía de mercado-democracia liberal para intentar dejar atrás _por segunda vez en menos de un siglo, en realidad en ¡20 años! _ a esa "voracidad homicida del capitalismo". Se cae en el evidente absurdo antihistórico de querer revivir un sistema muerto, de reproponer contra toda evidencia una confrontación histórica que está cerrada, saldada.
Esta retórica ha desechado además al reformismo socialdemócrata, que valora los hechos de 1989 como la derrota del totalitarismo y una instancia de libertad para los pueblos antes sometidos al comunismo, pero sin renunciar a marcar, siempre desde esa perspectiva socialdemócrata, los abusos del mercado y sus inequidades. Pero en estos años la izquierda socialdemócrata ha perdido casi todas sus posiciones en la región, en paralelo con el crecimiento del autoritarismo populista. Este lamentable retroceso se ha dado tanto en el nivel gubernamental y político como en el de la enseñanza superior. Vale recordar la experiencia del Club de Cultura Socialista en los 80. El Club cerró en pleno 2008, y poco después fue reabierto, pero bajo la impronta de los socialistas K y Carta Abierta.
Se le niega, entonces, al 1989 todo carácter revolucionario, democrático y emancipador. Es que revolución hay una sola, emancipación hay una sola, y van en sentido contrario a la gesta de Berlín, aunque generen monstruos y Gulags repetidamente, vaya a saberse porqué (es este un verdadero punto ciego del anticapitalismo: se llega, como mucho, a lamentar las aberraciones dictatoriales del socialismo real, pero no se pasa nunca seriamente a estudiar sus causas).
Afortunadamente para los verdaderos demócratas, este curioso fenómeno de anticapitalismo recidivante debe tomarse mucho más como un síntoma de un sector minoritario que como alternativa política seria. En todo caso, y en el limitado marco latinoamericano, puede dar como mucho un Chávez, un Evo, nunca otro Stalin, dado que no existe como alternativa en los países y regiones del mundo que marcan la tendencia de la época. En Europa, por ejemplo, este anticapitalismo duro se presenta en sectores anquilosados y marginales, como los ancianos nostálgicos de la RDA, los jóvenes anarquistas okupas y black bloc, etc. Sin embargo, es evidente que en América latina esta ideología retrógrada aparece con mayor protagonismo a partir de los años 2000, tanto en el campo político, con el auge de los autoritarismos populistas, como en el de la opinión académica.
Al menos en Argentina, el fenómeno anticapitalista se explica en buena parte como una mala sublimación de la frustración experimentada por las clases medias postergadas, que vieron cómo sufrían en estas últimas décadas una movilidad social descendente. Y que canalizan en este anticapitalismo primario su resentimiento social contra un "sistema" que sienten los ha traicionado. La crisis de las clases medias, fenómeno que en Argentina alcanza características extremas por el gran retroceso relativo que experimentó el país en los últimos decenios, es entonces el caldo donde se cocina este neurótico revival anticapitalista sin destino.
Sin destino porque, como se dijo, el anticapitalismo no tiene fuerza alguna en las regiones que hoy protagonizan la globalización, ocupadas como están en aplicar el capitalismo y no en combatirlo. Además de Europa y EEUU, es el caso de gran parte de Asia (China e India, ante todo, pero también Taiwan, Corea, Tailandia, Singapur, Indonesia, Filipinas, Malasia, Vietnam, etc, donde surgen como hongos las canchas de golf y los campus universitarios privados. América latina, con sus Chávez y sus Evos, con sus intelectuales liliputienses, ha elegido en cambio quedarse mayoritariamente al margen de esta corriente principal de la historia, lamiéndose sus heridas, recientes y antiguas, reales e imaginarias. Y en el nuevo mapa económico que ha conformado la globalización, surgida de aquel histórico 1989, América latina está claramente en segundo plano, en su rol de proveedora de forrajes y otras commodities a los grandes protagonistas de la época. Los países asiáticos atrasados, casi todos los africanos y casi toda América latina forman el contrapeso o contracara de las regiones más dinámicas y avanzadas. Como el integrismo islámico dominante en las regiones premodernas de Asia, los regímenes populistas antimercado que se dan en América latina pueden ser un problema serio, un inconveniente considerable, pero nunca una alternativa superadora al modelo claramente ganador del capitalismo globalizado, de las democracias de mercado. De nuevo, este fenómeno puede producir como mucho un Chávez, nunca un nuevo Mao o un nuevo Stalin. Los 20 años de la caída del Muro sirven entonces para corroborar el triunfo de la democracia liberal y del mercado, mucho antes que para celebrar el temible retorno de los "grandes relatos" que dieron lugar a los peores totalitarismos y genocidios del siglo XX.

jueves, 5 de noviembre de 2009

La peor herencia K: una sociedad civil nacional-populista

Conviene ir pensando en la Argentina postK. En ponerse mentalmente en el escenario nacional de enero de 2012. Supongamos, de manera del todo gratuita, que la economía no estará por entonces tan mal como se teme. Que la transición se hizo relativamente bien, sin traumas, que Néstor y toda su banda están tranquilos y mansos en el Calafate, disfrutando su fortuna, pero neutralizados políticamente. Agreguemos otro largo etcétera de suposiciones gratuitas y arriesgadas. Bien, ¿cuál sería en ese escenario optimista el legado K? Me temo que será peor que el que dejaría una mera crisis económica: la hegemonía cultural de la sociedad civil, o de buena parte de ella, por la izquierda castro-chavista-peronista. Me explico: esta izquierda ya tiene el control de buena parte del aparato culural y educativo superior, básicamente las universidades estatales, desde antes de la era K. Pero ahora está ocupando la educación media y primaria con su discurso simplista, emotivo y contagioso. Esta retórica nacional-populista, mixtura de peronismo e historiografía de izquierda, tiene estos atributos emocionales, que la hacen contagiosa. A diferencia del marxismo culto, el de Marx y su larga lista de herederos académicos, esta gente no tiene reparos en practicar el populismo más frontal. Y este hace palanca en mecanismos difíciles de contrarrestar con la argumentación racional. Si se le dice desde la autoridad de la cátedra a un chico de 14 años que su país es víctima de un sistema internacional injusto, que si hay pobres es por exclusiva culpa de ese sistema perverso que se llama capitalismo internacional, se está haciendo educación en el sentido más profundo del término. O sea, no transfiriendo meros conocimientos sino inculcando valores. Y la izquierda argentina bajo el kirchnerato se ha puesto a toda máquina a ocupar estos espacios educativos y mediáticos y a inculcar estos valores antiliberales y antirrepublicanos. Tareas que tienen un grado alto de éxito. Porque ser de izquierda populista otorga una suerte de renta moral o psicológica, que pone al sujeto en el bando moralmente correcto, moralmente superior. Como se coloca automáticamente contra la realidad social vigente, que corre por cuenta y cargo del capitalismo, el sujeto beneficiario de esta renta recibe un enorme alivio: él no es parte ni cómplice, por más que su situación individual sea eventualmente privilegiada, del sistema social que genera, aparentemente pero indudablemente para él, esa escandalosa miseria, esas inequidades. Cierto es que estos mecanismos psicológicos y retóricos también existían desde muchísimo antes del kirchnerismo, como es obvio. Pero en estos años han hecho palanca con el Estado, que les ha dado espacios institucionales que estos sectores nunca antes habían tenido a su disposición. La educación media, por caso. Además de un espacio en los medios de comunicación creciente, de la mano de la actitud empresaria de abandonar la línea editorial en función demagógica.
Así, el tándem medios-educación media está resultado en la conformación de un nuevo sentido común progresista, como también ya se ha apuntado en este blog. Y como todo sentido común una de las cosas que hace eficazmente es acotar los márgenes de discusión. En este caso, la discusión se recorta en modo apriorístico en favor de la izquierda: todo lo que se tacha de "derecha" es rechazado con gesto de escándalo moral y no puede entrar en consideración. La conveniencia objetiva del mercado es un caso ejemplar. ¿Alguien se imagina a un chico del último año de la secundaria defendiendo la economía de mercado en un trabajo de ciencias sociales? En suma, ese poderoso sistema de valores comunes que es el sentido común ha cambiado en pocos años en favor de la izquierda populista, que se presenta como inapelablemente superior, no el plano de la factibilidad, que en toda construcción épica debe ser adverso per se, sino en el de la ética. Frente al egoísmo del capitalista y su ley de la selva, la solidaridad entre iguales. Frente a figuras que ya resultan repudiables en su estética (el yuppie, la City, Puerto Madero, etc), el "militante social", el indigenista que enfrenta al terrateniente y sus matones, el obrero de Terrabusi, etc. ¿Quién dudaría en identificarse, inmediata y perdurablemente, con los segundos, con los "débiles"? En este sentido la estrategia gramsciana de búsqueda de la hegemonía es hoy diferente y mucho más exitosa y perdurable de la aplicada en los 70, al menos en el nivel de la clase media universitaria. En lugar de la pesadez de Lenin, la baratura ligera de la historiografía nacional K. Nada de complejizar, todo lo contrario. Como en una campaña publicitaria. Porque, literalmente, de eso se trata. No se construye una nueva hegemonía cultural, un nuevo sentido común, con el abstruso neohegeliano Marx, quien fracasó en esto aún cuando Marta Harnecker intentó vulgarizarlo todo lo posible. Este cambio de estrategia cultural coincide con el cambio de objetivos: no ya la revolución y la lucha de clases sino, mucho más modestamente, Chávez. Evo en lugar de la Revolución cubana. Menuda reducción de objetivos, pero todo vale si el proyecto de fondo sigue en pie y no solo esto sino que da grandes pasos adelante. Y pensar que hace apenas 20 años se derrumbaba la RDA y caía el Muro.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Honduras y las desventajas de la "derecha"

Se repiten las ya eternas desventajas de la "derecha": el chavismo-castrimo-kirchnerismo puede a la vez poner el grito en el cielo por el golpe de Honduras y revindicar el golpe de 1992 de Chávez como una jornada épica sin que nadie le diga nada. Y apoyar dictaduras brutales, como la de Irán, también sin caer fulminada en el ágora multimedial. La "derecha", en cambio, no puede hacer nada parecido. Si siquiera se soñara con reividicar, parcialmente y recortadamente, digamos, "algo" del Proceso, (pero no se me ocurre nada, ni como ejemplo hipotético) sería llevada a los tribunales, previa paliza mediática (que, aclaremos, sería merecida). El mejor y último ejemplo de esta asimetría es, como dijimos, Honduras: los demócratas "burgueses" deben condenar sin peros y en toda la línea el golpe de Micheletti. La izquierda castro-chavista hasta impuso el vocabulario de este episodio a todos (gobierno de facto, resistencia popular, etc), pero a la vez milita por el proyecto hegemónico y teleguiado por Chávez de Zelaya, que es igualmente inconstitucional y de trasfondo autoritario. Pero aquí no hay condena, al contrario, hay apología a la luz del día. Y, de nuevo, se hace la publicitación descarada de procesos claramente autoritarios y violatorios de las constituciones, como el que lleva adelante Ortega en Nicaragua. A propósito: la policía sandinista acaba de moler a palos y detener arbitrariamente a una dirigente de derechos humanos. De nuevo, hubo un oprobioso silencio de los "organismos" argentinos y regionales. Lo increíble es que los de la izquierda castro-chavista no solamente no se sienten a la defensiva frente a maniobras como la última de Ortega, que habilitó su reelección de manera escandalosa, sino que las defienden casi con enojo. La izquierda juega así, de nuevo y como siempre, con cartas marcadas. Aprovecha hasta el último jugo las ventajas del republicanismo burgués, al que íntimamente, y no tan íntimamente, repudia con toda su alma. A la espera de que pueda voltearlo con un golpe, perdón, con una revolución. Un putsch, bah, como el de los bolchevicques de Lenin, contra los pobres y mayoritarios "menches". O como el golpe de Chávez contra el socialdemócrata Pérez. O bien van por un golpe por etapas, como el de Evo en Bolivia, el de Correa en Ecuador, el ya citado de Ortega en Nicaragua. En fin, todo vale cuando se trata de hacer avanzar la causa revolucionaria contra el capital.

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En Europa esta batalla tiene otro protagonista. Allí "la derecha" enfrenta al islam radical, y aún cuando lo haga con sólidos argumentos, es llevada a los tribunales, como ocurrió en Francia y Holanda. La persecución es implacable y a la vista de todos. Es el caso de la heroica Ayaan Hirsi Ali, a quien Holanda, atemorizada por los miles de extremistas islámicos que habitan allí, le soltó la mano de manera infame y cobarde. Las simpatías de idiota útil del progresismo europeo con el islam radical, al que se prodiga por darle todas las facilidades posibles para que crezca como el huevo de la serpiente en el corazón de Europa, indican no solo idiotez. Hay, al menos en un número alto de casos, una buena dosis de perversión y rencor. Se apuesta a que los barbudos hagan lo que no pudo hacer la izquierda revolucionaria surgida del 68. El caso del viejo Roger Garaudy, su conversión del comunismo más ortodoxo al islamismo, sirve ejemplarmente para ilustrar esta conducta perversa y resentida. Si no pudimos ganar nosotros e instalar el Gulag y la KGB en Francia, que prueben ellos. Mucha izquierda académica, húerfana de proyecto político real, y nutrida con Szizek, Negri y Laclau, "razona" de manera similar. Después están, claro está, los idiotas útiles puros. Los pacifistas liberales. Pero en este caso hay simple idiotez, no mala fe. Síndrome de campus de New England, no perversión a la francesa.

jueves, 29 de octubre de 2009

Por primera vez, la oposición le marca la cancha al gobierno

Lo fundamental de lo que pasó entre ayer y hoy lo dice Lilita en una conferencia de prensa desaliñada que da a media tarde junto a Adrián Pérez. Dice allí que el gobierno perdió la iniciativa, que ahora la tiene la oposición. Cristina, dice Lilita, debió llamar de apuro a Recalde y pedirle el proyecto sobre prestación universal y darle forma de DNU. O sea, seguir a la oposición. Que pondrá su propio texto sobre prestación universal como el primer artículo de su proyecto de ley electoral. Todo contundente, todo cierto, lo de Lilita. La verdadera jefa de la oposición, la única con verdadera fibra. Es verdad: por primera vez desde la derrota del 28 de junio, la oposición le gana una pulseada al gobierno y es éste el que debe correr detrás de la oposición y no al revés. Un contraste que vale especialmente para los santafesinos: Binner, desde Mar del Plata, adhirió fervientemente...al decreto de Cristina. No al proyecto y las críticas de Lilita. Clarísimo, no? Quien quiera entender, que entienda, de una buena vez. El PS sigue jugando a dos puntas, como hizo con la ley de medios. Un guiño para acá, otro para allá. En Mar del Plata, Binner se creyó seguramente muy astuto al agregar a su apología del decreto de Cristina un pronóstico sobre que el kirchnerismo ya está frito. Hermes: con eso no vas a ningún lado. Estás como Das Neves, mucho grito y golpearse el pecho, pero después, al momento de los bifes, te vas al mazo. Como dijo mi amigo el Loco a propósito del voto socialista a favor de la ley de medios, se refugiaron en su principismo, en que había un viejo proyecto parecido, del año 89, de Estévez Boero, para apoyar el proyecto K de medios. Lástima que no tomaron nota de que la sociedad santafesina repudia todo lo que venga de K, y su afán de hegemonía sobre los medios en especial. Este dato político primordial supera cualquier consideración coyuntural sobre los contenidos de las leyes o normas en discusión. Acá se trata de sumar fuerzas democráticas contra un gobierno que tiene una fuerte vocación antidemocrática, y que si no rompió todavía del todo con los controles y contrapoderes del sistema democrático es porque sencillamente no puede, nada más. Binner puede perorar todo lo que quiera sobre Estévez Boero, pero la boleta ya se la comenzaron a pasar los votantes con el voto del 27 de septiembre. Absurdamente, los medios porteños se empeñaron en ver ese día una victoria de Binner... sobre Reutemann. Una bobada monumental que hizo reir con ganas a los periodistas locales. En Rosario, el PS fue para atrás de manera contundente y no llegó al 30%. En la ciudad de Santa Fe ganó el radical Barletta, que ya se posiciona para pelearles la candidatura a gobernador en el 11. Y en decenas de ciudades y comunas del interior, fueron también los radicales los que salvaron las papas del Frente Progresista. En fin, ahora, en el día en que Lilita proclama con todas las letras la primera victoria opositora ante el gobierno, Binner se pone a cantar loas al decretazo apurado de Cristina. Chau, Hermes Juan. Arrivederci.

lunes, 26 de octubre de 2009

Debate en el Kursk; inquietante paralelo con el 76

Se debate en el Kursk: humo de cigarrillos, café en vasitos de plástico, en fin, lo de siempre. ¿Se viene el Colorado en el 11? Comento que los de la CCC han vuelto a ocupar la plaza enfrente de mi departamento. Los veo todos los días. Marginales en serio, el ultimísimo escalón social, traídos del extremo sur y oeste de la ciudad. Se habla del caso de la orga de Jujuy, de Milagrito y de sus 70 mil lúmpenes a sueldo, de los 10 palos al mes que recibe, etc. ¿Qué pasará con todo esto a partir del 2011? Habla el Loco: se viene una derecha fea, sin chumbos, pero fea. Van a barrer con los negros, con los pobres, con los cartoneros. Mmmm, no sé, le digo yo, fijate lo maricón que está el PRO en Capital, cuidan la corrección política como nadie. No, Pablo, replica el Loco, revoleando el pucho, lo que digo es que para 2011 la bronca de la gente, con todo lo que está pasando, con la inseguridad y el desempleo, va a llevar a una reacción social a lo 76, pero sin milicos ni golpe. Lo que estamos viendo es, de nuevo como en el 73-76, una pelea mortal entre los dos peronismos, el de derecha y el de izquierda. Pero ahora el poder y la presidencia los tiene la Tendencia y la derecha está en el llano, con el PJ disidente, con algunos pocos gremios. La pelea es entre ellos, y va a ser cada vez más pesada. Néstor está largando a las orgas a la calle, les está dando luz verde de a poco, como se vio en Jujuy, también en Mar del Plata, en cualquier momento en Santa Fe. Es un poco exagerado, pero es difícil no darle alguna razón al Loco. Yo agrego: ¿Cuantos ex Tendencia están en el gobierno o en su entorno? Decenas y decenas. Y después están los seguidores fieles del setentismo, los tantos Rossi y Carlotto Jr., que aunque no hayan vivido los 70, son fanáticos creyentes en "la lucha", están las orgas con buena plata y prensa propia, etc. Sumemos las operaciones tipo Pagni y Ciro James, la compra de diputados, la exasperación que va a traer la implementación de la ley de medios a marchas forzadas. Pero la pelea no es solamente entre PJ de derecha y la Tendencia, no, la pelea es entre el gobierno y toda la oposición en su conjunto, sea PJ o no. Morales sufrió a la Orga K y no es PJ. Mirá las operaciones contra Macri, y no es PJ. No, la violencia de Néstor va a ir contra toda la oposición y contra esa gran parte de la sociedad civil que enfrenta al régimen K. Como sea, llegaremos a mediados del año 11 al rojo vivo. Y sí, va a ser así, coinciden todos en el Kursk. Y como en el 76 el viraje podría ser brutal, insiste el Loco. Sobre el 76, recordemos que "nadie" apoyó el golpe...dicen ahora. Ocurre que la gran mayoría de la sociedad lo apoyó, porque estaba aterrada por el caos violento del peronismo y sus facciones armadas. Todos lo recordamos, en el Kursk, dada la avanzada edad que tenemos. Entonces el forzado paralelo del Loco con la actualidad vale, salvadas las enormes diferencias, que por suerte existen. Ahora las clases medias enfurecidas con la inseguridad urbana, la crisis, los piquetes, el paco, no van a pedir al ejército, sino a un restaurador de las leyes de saco y corbata, un Macri, un De Narváez. Fin del debate en el Kursk: hay que cerrar páginas a lo tonto, así que desfilamos por la escalera de la catacumba hacia la Redacción.

jueves, 22 de octubre de 2009

Fox y el 7 unidos por el Gordo,que denuncia una nueva conspiración

El Gordo volvió a la carga. En el programa ultraK 6,7,8 se despachó contra Bilardo, al que apenas días antes había abrazado entre lágrimas, y contra Vila, el de América. Hay una conspiración, dijo, para tumbar al heroico luchador social Julio Grondona. Un hombre del campo popular, claramente, al que la derecha busca sacar de su cargo, tan democráticamente ganado allá por 1978. Se debate en el programa de fútbol (?) de Fox, ese en el que charlan como si estuvieran en un café el Chavo Fuchs, los tipitos de Niembro y Arcucci. Se toman la revancha contra los periodistas de información general, que de toda la vida miran desde arriba a los deportivos. Es que en el video del programa del 7 es evidente que nadie sabe nada de nada de fútbol. Diego les explica a Barone y cia que necesita a Pareja para que "me barra el fondo" y lo miran como si hablara chino. Diego cuenta que le quieren sacar a Di María, porque "sube bien pero baja mal por izquierda". Caras de póquer en el estudio. Pero además el Gordo habla, cuándo no, de una conspiración, de otra más. Acá los muchachos de 6,7,8 se prenden, porque ellos de conspiraciones..., si sabrán. Si no, que le pregunten a Pagni. Es, la que denuncia Diego, una conspiración en su contra, claro está. Iban por Grondona aprovechándose de sus dichos sobre las felaciones generalizadas para todo el género humano. Vila se ha aliado con Bilardo, afirmó, para quedarse con la AFA. Bilardo, que lo habló a Leme, su ayudante. Un pecado mortal. El Chavo Fuchs repite la tesis del piquetero D'Elía: la clase media argentina lo mata a Diego por ser un negro, y exhibe un ejemplar de Ambito a modo de prueba. En fin, si todo esto es periodismo...Fox y Canal 7, o sea, Niembro y Bauer, unidos en el mismo barro, con el Gordo como amalgamante.

domingo, 18 de octubre de 2009

Población mundial y hambre: Elías, un ejemplo más de negacionismo demográfico

Un buen ejemplo de la negación demográfica: hoy Jorge Elías en La Nación se sale de agenda y se despacha contra el dato reciente de la FAO, acerca de que se superaron los mil millones de hambrientos en el mundo. Elías detalla el crecimiento galopante del hambre, pero olvida hacer algo básico: contextualizar ese dato con el resto de la información demográfica, que lo conforma y explica. Da las cifras de hambrientos y destaca cómo han crecido, pero escabulle la del total de habitantes. Un gesto muy católico, me parece. No conozco a Elías, no sé qué formación tiene, pero no me sorprendería si fuese de la Católica o de por ahí. Señalar la cantidad de hambrientos pero no decir cuántos habitantes tiene el mundo y cuantísimos menos tenía hace muypocos años es típicamente católico. No es deshonestidad intelectual, pero sí su primo hermano, el negacionismo. Por lo demás Elías cae en populismo franco cuando critica a los líderes mundiales por aplicarse a fondear el sistema financiero el año pasado... en lugar de alimentar las bocas hambrientas. En este punto se pone, argumentalmente hablando, en la misma línea de la izquierda nacional-populista, Luis D'Elía y Evo Morales.

el artículo: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1187642&pid=&toi=

jueves, 15 de octubre de 2009

Sexo oral para todo el mundo

A pedido del público vuelve este post:

El Gordo llora como loco y se abraza con el doctor, o sea, con Bilardo, que también llora como loco. Una fiesta en el Centenario. Bolatti, o como se llame, hizo un gol sobre la hora, no muy diferente de la carambola de Palermo, o sea, de Martín, bajo la lluvia del Monumental. Ya en la conferencia de prensa, el Gordo, fríamente y con los cartelitos de los sponsors de fondo y la Coca Cola adelante, suelta la famosa frase: que me la chupen. Por si fuera poco, insiste con la fina metáfora: que me la sigan chupando. Habla, claro, de los periodistas, que para él no fueron lo suficientemente complacientes con sus locuras. "Esta noche me recibí de técnico" fue otra frase memorable que quedó injustamente eclipsada por la del sexo oral para todo el mundo. La reacción es la previsible y, supongo, la que debe ser: condena, crítica redoblada ante la total ausencia de autocrítica, pedidos de renuncia. Pero yo todavía me río cada vez que me acuerdo. Me imaginaba a los gerentes de RRPP, o de imagen corporativa o lo que sea, de las empresas patrocinantes de la Selección helados ante el exabrupto del Gordo. Ojo, yo a Diego lo echo a patadas de la Selección mucho antes de esto, y traigo de vuelta al Loco Bielsa, y si no es posible pongo a un alemán rígido y bien facho. Pero la obscenidad del Gordo Argentino me hizo revolcar de risa. ¡Que me la chupen! ¡Que me la sigan mamando! No sé si las promotoras de Coca Cola se habrán sentido aludidas, o si habrán tenido el impulso de cumplir con el deseo del 10. Estaría bueno ir a preguntarle a una psicoanalista feminista, de esas feas de lentes con biblioteca atrás, qué opina de la propuesta de sexo oral del Gordo Nacional, que la mina hable de la problemática de género, de la sexualidad como poder, etc, etc. La anécdota me hizo acordar a Yeltsin puteando a los periodistas en plena Casa Blanca. Clinton, al lado, no podía parar de reirse. Si yo dijera un poquito de lo que dijo él me crucifican, comentó Bill entre lágrimas de risa mientras abrazaba al borracho de Boris. Ahora el Gordo le dio una vuelta de tuerca al exabrupto. ¡Que me la chupen! Solamente a él se le podía ocurrir una salida una así. La seriedad con que lo dijo hace mas reidera la situación. Ya superado el trance, vamos adelante con el Titanic de la Selección, a toda marcha hacia Sudáfrica, con Martín, con Bolatti, con Bilardo y la mar en coche. Y si sale mal, será culpa de los periodistas o de alguien más poderoso, que subrepticiamente le cortará las piernas a nuestro héroe, a nuestro Gordo. Y si por algún milagro la aventura sale bien, el Gordo volverá a la carga desde Johanesburgo: a todos los periodistas argentinos... que me la chupen! Bueniiisssimo!