miércoles, 4 de junio de 2008

Arrivederci

Unas líneas de despedida antes de cerrar este blog. Noté, en este tiempo, que perdía mucho tiempo y, especialmente, esfuerzo (del que no cuento con grandes reservas) con la "actualidad", y mis lecturas importantes estaban quedando en segundo plano. Pero no se trata de lecturas, sino de lo que estas mientan, señalan. Mi tiempo en la Tierra no es infinito, pero sobre todo y además, mis vivencias más profundas no pasan por lo politíco-social, sino por la subjetividad pura (esa que el Psicoanálisis jamás sospechará que existe siquiera, y que los cientistas sociales anulan de un plumazo). A ellas, a mis vivencias Mías y Originarias, trataré de dedicar esta última parte de mi vida, pocos o muchos años que sean. Cuando una columna sobre el conflicto del campo o un ensayito sobre América latina pasa a ser más importante que Heidegger (o, mejor, que la crítica a Heidegger), o que ese unicum que es Gaston Bachelard, o la lectura de unas páginas de Pizarnik, bueno, algo está mal, las prioridades se han perdido. Una camniata por Rosario en esta tarde de invierno me convenció de este error existencial. Así que esto queda aquí. Arrivederci, que no es addio. Days.