sábado, 26 de marzo de 2011

Brasil, Timerman y una retórica "noble" que mata más que las bombas

Esta columna iba a ir de hoy para mañana ya sabemos dónde, pero quedó en carpeta por motivos bastante obvios:


Cuando Brasil, China o India se pronuncian contra la intervención aérea occidental en Libia, se posicionan en función de un juego de ajedrez global, por más que se envuelvan en valores universales, como paz y diálogo. Ese juego implica, casi siempre, ubicarse a priori en otra posición que EEUU y Europa. Cuando se pronuncian, entonces, no están pensando en cómo y cuándo esas frases plenas de retórica se concretarían en el desierto libio, sino en marcar distancias e independencia de EEUU y Europa.
La retórica diplomática es por esta razón muchas veces vaga y tendencialmente genérica, porque busca disociar al emisor de su discurso de los hechos crudos, tal como se comprueba por estos días. Pero el analista tiene la obligación de ver, al contrario, cómo se conecta la retórica de las cancillerías y de los líderes políticos con los hechos en el terreno. Por ejemplo, cuando Brasil pide el cese del fuego inmediato, afirma: “Brasil reitera su solidaridad con el pueblo libio en busca de una mayor participación y de una definición del futuro político del país, en un ambiente de protección de los Derechos Humanos”. Queda claro el nivel de abstracción y, podría decirse, de negación de la realidad. Por otro lado, ¿alguien en Itamaraty cree seriamente en los innumerables alto el fuego declarados por Kaddafi por estos días?
Argentina,vía Twitter, va por el mismo camino: el canciller Timerman lamentó en la red social que no se haya seguido con la vía de la negociación diplomática cuando, según él, todavía había márgenes para ello. Veamos de nuevo las declaraciones contrastadas con los hechos: el sábado pasado,cuando los cazas franceses entraron en acción al sur de Bengazi, la ciudad capital de la rebelión estaba siendo atacada masivamente desde hacía unas 12 horas por los kaddafistas con tanques, blindados de infantería y artillería. Aún hoy Bengazi no se recupera de ese golpe, relatan los periodistas que están allí. Kaddafi había amenazado a los 650 mil bengasíes con una represión “sin misericordia ni piedad", y estaba cumpliendo cabalmente la palabra. ¿Había más tiempo para seguir negociando, como asegura Timernan? La propuesta de Timerman, si se llevaba a los hechos, significaba darle la victoria a Kaddafi en Bengazi y la muerte de miles de civiles. Así de letales pueden ser las (presuntas) buenas intenciones dialoguistas y la retórica paficista formuladas a miles de km. del frente de combate y con segundas intenciones que nada tienen que ver con el pacifismo y sí con el afán de "diferenciarse" (de EEUU, la Otán y Europa).
Más frontal que las naciones sudamericanas ha sido India: nadie, dijo,“ningún par de países”, debe intervenir en Libia, en el conflicto interno de otro país. Acá surge con absoluta claridad y sin recurso alguno a la retórica pacifista el corazón del asunto para las potencias asiáticas (India, China) y euroasiáticas (Rusia): la intevención en favor de los rebeldes es un mal ejemplo, que se debe condenar totalmente y sin matices. China e India tienen demasiados conflictos internos o países anexados (Cachemira, Tíbet) como para solidarizase con la rebelión libia, que para colmo tiene una fuerte marca regional (Cirenaica). La furiosa frase de Putin sobre las cruzadas indica muy claramente la molestia rusa y asiática con la intervención occidental. Es que esta remake del intervencionismo humanitario occidental de los años 90 pone en discusión necesariamente el añejo principio de no injerencia en asuntos internos, aunque esos “asuntos internos” sean un crimen de lesa humanidad en plena ejecución.

lunes, 21 de marzo de 2011

Libia: Sarkozy, el único con ganas de ayudar en serio a los demócratas libios

Lunes: la coalición contra Kaddafi se agrieta; Brasil aprovecha y se lanza al ruedo con una propuesta de "diálogo" que se equipara en hipocresía a la de Chávez de hace unas semanas. En fin, demasiado poco lo que se ha hecho pero es mejor que nada. Falta más compromiso en el terreno, pero para eso Occidente debería ser menos débil de lo que es. Hoy Obama prácticamente le dio un ultimátum a Europa para que se haga cargo de la operación. Todos salvo Sarkozy parecen deseosos de decir "bueno, hicimos todo lo posible, suerte", y dejar a la rebelión democrática sola. El sábado, cuando se lanzó finalmente la operación, cuando ya habían entrado los asesinos de Kaddafi a Bengazi, escribí esto, que salió publicado, con algún retoque, en el diario donde trabajo (copio el boceto original porque en la edición online no colgaron mi columna):


Sarkozy lleva a Francia a ocupar nuevamente su rol de potencia mediterránea ante el vacío creado en el área, evidente desde la crisis en Túnez. El francés espera ganar puntos en la escena internacional para sumarlos a su carrera presidencial en 2012. Más allá de esta especulación política legítima, Sarkozy reposiciona a Francia en un rol internacional finalmente no subalteno. En las intervenciones anteriores similares: Bosnia (92-95), Irak (90-91) y Kosovo-Serbia (99), Francia había acompañado una iniciativa esencialmente estadounidense. Ahora, el propio EEUU está interesado en no ser el líder de la coalicion militar anti-Kaddafi. Ayer, mientras los jets franceses comenzaban a atacar los blindados de Kaddafi , Hillary daba una conferencia de prensa. Sólo más tarde comenzaban a actuar los cazas de Washington.
En contraste con la tibieza y timoratez de muchos de sus pares europeos, Sarkozy da un paso adelante y hace la diferencia. Pero ya era tarde, al menos en parte: las tropas de Kaddafi aprovecharon los últimos días para avanzar hacia Bengazi con todo lo que tienen y desde la noche del viernes combatían dentro del casco urbano. La orden de ataque se debió librar 48 horas antes, para tomar a esas fuerzas en medio del desierto y no en un ambiente urbano, mezcladas con los civiles. Además las fuerzas aéreas francesas son poco numerosas: ayer se hablaba de unos 25 cazas Rafale y Mirage en esta primera intervención, y apenas cinco en el primer ataque. Demasiado poco para inclinar la balanza, y de ahí el necesario ingreso de los cazas británicos y, en algún momento, estadounidenses.
La comunidad internacional dejó que Kaddafi avanzara y tomara en las últimas dos semanas ciudad tras ciudad, sometiéndolas brutalmente (les corta el agua a cientos de miles de personas en Misurata desde hace 5 días, además de bombardearlas diariamente). En Zawiya, que quedó totalmente arrasada, no hubo prisioneros: la televisión de Kaddafi habló de una "purga". Cuando las naciones se dieron cuenta del costo político y moral que iban a pagar ante una inminente derrota total de la rebelión democrática y de la masacre a gran escala que Kaddafi preparaba para Bengazi (prometió a esa ciudad de un millón de habitantes una represión “sin misericordia ni piedad”), reaccionó, aunque tardíamente, como queda trágicamente claro por estas horas.
En estos días cruciales Alemania e Italia siguieron jugando a favor del “no te metás”. La miseria moral y el enanismo político y geopolítico de esta postura resultan evidentes, se comentan solos. Un barco de la italiana ENI fue descubierto esta semana miestras cargaba crudo en secreto en un puerto libio en manos de Kaddafi. La espeluznante Liga Norte, componente fundamental de la alianza de gobierno de Berlusconi, es el mayor soporte político de este no intervencionismo italiano, por fortuna superado in extremis. La alemana Angela Merkel, en tanto, abogó incansablemente por no intervenir en Libia. Su ministro de Exteriores, el liberal Westerwelle, dio numerosos discursos y declaraciones en pro de esta noble causa consistente en mirar a otra parte. Alemania es la cara más visible de esa Europa rica,vieja y aburguesada que solo quiere que la dejen tranquila gozar de su riqueza, como a un millonario jubilado.
Por suerte para los libios, Sarkozy demuestra que todavía existe otra Europa, con algo de fibra y de sangre en las venas. Con ganas de protagonismo en la escena internacional, no sólo en los salones donde se hace diplomacia, sino también allí donde corre sangre y se hace historia como siempre ha sido: poniendo el cuerpo.
En cuanto a América latina, sólo los países del el eje castro-chavista se juegan en el conflicto libio, y a favor del genocida Kaddafi, compañero de ruta de su “antiimperialismo” primitivo. Chávez habló de una acción “lamentable” y reiteró la rústica tesis de “van por el petróleo”, que nadie informado toma en serio. Evo Morales también salió en defensa de su aliado: “ahora no es un problema, le inventan un problema (a Libia) y el problema es querer apoderarse del petróleo”, argumentó con su conocida confusión sintáctica el presidente boliviano. Los países más importantes de la región, como Brasil, que se abstuvo en el Consejo de Seguridad, optan por callar y tomar distancia, bajo el argumento de la regionalidad. Pero, ¿por qué Lula se jugó el año pasado (y perdió) en favor de Irán y ahora su sucesora y pupila no tiene nada que decir sobre la matanza en Libia?

viernes, 11 de marzo de 2011

Vía libre para Kaddafi

Hoy abrí el portal de Al Jazzeera para informarme de Libia, y comprobé que también ellos abrían con Japón. Kaddafi, en su paranoia terminal, debe creer que su dios personal vino en su auxilio. Ante la magnitud de lo de Japón, ¿a quién le importa el martirio consumado ayer en Al Zawiya? ¿o el avance sobre Ras Naluf? En cuestión de minutos, la tragedia libia salió de los titulares en todo el mundo. Basta ver los portales de todas las latitudes, y es fácil anticipar las ediciones de mañana/hoy. Habrá habido risotadas salvajes en Trípoli, y un alivio vergonzante en Bruselas, donde la cumbre de los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE parió otro "reto" a Kaddafi y una "exigencia" para que se vaya. Sí, es cierto, semi-reconoció a la oposición de Bengazi, pero justamente, a medias. Y nada más. Si algo lo frena en los próximos días a Kaddafi será la increíble valentía de esos chicos libios que enfrentan a los tanques montados en camionetas, y nada pero nada más.

jueves, 10 de marzo de 2011

Chávez auxilia a Kaddafi: una copia de la campaña por la "paz" del PC y la Urss en los años 50

Los parecidos entre el chavismo y el castrismo y el stalinismo son asombrosos, es evidente que no son casuales. En los años 50 y 60, el PC desarrolló a nivel internacional una campaña "por la paz mundial"...en la que se atacaba solo y exclusivamente a EEUU y la Otán, mientras la superpotencia nuclear imperialista de la URSS era presentada como si fuera Gandhi. Bien, ahora, 60 años más tarde y a menor escala, Chávez hace lo mismo con Libia. Sus agencias de propaganda y sus intelectuales orgánicos llaman a una campaña "por la paz" y contra la intervención extranjera en Libia...que es lo mismo que pedir que lo dejen a Kaddafi perpetrar tranquilo el genocidio actualmente en curso (véase el martirio de la ciudad de Al Zawiya). Acá van unas muestras de este repulsivo recurso propagandístico del chavismo:
y

Atilio Borón repite el libreto castro-chavista:


Mientras, la BBC reporta que un equipo de sus periodistas fue detenido y sometido a golpes y simulación de ejecuciones durante 21 horas, mantenido en una celda manchada de sangre y desde la que oían gritos de dolor... La complicidad de estos "intelectuales" con el genocidio en Libia es abierto. Sin embargo, por el doble estàndar ya mencionado, se salvan de la condena generalizada que sí sufriría la derecha si, por ejemplo, hubiera salido a defender a Mubarak y su represión con 300 y pico de muertos...


Y ya es escandaloso el silencio pertinaz de los autodenominados organismos de DDHH argentinos, formado o dominados por gente de la calaña de Borón. Más, me imagino que la Bonafini se debe estar mordiendo los codos para no salir públicamente a defender al Coronel Kaddafi. Pero debe haber recibido una orden tajante del gobierno de callarse. Esta misma "línea" explica que en Argentina no exista una solidaridad oficial activa y descarada con Kaddafi. El aparato propagandístico K se cuidó mucho de caer en ese grueso error. Véanse las coberturas de Miradas al Sur y Página 12, por ej.

lunes, 7 de marzo de 2011

Sobre la política exterior como un video game

Ante la única alternativa seria para frenar a Kaddafi, o sea, la zona de exclusión aérea, la Casa Blanca elige el ninguneo y la ironía de trazo grueso ("esto no es un video game"). En fin, sigue el inmovilismo, mientras los patéticos de la Otán y la UE charlotean sobre más sanciones, de esas que a Kaddafi, a estas alturas, le procupan menos que la CPI de Moreno Ocampo. En el medio donde trabajo escribí esta columna:

http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2011/3/edicion_856/contenidos/noticia_5260.html