domingo, 28 de diciembre de 2008

Signo de los tiempos: el fin de una micro-dictadura en Rosario

Este es un caso de recuperación de la democracia, pero a pequeña escala. No se trata de un país, ni de una ciudad, sino de un club: Ñuls (Newell's Old Boys). Después de 14 años sin elecciones y bajo un régimen mafioso-terrorista, la conjunción del deterioro de la gestión, de sus vínculos con los distintos estamentos del poder, y el cambio de signo politico en el gobierno de Santa Fe, lograron sacar a Eduardo J. López del club. Una épica democrática a nivel de club futbolero, no por eso menos significativa. Un buen ejemplo de cómo la sociedad civil, cuando se despierta, puede. Porque hasta ese domingo histórico del 14 de diciembre López parecía invencible. Incluso ese mismo día la mayoría no daba un peso por la oposición. Pero con el correr de las horas se supo que habían votado mucha más opositores que oficialistas. Se confirmó en el escrutinio: López, que siempre se había presentado como el que popularizó a un club de clase media del centro llevándolo a los barrios, apenas juntó dos mil votos, la mitad de su rival, Lorente. El club que dejó está vaciado y devastado, como se sabe. En los 80 y primeros 90, Ñuls era un club de excelencia, con las mejores inferiores del país, y además cumplía un importante rol como centro de actividad social, con decenas de deportes amateur para chicos y adolescentes. López no dejó uno. Además barrió con las piletas y los asadores. Si un chico se destacaba en las inferiores, el padre tenía que llevárselo o acordar con la barra, que así se hizo dueña de los pases de muchos jugadores. Luego obligaba a hacerlos jugar al técnico de turno para cotizarlos. El viejo Griffa dice que nunca en estos 14 años pudo ver un partido de Ñuls, ni por televisión. A la cancha no quería ni tampoco podía ir: tenía prohibida la entrada por López. Desde abril estará nuevamente a cargo de las inferiores.
Una trama densa de complicidades institucionales, policiales y de criminales marginales hizo posible esta dictadura. El Ñuls de López fue por esto un caso único en el fútbol argentino. Ni Racing ni Central llegaron tan lejos en su degradación. López, se asegura en Rosario, es radical. Lo cierto es que su largo dominio de Ñuls coincidió con el aún más largo del PJ en Santa Fe. "Esto (por la derrota electoral de López) con Obeid no pasaba, te lo aseguro", me comentó un amigo que es profundo conocedor del paño pejotista. Es que, aunque con muchos matices y temores, las instancias institucionales esta vez no hicieron la vista gorda. La Ispección de Justicia disolvió la junta electoral de López y puso cuatro interventores. Previamente, un juez civil se animó y ordenó hacer las elecciones, contra el parecer del mafioso. Un parecer que hasta hace poco era sacrosanto. Ni hablar de la policía, que obedecía sus deseos metódicamente, dejando que sus patotas molieran a palos a los chicos que protestaban en la cancha, y lejos de ella también. Esto pasó durante sus 14 años, sin que ningún matón fuera preso. Ni uno. En los últimos meses, cuando se consolidó la oposición, el dominio terrorista se redujo y se circunscribió a la cancha y su zona: ahí los barras "marcaban" a los opositores y los mataban a trompadas. Sin que la policía moviera un dedo, como siempre. Pero el domingo de las elecciones, bajo presión del gobierno de Binner, la cana actuó correctamente y garantizó la seguridad de la elección. López estaba perdido: no podía enfrentar una elección medianamente limpia y lo sabía. Para que pasara esto debieron sumarse varias decisiones colectivas: la sociedad santafesina decidió sacar al PJ del gobierno provincial en 2007, ante todo. Segundo, y en este clima de fin de régimen PJ-K, de "ahora se puede", una parte importante de la sociedad rosarina repitió la gesta a pequeña escala en Ñuls. Bien hecho. Ahora vamos por el 2009 y el 2011. No en Ñuls, claro, sino en el país.

viernes, 5 de diciembre de 2008

El efímero retorno de la pequeña burguesía radicalizada

Junto con el kirchenirsmo llega a su rápido ocaso la remake del setentismo impulsada desde el gobierno y apoyada por una intelligentsia nostálgica, avejentada y estéril.

La obsesiva invocación del setentismo por parte del universo K es a la vez una cobertura retórica rápidamente creada ad hoc por N y CFK en 2003 y un fenómeno sociocultural. Porque, más allá del evidente oportunismo de Néstor y su compañera de militancia y de fortuna, es evidente que todo un sector "compró" esta proposición, aún sabiendo de su precaria calidad. Había una necesidad compulsiva de creer, de poder decir "volvimos". El retorno setentista tiene todos los visos de una remake de provincias, tardía y precaria, hecha con poco presupuesto y malos actores. No por falta de dinero, claro, sino por falta de ideas, valores, articulación comunicacional, referentes; en suma, de una cultura de izquierda radical lozana y proponible. En los 70, el fenómeno de la radicalzación revolucionaria fue protagonizado casi al 100% por las clases medias. No fue un fenómeno proletario, pero sí tuvo masividad en las clases medias. Hoy no sale del círculo de los iniciados. Esto se aprecia claramente al estudiar el peronismo setentista. A la JUP de la Tendencia la conformaban militantes de carreras como Ingeniería, Medicina, Derecho, es decir, las masivas, no era sólo cuestión de Filosofía y Letras y Sociales (al contrario: estas carreras eran dominadas por la izquierda marxista, muy activa en lo cultural pero siempre minoritaria políticamente).
La actual radicalización pequeñoburguesa neoperonista no tiene ni por asomo aquella masividad a la que remite constantemente la evocación oficial. Se limita a los "aparatos", como La Cámpora, al ambiente de la intelectualidad universitaria, a algunos medios y no mucho más. Otro problema evidente es que este sector hoy no cuenta ni por asomo con un Paco Urondo, un Walsh, ni ninguna figura apenas brillante, que tenga menos de 35-40 años. Se repiten así las firmas y los rostros avejentados de aquel entonces: los sobrevivientes, con toda su carga nostálgica y rencorosa. Carta Abierta, el Perro Verbitsky, Hebe de Bonafini. Si se ven caras jóvenes es de "cuadros" del kirchnerismo de dudosíma calidad intelectual (Máximo K y La Cámpora, el temible hijo de Carlotto). Este bajón de nivel no es casual. Por un lado es parte de la época. Los estándares dominantes en la UBA de los primeros 70, por caso, dejarían afuera a casi todos los chicos que militan en sus actuales centros de estudiantes. Pero también es un hecho que la izquierda no tiene "baterías" para sostener ninguna Kulturkampf, ni soñar con hegemonías gramscianas. Fenómenos como el del Centro Editor de América Latina y tantos otros de aquellos años son por eso irrepetibles. No se pasa así de sumar a Canal 7 y los demás medios estatales, Página 12 y poco más que eso. Después están, como siempre, las Academias estatales, pero ya se señaló con qué caída de calidad y falta de ideas nuevas.
La razón de fondo de este fracaso apenas encubierto es, creo, que hoy las reivindicaciones sociales y culturales, terreno por definición de la izquierda, ya no van en el sentido de buscar un cambio total y cataclísmico de la realidad social-histórica, con un plan de acoso y derribo del capitalismo. En los países centrales los reclamos son menos ambiciosos y con fuerte identidad grupal: los gay, el feminismo, los ambientalistas, los trabajadores precarios, etc. En esos países la izquierda radical tuvo un renacimiento como reacción a la globalización, pero ese fenómeno (Seattle 2001) ya se asentó y muestra sus clarísimos límites. Ahora, gracias a la crisis financiera, tiene chances de renacer, pero en todo caso tampoco allí hay una generación de intelectuales de categoría que aporte un marco teórico novedoso y a la vez políticamente revolucionario. Algunos viejos, como Vattimo, se quieren engañar a sí mismos con América latina, simulando esperanzarse con Chávez y Evo. Una impostura crepuscular, un radicalismo senil que no atrae ni entusiasma a nadie. En cuanto a las expectativas locales o regionales, también las izquierdas populistas surgidas del fermento de la globalización y los 90 muestran signos de agotamiento, a comenzar por su figura principal, Chávez, en pleno retroceso.
Con CFK en profunda crisis y dando golpes de timón a la desesperada, la pequeña burguesía radicalizada vio en el acuerdo de los K con Aldo Rico y, más en general, con el pejotismo bonaerense, la oportunidad ideal para el esperado distanciamiento crítico. Se vuelve así al otracismo de siempre. A los libros, a la facultad, a las vacaciones con un matrimonio amigo en Gesell, al analista, a la lectura del último maitre á penser salido de la inagotable factoría cultural francesa. Por esto en estos círculos la actual crisis financiera internacional no se vive con expectativas ni entusiasmo. Apenas se la ve pasar. En toco caso, y muy pequeñoburguesamente, se temen sus efectos sobre la propia cotidianidad y no mucho más.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

PS a "El pequeño bigotito..."

Ante todo: la palabra "estrecheces" no existe, es un plural de "estrechez" que, creo, me inventé. No puedo precisar en este momento si se me ocurrió a mí o al pequeño y volcánico Bigotitos.

Segundo: querría agregar algunos comentarios al episodio principal. Uno: que el video de Gorki es una pendejada de adolescente. Lo vio mi esposa, quien es bastante conservadora en materia de tutela de la dignidad de la persona y esas cosas. "Me pareció una travesura de chicos de la secundaria. Una de esas que se le hacen al director demasiado severo y plomo", me comentó.Y es eso y nada más: no se trata de una película, de un videoclip profesional de la MTV, de un capítulo de Los Simpson. Solamente de un video casero hecho por una banda de chicos aficionados y subido a You Tube como tantos miles. Doblemente naif y a la vez doblemente grave la indignación del Dr. Bigotitos,entonces. Y la del régimen cubano, que le da entidad a un asuntillo menor, a una anécdota que debería hacerlo reír. Lo que delata su tremenda inseguridad, su miedo senil. Su vetustez. Esto es lo otro que quería comentar o agregar: la vetustez del Dr. Bigotitos, su indignación de vieja señora beata. Su look años 70, por tanto, no era nada casual. Hubieran visto sus modos pomposos, su republicanismo de izquierdas tan exhibido ("¿aquí me siento, en este trono? Yo,que soy un republicano...). Ay, Bigotitos, te lo digo: eres un pelmazo. De izquierdas, pero un pelmazo. Ala, vete a abrir barrigas con el bisturí que para eso eres bueno, según dicen.

El pequeño bigotito enfadado con Gorki y Yoani

No va que estoy un día solo en la Sección y me encargan entrevistar al cirujano español que trató a Fidel a fines de 2006, y que se hizo famoso por negar entonces y ahora que el viejo dictador sufriera un cáncer de colon. Afirmación poco creíble en boca de un destacado especialista en cirujía oncológica abdominal, no? Me leí la entrevista que le había hecho Perfil y lo que el tipo había declarado en aquel entonces y me fui con el grabador. Bigote finito, bajo y muy bronceado, pelo negro engominado: me recordó a los oficiales del ejército que padecí a fines de los 70 en el servicio militar. Y resultó que el parecido no era arbitrario, ni la evocación del pasado lejano tampoco. Pregunto lo previsible: ¿Tiene o no tiene cáncer? ¿entonces, está bien y si está bien por qué dejó el poder, tan luego él? Absurda respuesta: Fidel está bien, dejó el poder porque quiso. "Sí, claro. Esta no te la cree ni Patricio Echegaray", pensaba yo mientras seguía el discurseo del bigotito arrogante. Dejamos la medicina y pasamos a la política explícita (porque lo otro había sido propaganda encubierta con una capa de medicina): doctor, ¿cómo ve ud la transición cubana, si es que la hay? Bueno, que todo es culpa del bloqueo, claro, que las estrecheces obligarán a realizar cambios, pero sólo en los valores de tercera línea de la revolución. Etc, etc. Bien, apunto, pero hay un reclamo de libertades en Cuba que ya es inocultable: ahí están Yoani, la detencion del rockero Gorki...y aquí se desató la tempestad. Asistí de persona a un fenómeno insólito: el pequeño señor del bigotito marcial literalmente estalló. Apenas nombré a Gorki me interrumpió con voz destemplada: ¿pero ud ha visto el vídeo (así, acentuado a lo gaita), no lo ha visto? Bueno,no, he leído la letra, atiné a responder (en realidad recordaba mal: había escuchado la canción, El Coma-andante). Y él: pues que es injuriante, no se puede tratar a nadie así! Vea el vídeo y después juzque! Mire, la canción me pareció apenas irreverente y en cualquier caso no se puede enviar a la cárcel a un artista por una canción, repliqué, ya recompuesto de mi estupor. Pero el hombrecito seguía: Ah, no, porque es vejatorio ese vídeo, hay penetraciones anales!...bla,bla. De tanto recomendarme que mirara el bendito "vídeo" terminé recomendándole que leyera a la Yoani. Respuesta, aún peor que todo lo anterior: la he leído. Y ella tiene su libertad comprometida por su actitud beligerante contra la revolución. Pero ella y las Damas de blanco y todos los disidentes demuestran que en Cuba se puede hacer oposición y seguir libres (subrayaba mucho esto: siguen en La Habana, casi con escándalo, como diciendo ¡y todavía no les meten dentro!). El fino bigotito del doctor temblaba todo el tiempo, impulsado arriba y abajo por la sagrada indignación revolucionaria, mientras yo ponía mi media sonrisita insolente, esa que tanto disgusta a mis enemigos del campo nacional y popular. Los acompañantes del doctor estaban helados. Terminé rápido, porque debía cederle el lugar a la gente del suplemento de salud. Pero hubiera estado bueno seguirla un rato. No siempre se logra que un entrevistado se saque así. Y me pregunto de paso, ¿el de Perfil, que le hizo una entrevista mucho más extensa, no tuvo oportunidad de preguntar ni una vez por las libertades que faltan en Cuba?
Narrada la penosa anécdota, intentaré un somero análisis: los sofistas de la dictadura cubana hacen pasar la disidencia mal tolerada por libertad de expresión y de oposición. Según nuestro doctor, sería lo mismo tener un blog o colgar un video casero en You Tube que fundar un partido político, publicar un diario o emitir un programa por radio. Una falacia más que obvia, pero que se vende bien a un público como el argentino medio, predispuesto a comprar a Fidel y la epopeya imaginaria que creen encarna el insoportable geronte. Este éxito externo explica buena parte de la perdurabilidad del régimen castrista. Cuando cayeron la Urss y las dictaduras de sus satélites, acá nadie lo lamentó, fuera del reducidísimo círculo del PC y de la pequeña intelectualidad. No existía ninguna simpatía hacia las horribles Urss de Breznev y la DDR de Honecker, por cierto. Con Cuba, en cambio, se mantiene una corriente de identificación emocional: David contra Goliat, el "bloqueo yanqui", Martí, etc. Y gente como Gorki, Yoani y los demás cubanos pagan las consecuencias sobre su propia piel.

sábado, 25 de octubre de 2008

Afjp: de nuevo la psicología K del hecho consumado

Durante septiembre, cuando estalló la crisis de Wall Street, la sociedad estadounidense y el mundo entero asistieron a un debate público, directo y transparente. Henry Paulson y Bush enviaron al Congreso su primer borrador de ley para enfrentar la emergencia. Que, pese a la debacle financiera en pleno auge y mientras caían bancos todos los días, la Cámara Baja rechazó. Siguió una semana de furia, con Paulson y Bernanke dando explicaciones a los congresistas bajo riguroso interrogatorio y cediendo en muchos puntos, mientras demócratas y republicanos hacían valer sus votos, mostrando al mundo cómo trabaja un Congreso independiente en serio, aún en una emergencia nacional. Finalmente llegó el esperado Sí. La crisis siguió, como todos sabemos. Pero EEUU hizo su parte a la luz pública y de manera plenamente republicana.
Pocas semanas después, en los jardines de Olivos, no más de cuatro personas decidían, asado mediante y en total secreto, el destino de millones de futuros jubilados. Estaban confiscando los ahorros previsionales privados de esos ciudadanos. Que se enteraron por los diarios amigos del gobierno del hecho consumado. Luego, con la pretensión de que sea un mero corolario formal, se envió al Congreso el proyecto, nuevamente como paquete cerrado, como ya se había hecho con la fatídica 125. Llave en mano, no negociable. Pese al negro resultado de la experiencia con el proyecto para subirle las retenciones al agro, el gobierno K repitió el procedimiento: todo se fraguó en secreto, no negociado ni negociable, a todo o nada. Esta reincidencia de procedimiento indica claramente que existe una psicología en el núcleo del poder que supera los instintos políticos más básicos, esos que hacen aprender de las derrotas. El poder K no se concibe ni se ejerce con la negociación, mucho menos con el diálogo a la luz del día, como hizo la administración Bush con el Congreso. Esta caracterización queda firme más allá de lo que suceda con el trámite parlamentario y su previsible vals de cambios, negativas y ofertas de todo tipo. Porque el gesto del hecho consumado, del puñetazo salido de la nada, ya se cumplió. Nuevamente.
En segundo lugar, detrás de la inopinada medida puede percibirse un background de cerril anticapitalismo. No es este sesgo una novedad en el universo K, pero el caso de las Afjp muestra una nueva faceta del asunto. Tener una cuenta en las administradoras de pensiones significaba para los aportantes seguir en alguna medida los mercados financieros y leer los informes trimestrales sobre el rendimiento de la inversión que hacía la AFJP libremente elegida por cada uno de ellos. Un poco como hacen desde hace décadas los futuros jubilados americanos. En suma, implicaba familiarizarse en cierto grado con la cultura de los mercados, con sus hábitos, su vocabulario y su lógica. Y esto de ver a millones de ciudadanos involucrados en su futuro mediante inversiones financieras de riesgo, adoptando casi sin darse cuenta una buena dosis de cultura de mercado, debía resultar una imagen indisgesta, insoportable, para los cruzados del anticapitalismo K.

lunes, 20 de octubre de 2008

Joe el plomero trucho puso el dedo en la llaga fiscal de Obama

Barack Obama ganará con seguridad el 4 de noviembre. Pero es indudable que con el episodio de Joe el plomero, pese a que resultó bastante trucho el hombre, le entró una bala. El punto es que Joe, pese a no tener matrícula, metió el dedo en la llaga fiscal: Obama puso el listón fiscal en los 250 mil dólares; de ahí para arriba, meterá más impuestos, aún a pequeñas firmas como la que quiere adqurir el plomero no matriculado de Ohio. Obama le respondió a Joe que su cifra de corte deja eximidas al 95% de las familias americanas y al 98% de las pymes. Puede ser, pero la empresa que quiere comprar Joe está por encima de ese límite, en el 2% restante, y no parece que se trate de una gran pyme, al contrario. El episodio evidenció el carácter depresor que puede tener el activismo fiscal, cuando en general es visto como lo contrario. Porque meterle Ganancias del 39%, como propone Obama, a una pyme que factura 251 mil dólares realmente parece demasiado (todo este argumento vale si tengo claro el esquema fiscal americano y no es, el de 250 mil dólares, un techo sólo aplicable a los salarios).
En segundo lugar, el programa fiscal de Obama, igual que el de McCain, promete recortes que agudizarán el ya enorme déficit fiscal americano. El independiente Tax Policy Center señala que el demócrata propone un recorte de 2,9 billones de dólares en el período 2009-18. McCain no se queda atrás: 4,2 billones. Nadie cree seriamente que estos recortes fiscales puedan sostenerse sin aumentar el déficit y la deuda pública. "El plan de Obama tiene muchas virtudes, pero sus propuestas de ahorrar son una quimera... no estamos hablando de un déficit del 5% del PBI, sino de uno muchísimo más grande", señaló en el New York Times David Brooks, en uno de los tantos artículos que reproduce La Nación en estos días de crisis. Claro que tal vez EEUU aún pueda darse estos lujos: en plena crisis de Wall Street, con la Fed prestando a bancos en alto riesgo, los inversionistas de todo el mundo compran a manos llenas bonos del Tesoro americano, además de dólares. Ningún otro país puede entrar en picada de esa forma y a la vez vender sus bonos y su moneda con tanto éxito. Esto le da a EEUU y a su gobierno un margen de maniobra que ninguna otra economía nacional posee.
Pero a mediano plazo la falacia del recorte fiscal en un país con alto déficit y una consecuente deuda pública acumulada y en crecimiento, no puede sostenerse por mucho tiempo. La receta keynesiana de gastar más es difícil de aplicar cuando se viene gastando más desde hace años. Bush recibió de Clinton, un demócrata moderado fiscalmente, un superávit de alrededor de 250 mil millones de dólares en enero de 2001. Ocho años después deja un déficit al menos tres veces mayor. Así, apretar el botón del gasto público no luce como la mejor de las recetas, salvo por la excepción recién apuntada.
Por esas paradojas que tiene la vida, el gobierno argentino padece una situación bastante parecida: aunque no tiene déficit, sobregastó locamente en los últimos años para mantener el crecimiento en el rango del 8% del PBI, pero así aceleró la inflación y esto deterioró el tipo de cambio. Ahora, cuando sí debería gastar más, no tiene fondos para hacerlo (nunca construyó un fondo contracíclico y de hecho está cortando el gasto en obra pública) y una devaluación importante devastaría al ya decaído salario real y dispararía la inflación. A propósito de falta de plata: el gobierno acaba de anunciar la eliminación de las AFJP.

martes, 23 de septiembre de 2008

Del espesor cultural que no tiene nuestro liberalismo

Acá se habla, una vez más, del espesor cultural (que no tiene) el liberalismo latinoamericano. Decía antes: hay que ir a buscar a la izquierda la creación o producción cultural que no surge del regazo estéril del liberalismo. Se responderá: ahí están Vargas Llosa, Krauze, y otros pocos, en lo que atañe a la región. Se puede invocar además a los Grandes Muertos: Octavio Paz, Borges. Perfecto: ahora citen a alguien de menos de 40 años, por favor. Un novelista, un poeta, un director de cine, alguien. Nada, silencio. Se dirá: ¿qué importa? ¿qué tiene que ver esto con consolidar un sistema de sociedad abierta y economía de mercado? Algo. Veamos.

Creo profundamente en la necesidad urgente de una cultura liberal sólida y con raíces en la sociedad. Porque hoy se pierde la batalla cultural en América latina contra una izquierda grotesca y tosca (en lo político), que plantea programas improponibles por su antimodernidad, en parte por esta falta. Por no tener una verdadera y extendida cultura liberal, tanto a nivel popular como entre la elite universitaria. Se paga la falta de ese bagaje complejo denominado cultura. De otra forma la izquierda populista no podría ganar como lo hace, y mucho menos tener el espacio que tiene en la "prensa burguesa", en buena medida ganado por ella gracias a ese vacío cultural. No basta con tener una legión de "técnicos", triste y reductiva designación que se da a los economistas, ellos también, en otros tiempos, hombres de la cultura. Las universidades privadas producen camadas de yuppies, impermeables a toda forma "alta" de cultura. Estos muchachos se dedican a hacer negocios y luego se van a jugar tenis, golf o fútbol, que ya no es más grasa. Pero, contra lo que creen los yuppies, se necesita de mucho más, de una cultura precisamente, para poder definir, postular y defender un modelo de sociedad. No basta la tecnocracia privada.
Esta carencia se evidenció en los 90 con el auge del menemismo: todos los presuntos liberales fueron al pie de Carlos Saúl 1º, sin dudar un segundo en tirar por la borda cuanto valor republicano hubiera que tirar. En esos años se desnudó la debilidad cultural del liberalismo, el que debió reencarnarse en el menemismo para hacerse, por una vez, popular, al menos mientras duró el "modelo". Es cierto que en los 90, de la mano del relativo éxito de la Convertibilidad, se creó un cierto clima de "capitalismo popular". Pero eso duró poco, como se sabe, y además faltaba lo que acá reclamo, una cultura, para que ese clima arraigara. Debería ser obvio todo esto, pero es algo que no se entiende, que no se debate. La Generación del 80 no sólo tenía "cuadros" y poder económico, tenía también una hegemonía cultural indisputable. Se ha olvidado. Hoy los medios empresarios y sus fundaciones creen, simplemente, que deben adornar con algún escritor de nota sus seminarios. Así, su lectura del avance de las izquierdas populistas en la región es inevitablemente tuerto y autoexculpatorio. Está muy bien señalar las aberraciones que Chávez impone a Venezuela, pero habría además que preguntarse qué pasó para que Chávez (y Evo, y Correa, y los K, y Lugo, y casi Humala, y casi López Obrador) sean posibles. Se dirá que confundo las cosas, que lo que falló en Argentina y la región fue la "macro" (horrible expresión, por cierto), lo que llevó a la marea populista, que se benefició providencialmente con el alza espectacular de las materias primas. Es verdad, pero es una explicación corta, incompleta. De haber existido una extendida cultural liberal en los sectores medios hubieramos afrontado como mucho una ola de gobiernos socialdemócratas, como pasó en Europa a fines de los 90. Porque, como la Generación del 80 hizo con los socialistas de su tiempo, los valores republicanos se extenderían a todo el arco político. Y eso se hace con una cultura, no con mero poder económico.
El caso de los medios es ejemplar al respecto. Hoy vemos empresarios editoriales que se muestran totalmente desentendidos de los contenidos de sus medios. A esto se suma la astucia de ese subsector social que es la clase media intelectualizada, que bajó al ruedo de los medios allá por los años 80 a disputar espacios clave, al detectar esa debilidad estructural, ese olvido displicente de los propietarios. Y la estrategia le funciona. Un ejemplo, glamoroso y conocido: la revista cultural de La Nación, ADNcultura. Pueden hallarse amplios textos cuyo background teórico-cultural es de izquierda. Netamente de izquierda: las bibliográficas de filosofía y ciencias sociales, por ejemplo; los extensos extractos del último libro de Negri, publicados a dos páginas centrales. Ojo: no hago maccartismo, sólo señalo una gruesa contradicción. Porque un gran diario liberal debería presentar los textos de Negri pero dándoles un contorno crítico. Muy crítico. ADN no lo hizo, los editó pelados. Una publicación liberal que marca tendencia no puede ceder un terreno tan decisivo como el teórico y filosófico a exponentes de la academia de la izquierda contemporánea. Hay aquí una evidente cesión de terreno, en el que el editor dice "no importa, lo que cuenta es el targeting del producto". Una deserción, en suma, en nombre del marketing. La línea editorial, se esgrime asimismo en un nivel algo menos frívolo, no se construye en las páginas de una revista o en un suplemento cultural, sino en el cuerpo central del diario, en las secciones de política y economía, en las columnas firmadas y los editoriales. Será así, pero no deja de ser un retroceso y un error. Vayan a ver si el diario italiano "hermanado" con La Nación, el Corriere della Sera, hace esas concesiones en sus abundantes páginas diarias de cultura. Verán que no, que hay un diálogo y un debate intenso con la poderosa "sinistra", pero el medio trabaja y edita esas páginas con las categorías correspondientes a una publicación liberal europea. Nada más, nada menos.

lunes, 8 de septiembre de 2008

"Creo en las personas, pero no en la mayoría de las personas"

"Yo creo en las personas, pero no creo en la mayoría de las personas. Aún en una sociedad más decente que ésta, me parece que me encontraría a gusto y de acuerdo sólo con una minoría". Nanni Moretti, en Caro Diario.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Después del campo, los mercados le marcan otro límite a los K

El sector golden boy del gobierno (Massa-Redrado) finalmente sacó el pago de la deuda al Club de París. Cristina fue aplaudida por el stablishment industrial convocado a la Rosada como cuando Néstor anunció el pago cash al FMI en 2005. Pero es engañoso el paralelo: aquello fue una demostración de poder de Néstor, por entonces fortísimo, con el modelo productivista hecho una locomotora, en su mejor momento. Néstor mostró sus músculos y envió el mensaje: crecemos al 9% anual y no los nesheshitamos, ni a Uds. ni a sus amigos de Wall Street y de la City. Ahora el pago cash se da en circunstancias adversas, que los odiados mercados se encargaron de dramatizar con el runrún del riesgo de default. El mercado ahora podrá decir: les sacudimos la estantería un par de semanas y tuvieron que salir de urgencia con este pago a los países centrales para zafar del aislamiento financiero. Y tendrá razón, el "mercado". Una de las patas más valoradas a nivel ideológico y emocional de los seguidores K, la independencia de los centros financieros, se termina o se está terminando. Cristina les dijo con su anuncio a esos centros de poder internacional que los necesita, o que o muy pronto los va a necesitar. Porque Argentina ya no puede seguir con el slogan de Aldo Ferrer. No podrá en 2009 "crecer con lo nuestro" ni siguiera a tasas mucho más moderadas (4-6%). Otro punto para los mercados: el rol protagónico que ganó Redrado, un virtual ministro en la informal mesa financiera que conforma con el subministro Carlos Fernández, Massa y el secretario de Finanzas, Lorenzino. Los dos golden boy de Cristina se llevan de esta forma buena parte de la iniciativa política en la presunta "nueva etapa" del gobierno. No son buenas noticias para el sector pingüino-gurka (Moreno, De Vido, Parrilli, D'Elia, etc).
Más allá de esta interna, lo que cuenta es que otra vez un hecho externo, un actor detestado, le mojó la oreja al poder K y le dictó un cambio de agenda. Hacía semanas que los mercados, el mundo financiero o como se lo quiera llamar, le estaba poniendo una luz amarilla a la gestión K, y ésta finalmente aceptó ese llamado de atención o, más bien, la pura y simple realidad. La realidad es que viven en un sistema económico hiperinternacionalizado, y que crecer con lo nuestro fue posible durante casi un quinquenio gracias a la increíble conjunción de factores favorables que le dieron a Néstor el tan mentado viento de cola del que gozó durante su presidencia. Y la realidad es que ya no se podrá seguir con esta receta aislacionista.

sábado, 30 de agosto de 2008

Gorki libre

¿Gorki quién? preguntamos varios cuando llegó la noticia. Ni idea teníamos de la existencia del grupo punk cubano El porno para ricardo y de Gorki Aguila. Ocurre que los tipos tienen unos huevos de aquellos: desde un departamentito sovietico de La Habana le acaban de ganar una pulseada a la dictadura castrista, a los matones y servilletas de la Seguridad del Estado, al coma-andante, como llaman al hijo de puta de Fidel, a quien también llaman hijo de puta sin que les tiemble un pelo. Así lo llamó Gorki el martes, cuando ya tenía la notificación policial en la mano y sabía lo que se le venía encima.
El episodio evidencia la desactualización trágica del régimen hasta para reprimir: tuvieron que soltarlo a Gorki y sacarle los cargos de "peligrosidad social predelictiva" (me gustaría que un penalista de izquierda defienda esta figura, de veras). Es que la dictadura se quedó tambien en esto: en registrar cómo las noticias corren, llegan a la opinión pública y ponen presión sobre el poder. El arresto de Gorki causó un efecto sísmico en la web y la blogosfera y de ahí paso a las tapas de los diarios formadores de opinión. Cuando vieron la noticia en el diario El País, los burócratas castristas se dieron cuenta de que habían metido la pata, que estaban ante un nuevo caso Yoani, o sea, ante una figura que se les ha vuelto intocable, pese a las ganas enormes que tienen de agarrarla de los pelos y tirarla en una celda oscura. Pero un nuevo y ulterior problema para el régimen es que se irá haciendo un efecto cadena: ¡cuántos chicos estarán hoy tomando a Gorki de modelo en las calles de La Habana! Y el caso de Gorki es más preocupante que el de Yoani, digámoslo claro: yoani es para la gente ilustrada, escribe espléndido, gorki es directo, brutal y potencialmente masivo. El pibe es un sacado. Ahora, ¿quién lo para? ¡Prepárense para el próximo y existoso disco de El porno para Ricardo, amigos de la "Revolución" y del dictador senil coma-andante! Les acaba de salir un grano en el culo de esos que duelen de veras.

martes, 26 de agosto de 2008

Impecable editorial sobre el caso Larrabure

Creía que La Nación se había dormido un poco con el caso Larrabure y todo lo que conlleva, pero hoy salió con un editorial impecable:

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1043343

sábado, 23 de agosto de 2008

Caro diario

Acabo de ver en DVD Caro diario, de Nanni Moretti. Conozco la obra de Morettí, pero esta gran película se me había escapado. Me encanta el tono personal del que surge el humor demencial de Moretti. En Caro diario se luce: hay una recorrida por Roma en Vespa, mezclada con su obsesión por el baile; unas curtidas fenonemales a los matrimonios de la intelectualidad y a los críticos de cine, al rechazo arrogante de la TV; luego, un hermoso homenaje a Pasolini. La vi sin subtítulos, en italiano, porque no encontraba el botón que los pone. De paso practiqué mi italiano y no perdí la impronta orginal de Moretti, muy ligada a su voz. Moretti es de izquierda, más, de izquierda radical. Protagonizó los "girotondi", allá por 2002, contra Berlusconi pero también contra la dirigencia de la izquierda moderada, y luego filmó El caimán. Me pregunto por qué no hay, ni puede haber, un Moretti liberal, por qué este tipo de talentos son todos, pero todos, de izquierda. A nivel académico, bien puede responderse que la hegemonía de la izquierda garantiza su reproducción. Pero no se trata solamente de esta astucia reproductiva. No: es que la esterilidad cultural de la "no-izquierda" es abrumadora. Esta también se reproduce y ocupa todo el espacio, expulsando a los extraños como yo. Adolece, la no izquierda, de una total falta de espesor cultural. Lo que decía en la nota anterior sobre las fundaciones liberales tiene su raíz en esto, no es solamente de un problema de tácticas comunicacionales. Cuando le cuento a un liberal argentino promedio de mi afición por Moretti, sé que voy a recibir un gesto de disgusto o, más probable, de total extrañeza. Mi sentimiento de alienación, así, se profundiza: no tengo nada que ver con nadie, me digo. Con la gente de izquierda ya no puedo estar un minuto, pero estos...¿qué hago con estos, salvo coincidir en política económica? No entienden el humor de Moretti, por ejemplo, y eso me hacer sentir que hay un abismo entre ellos y yo. Antes tuve amigos de izquierda, con los que disentía amablemente, pero teníamos en común estas cosas: ellos sí se reían con Moretti. Y coincidían con mis gustos literarios, o no, pero tenían en todo caso gustos literarios. Pero ese tiempo pasó: las rupturas fueron inevitables, y bastante brutales además. El humor ya no alcanzaba para zanjar las gigantescas diferencias, como en los 80s y 90s. El kirchnerismo ha logrado cosas tan desoladoras como esta. Libros devueltos, saludos retirados, miradas que no se cruzan más. Después de años de ir a tomar café, de bromear sobre boludeces, de hacer esas mil cosas chiquitas que conforman la amistad. El problema, me doy cuenta ahora, es que del otro lado no hay nadie.

viernes, 22 de agosto de 2008

Caso Larrabure: un juez se puso los pantalones

Hace un par de meses teorizaba, un poco a la marchanta, sobre la decadencia del kirchnerismo, y decía que entre los síntomas del inicio del fin podría aparecer un juez que se animara a contradecir la doctrina oficial en materia de DDHH y que avanzara en el caso Larrabure. Hoy ocurrió, aquí, en Rosario. El magistrado se animó contra Righi y su arbitraria prohibición de dictaminar que crímenes de grupos terroristas pueden ser de lesa humanidad.

Acá la síntesis que hizo Infobae: (parece que el periodismo rosarino todavía no se notificó que tiene la noticia política del día delante de las narices):
http://www.infobae.com/contenidos/398997-0-0-La-Justicia-declar%C3%B3-que-es-lesa-humanidad-el-crimen-del-coronel-Larrabure

jueves, 14 de agosto de 2008

¿Alguien sabe para qué sirven las fundaciones liberales?

¿Para qué existen las fundaciones liberales? ¿Alguien lo sabe? Sus enemigos ideológicos dicen lo previsible: para que las grandes empresas evadan o eludan impuestos. Pero no, no es tan simplote el asunto. A la hora de ver resultados, realmente muchas fundaciones liberales son sólo fuente de gastos a fondo perdido. Porque si su objetivo es "instalar", o sea, difundir eficientemente, el pensamiento liberal y el valor de la economía de mercado por fuera de las elites, claramente están fracasando contundente y sistemáticamente, y desde hace décadas. Se trata de un fracaso alegremente logrado y reiterado, sin mostrar la más mínima conciencia del fracaso consuetudinario.
Parte del problema parece que reside en que se ha copiado puntillosamente, mediante el recurso al papel de calcar, a las fundaciones americanas. Pero la sociedad argentina está en las antípodas de la americana en cuanto a sus valores liberales, al convencimiento popular del valor insuperable de la economía de mercado para crear bienestar. Un hecho bastante conocido, casi obvio, y que debería tomarse muy en cuenta al momento de plantearse el diseño de una fundación en Argentina. Así las cosas, nuestras fundaciones se dedican a dar seminarios y publicar revistas en las que se escuchan y leen unos a otros los integrantes de nuestra escuálida elite. Los empresarios y ejecutivos van a esos foros a escuchar lo que quieren escuchar y a decir lo que quieren decir. Muy bien, pero, ¿es ése el objetivo, ratificar entre los empresarios y ejecutivos las ideas de mercado? Claramente, definitivamente, no. Tal vez con esto alcanzaba en otros tiempos, hoy no. Salvo que sólo se quiera perder elegantemente el tiempo, se debe llegar con fuerza a las clases medias, educadas y no tanto. Convencerlas de que con el mercado les va a ir mucho mejor que con el Estado, que con una economía abierta y dinámica sus hijos tendrán mucho mejor futuro que creciendo en un corralito económico a lo Aldo Ferrer, vitalicio y decadente. El problema es que nadie da este paso, ni parece pensar en darlo. Hay, sí, novedades interesantes, como alguna fundación que pone el acento en los derechos humanos (un valor netamente liberal, que sin embargo los reduccionistas economicistas entregaron sin reparos a la izquierda hace 30 años, cuando apoyaron con entusiasmo a cuanta dictadura había en la región).
Así, si se revisa la agenda de las fundaciones, se verá la repetición de la misma rutina en seminarios, conferencias, publicaciones, etc. Todas actividades pensadas, dirigidas y consumidas por un público limitadísimo y cerrado. El mismo de siempre. Hace un par de meses, tuve que asistir a un convenio de una de estas fundaciones. La platea era patética, un Jurassic Park en el que sobresalía Neustadt, quien murió poco después. Mientras el politólogo mexicano Jorge Castañeda recibió tibios aplausos por su ajustado y pragmático análisis de las dos izquierdas latinoamericanas, porque al público, evidentemente, le pareció escandaloso que no condenara sin apelaciones a todas las izquierdas, Armando Rivas, un dinosaurio que, dicen, escribió sonetos en homenaje a Pinochet, recibió una ovación gracias a un discurso _que debe haber repetido mil veces en esta clase de convenios_, en el que condenaba por "estatistas", "socialistas" y "totalitarios" a casi todos los gobernantes que hay sobre la Tierra. Castañeda miraba azorado desde el panel, como diciendo "estos tipos no van a ningún lado, dónde me metí". Y justamente, se trata de eso. Que no van a ningún lado.

lunes, 28 de julio de 2008

Se apaga la "magia" de Raúl: desilusión ante el Moncada

Raúl ya no tiene nada más que ofrecer. Llamó, en el discurso más esperado del año, el del 26 de julio en el Moncada, a ajustarse el cinturón. "Hay que acostumbrarse a recibir no sólo buenas noticias", advirtió durante el estratégico discurso del "Día de la Rebeldía Nacional", principal fecha del calendario de la Cuba castrista. Nada dijo de terminar con la doble moneda, tan onerosa para el cubano medio, y ni habló de liberalizar las salidas del país. Allá por marzo o abril, el enviado de El País (y al día siguiente, muchos otros medios) se comieron el trascendido que decía que era inminente la eliminación de las trabas para viajar al exterior. Tal vez lo recuerden al "anticipo". El asunto es que pasó el tiempo, y nada. No es de sorprenderse. Porque si hay una reforma que Raúl no puede hacer es esa, la de abrir las puertas de la nación-cárcel que construyó el castrismo. Así de simple y de claro. No puede. En un año se quedaría sin uno? dos? millones de cubanos que apenas pisaran el aeropuerto de Miami pedirían asilo político. Y entre esos exiliados se hallaría lo mejor de los profesionales y técnicos cubanos. Así que Raúl no puede conceder este derecho básico y universal a los cubanos. Y tampoco puede dar mucho más de lo poquísimo que dio en materia económica, salvo algunas reformitas extra que "contaminen" con un poquitín de iniciativa privada a la economía exitosamente esclerotizada en 50 años de "revolución". No irá mucho más allá de lo hecho en estos meses: vender celulares, entregar a los campesinos tierras que, criminalmente, el Estado comunista mantiene improductivas desde hace décadas. Sí falta, y es una tarea mayúscula, tratar de seducir nuevamente al capital extranjero, como en los 90 (por ahora, de esto no se ha visto nada concreto). Porque Raúl es un noventista convencido, a su modo. El menor de los Castro, se asegura, apuesta todo a volver a las reformas de los 90, desactivadas por su tremebundo hermano mayor. Pero, bueno, supongamos que lo logra, que trae algunos capitales:¿qué más? Nada más. El problema es que ya no alcanza, las expectativas de los cubanos son hoy mucho mayores. Sospecho que en el futuro próximo esta tensión entre lo que Raúl puede dar y lo que la población le exige crecerá. Después o durante esta tensión llegará la muerte de Fidel. Y ahí se verá, compañero.

viernes, 18 de julio de 2008

La derrota del campo popular

Hago un breve retorno, dado que mi plan de lecturas y de alejamiento de la prosaica cotidianidad argentina quedó totalmente superado por los hechos. Veamos.

El largo episodio cerrado con el voto de Cobos sirve para
demoler la mitología del "campo popular", que propalan minorías presuntamente ilustradas, y militantes a sueldo. Porque en todo este asunto se vio y demostró que las mayorías sociales estaban en otro lado: del otro lado, para ser precisos. En el acto de Palermo, en el de Rosario. Estas mayorías son esas clases medias urbanas y rurales que cita Lilita como modelo a seguir. Este dato, fácilmente comprobable y corroborable, debería terminar de una vez con la débil mitología del "campo popular". La que, sin embargo, persistirá. Pero de todos modos salió muy magullada de esta larga puja de 125 días. Se demostró su falacia una y otra vez en los actos que mandaba organizar Néstor K, y que perdía por goleada con los que armaba la "oligarquía". O sea, con los de esa mayoría social. En estos 125 días se vio, de un lado, al "campo popular", con su aparato, sus orgas, su dinero de fuentes inconfensables; del otro, a la "oligarquía"...acompañada por una abrumadora mayoría de la sociedad.
Pero, ¿qué es, en definitiva, ese bendito campo popularr? Un abanico de "organizaciones sociales", como la FTV de D'Elía, Barrios de Pie, Libres del Sur, la JP La Cámpora de Kirchner Jr. Es decir, "orgas" sustentadas ilícitamente con fondos públicos. Luego están la intelectualidad del tipo del Grupo Gandhi, y los que, medianamente intelectualizados, siguen, todavía, leyendo y formando su opinión en base al crepuscular Página 12. No se debe olvidar de sumar a los organismos de DDHH, como las Madres de Hebe de Bonafini. En resumen: el campo popular es una minoría. Siempre lo fue. Eso sí, muy activa, y que en el período K logró una alta exposición mediática, a la vez que aumentaba su poder económico y político de manera exponencial, gracias a su vínculo orgánico con el matrimonio presidencial. Según la visión de este mundillo, si sectores mayoritarios de la clase media se posicionaron junto al agro y contra las retenciones de la 125, fue porque confunden sus intereses, porque se "comen la galletita", según la fina metáfora usada en Canal 7 por el periodista Eduardo Aliverti para ningunear al masivo acto de Palermo. La arrogancia enfermiza de este sector hace que crea que, efectivamente, millones de personas se dejan llevar de las narices por los medios para actuar y optar repetidamente contra sus propios intereses. El campo popular cree, entonces, que si es una minoría selecta y frustrada se debe únicamente a que las mayorías son un hato de idiotas que se manipulan groseramente con los mass-media del "capital concentrado". Un enorme disparate, pero es la única manera de eludir la realidad social que los rechazó, una vez más, en este conflicto. Porque una elemental sociología les indicaría claramente que hay, efectivamente, un bloque social mayoritario que ha tomado conciencia de sus intereses comunes gracias al conflicto que estalló el 11 de marzo. Que vio cómo se saqueaba a las provincias agrícolas y agro-industriales en las que viven. Primero, fueron los pueblos y pequeñas ciudades directamente ligadas al campo. Luego, los grandes centros urbanos de la zona centro: Rosario y Buenos Aires, pero también Córdoba, donde no hubo acto de masas pero claramente su sociedad estuvo contra la 125 desde el inicio. Este amplio sector social y geográfico se dio cuenta que el dinero que le sacan y el que pretendían sacarle no va ni irá nunca a "redistribuir", sino para hacer: a) multimillonarios negocios oscuros con los fondos públicos (el Tren Bala) y b) sustentar el aparato clientelar del Conurbano y de otros distritos crónicamente pobres (Formosa, Tucumán, etc). Y todos, aún los necios del Grupo Gandhi, saben que hacer política clientelar es lo opuesto a redistribuir. Que el aparato clientelar de Balestrini y Curto no es un mecanismo de redistribución de la riqueza y sí de perpetuación perversa de la miseria.
Desmontado así el mito precario del campo popular conviene subrayar que las divisiones sociales existen, y cómo. Es bueno destacarlo, porque en la lucha dialéctica con el kirchnerismo se tendió demasiado a negar las divisiones existentes en nombre de la unidad nacional. Lo que ocurre es que el Estado no debe agudizar esas divisiones y hacer politica de confrontación con ellas, como hizo irresponsablemente el kirchnerismo, sino todo lo contrario, armonizar la convivencia de esas diversidades sociales. En este caso resultó evidente que la parte más moderna y dinámica, la más integrada a los mercados internacionales, la que más tecnología pone en su producción, fue tomada como blanco y enemigo por el gobierno K. La puja por el ingreso agropecuario puso así de un lado al sector de mayor productividad y competitividad de la Argentina. Del otro, al sububurbio bonaerense que, se supone, es el beneficiario de ese trasvasamiento de riqueza. En todo caso, este sector social es de baja o nula capacidad de innovación económico-tecnológica. Así, la puja no es tanto entre pobres y ricos, sino entre sectores modernos e integrados al mundo y sectores de baja eficiencia e innovación (el mundo económico del Conurbano, hecho de pequeñas industrias precarias, de servicios impresentables del Cuarto mundo). La división existe, es real y no sólo retórica, y el conflicto tiene así su razón de ser, aunque el modo de plantearlo, desde el Estado y el poder político central, fue, como se dijo, el opuesto al correcto.

miércoles, 4 de junio de 2008

Arrivederci

Unas líneas de despedida antes de cerrar este blog. Noté, en este tiempo, que perdía mucho tiempo y, especialmente, esfuerzo (del que no cuento con grandes reservas) con la "actualidad", y mis lecturas importantes estaban quedando en segundo plano. Pero no se trata de lecturas, sino de lo que estas mientan, señalan. Mi tiempo en la Tierra no es infinito, pero sobre todo y además, mis vivencias más profundas no pasan por lo politíco-social, sino por la subjetividad pura (esa que el Psicoanálisis jamás sospechará que existe siquiera, y que los cientistas sociales anulan de un plumazo). A ellas, a mis vivencias Mías y Originarias, trataré de dedicar esta última parte de mi vida, pocos o muchos años que sean. Cuando una columna sobre el conflicto del campo o un ensayito sobre América latina pasa a ser más importante que Heidegger (o, mejor, que la crítica a Heidegger), o que ese unicum que es Gaston Bachelard, o la lectura de unas páginas de Pizarnik, bueno, algo está mal, las prioridades se han perdido. Una camniata por Rosario en esta tarde de invierno me convenció de este error existencial. Así que esto queda aquí. Arrivederci, que no es addio. Days.

martes, 27 de mayo de 2008

Clima destituyente: la pequeña intelectualidad se juega por los K

Se siente, es evidente, un elocuente clima destituyente

Al leer, o, más bien, vomitar, los párrafos brutales del documento del PJ contra el paro agropecuario, los poco letrados gobernadores K copiaron como loros la frasesita que se inventaron los intelectuales oficialistas en una carta pública sobre el conflicto del agro, presentada hace unas semanas. Carta que era, básicamente, un panfleto de apoyo denodado a CFK y un canto a los gobiernos de izquierda populista de la región. Todo aderezado con el habitual vocabulario de la liliputiense intelectualidad argentina. Ni una pizca de republicanismo ni de valores constitucionales, ni una crítica al gobierno K por su brutal concentración del poder y de los ingresos fiscales y por pulverizar la división de poderes.
Citemos, no sin deleite algo enfermizo, a nuestros intelectuales de cabotaje.
"Hoy asistimos en nuestro país a una dura confrontación entre sectores económicos, políticos e ideológicos históricamente dominantes y un gobierno democrático que intenta determinadas reformas en la distribución de la renta...la oposición a las retenciones dio lugar a alianzas que llegaron a enarbolar la amenaza del hambre para el resto de la sociedad y agitaron cuestionamientos hacia el derecho y el poder político constitucional que tiene el gobierno de Cristina Fernández...Un clima destituyente se ha instalado, que ha sido considerado con la categoría de golpismo". Se repite así el tosco libreto del poder K pero en lenguaje más elaborado. Forster en lugar de D'Elía, Feinmann por Depetris. La frasesilla "poder destituyente" volvió a aparecer 48 horas después del enorme acto de los "sectores dominantes" en Rosario. No en boca de intelectuales con cátedra vitalicia en la destartalada UBA de las períodicas "tomas" violentas, sino en la menos pulcra de Das Neves y Uribarri. Todo sirve, evidentemente. El documento leído por el trío, anotemos de paso, cayó muy mal en el universo peronista, no ya digamos en el resto de la sociedad.

Pero sigamos con el magno paper de nuestra módica intellighentsia: "En los últimos años, se volvieron a abrir los canales de lo político" (o sea: antes de los K los "canales de lo político" estaban cerrados) "no ya entendido desde las lógicas de la pura gestión y de saberes tecnocráticos al servicio del mercado, sino como escenario del debate de ideas y de la confrontación entre modelos distintos de país". Así que antes de los K había una falsa democracia "de saberes tecnocráticos al servicio del mercado", y hoy tenemos un gobierno verdaderamente democrático. Se va dibujando la lógica "destituyente" (pero destituyente de la democracia liberal moderna, no del gobierno K) de nuestra agreste intelectualidad: sólo valen los gobiernos que nosotros designamos como democráticos y populares, los demás son sólo manipuladores entregados al poder del mercado.
Otro bocadillo más: "En la actual confrontación alrededor de la política de retenciones jugaron y juegan un papel fundamental los medios masivos de comunicación más concentrados, tanto audiovisuales como gráficos, de altísimos alcances de audiencia, que estructuran diariamente “la realidad” de los hechos, que generan «el sentido» y las interpretaciones y definen “la verdad” sobre actores sociales y políticos desde variables interesadas que exceden la pura búsqueda de impacto y el rating. Medios que gestan la distorsión de lo que ocurre, difunden el prejuicio y el racismo más silvestre y espontáneo, sin la responsabilidad por explicar, por informar adecuadamente ni por reflexionar"..."Privatizan las conciencias con un sentido común ciego, iletrado, impresionista, inmediatista, parcial. Alimentan una opinión pública de perfil antipolítica, desacreditadora de un Estado democráticamente interventor en la lucha de intereses sociales. La reacción de los grandes medios ante el Observatorio de la discriminación en radio y televisión muestra a las claras un desprecio fundamental por el debate público y la efectiva libertad de información. Se ha visto amenaza totalitaria allí donde la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA llamaba a un trato respetuoso y equilibrado del conflicto social" (todos los subrayados son míos).
Más papilla comunicológica, como la que ya nos había provisto Schuster, con el que se solidarizan sin vergüenza ninguna por su oprobioso Observatorio, que buscaría "la efectiva libertad de información"! Increíble, y a la vez penoso. Perdonemos, ya que estamos, los obvios problemas que tienen nuestros intelectuales con la concordancia ("de perfil antipolítica"), y veamos esto de los medios concentrados que construyen la verdad y el sentido "gestando la distorsión de lo que ocurre". Es evidente la contradicción epistemológica de este parrafito: primero se afirma que la verdad y el sentido son construidos (algo que ocurriría siempre, con medios concentrados o no, "populares" o no), pero de inmediato se denuncia "una distorsión de lo que ocurre". Una vez establecido el constructivismo comunicológico y discursivo, ¿cómo determinar quiénes y cómo "distorsionan" "lo que ocurre"? Poco faltó para que escribieran "en la realidad", junto o en lugar de "lo que ocurre".
Luego, lo de "privatizan conciencias": cualquier tema viene bien para meter el verbo maldito, "privatizar". Coincido, sin embargo, con la crítica al sentido común iletrado, impresionista e inmediatista: pero ocurre que no lo crean los medios. En todo caso le hacen un fuerte feedback, cuando deberían contrastarlo con una pedagogía informativa. No hay nada más democrático y a la vez más brutal que los mass media: son un reflejo fiel y a la vez un órgano vital de la sociedad de masas, de sus pulsiones y sus aberraciones. El fenómeno demuestra, en todo caso, que la democracia de masas tiene aspectos oscuros, que no son por cierto resultado de la "privatización de la conciencia", sino, al contrario, de un exceso alienante de sociabilidad, creado precisamente por este feedback de los mass media. (Agrego: ¿no hay acaso nada más privado que la conciencia? No, no para un cientista social de la UBA, para el que el individuo y su conciencia son, respectivamente, mera suma de sus relaciones sociales y epifenómeno del Inconsciente)

Así puestas las cosas, "se trata de una recuperación de la palabra crítica en todos los planos de las prácticas y en el interior de una escena social dominada por la retórica de los medios de comunicación y la derecha ideológica de mercado.(Eh? ¿seguro que hablan de la Argentina de 2008? Los 90 ya pasaron, la derecha de mercado está escondida en sus trincheras). De la recuperación de una palabra crítica que comprenda la dimensión de los conflictos nacionales y latinoamericanos, que señale las contradicciones centrales que están en juego, pero sobre todo que crea imprescindible volver a articular una relación entre mundos intelectuales y sociales con la realidad política". Recuperar, entonces, "la palabra crítica", sepultada por el odioso mercado y la eterna derecha significa, concretamente, darles un espacio mediático a ellos, a los intelectuales K,("articular una relación entre mundos intelectuales y sociales con la realidad política"). Los muchachos, sencillamente, piden pista, espacio, aire. Una movida corporativa de un sector patéticamente autoaislado, en y por su desmedido narcisimo. Que se prende de las polleras de Cristina para ganarse un lugar público, un puesto en el ágora que por sí solo no sabe ganarse.

Sigue la inevitable demonización de la globalización, tópico infaltable en este pensamiento crítico pero sobre todo único: "En una situación global de creciente autonomía de los actores del proceso de producción de símbolos sociales, ideas e ideologías, se producen abusivas lógicas massmediáticas que redefinen todos los aspectos de la vida social, así como las operaciones de las estéticas de masas reconvirtiendo y sojuzgando los mundos de lo social, de lo político, del arte, de los saberes y conocimientos. Son sociedades cuya complejidad política y cultural exige, en la defensa de posturas, creencias y proyectos democráticos y populares, una decisiva intervención intelectual, comunicacional, informativa y estética en el plano de los imaginarios sociales". La situación es verdaderamente tremenda, como se ve: ¡estos malditos productores de símbolos sociales con su fockin capitalismo global sojuzgan, nada menos, a "los mundos de lo social, de lo político, del arte", para lo que resulta urgente una acción "en el plano de los imaginarios sociales"! Por no hablar de los "proyectos democráticos y populares", pobrecitos, también ellos sometidos al torniquete brutal de la derecha y el capitalismo. Ante semejante emergencia, se ofrecen para "una decisiva intervención intelectual". ¿Cuál será, la tan decisiva intervención, en concreto? ¿No terminará todo en otra fockin revista subsidiada por las arcas nacionales, o con otro canal estatal que coseche el 0.3 de rating?
Pero, continúan nuestros infatigables partisanos de la liberación, ante este negro panorama, por suerte tenemos a Cristina, a Chávez, a Correa, a Evo: es que se vive una confrontación "que se extiende al campo de la lucha sobre las narraciones acerca de las historias latinoamericanas, donde hoy se está jugando la suerte futura de varios gobiernos que son jaqueados y deslegitimados por sus no alineamientos económicos con las recetas hegemónicas y por sus «desobediencias» políticas con respecto a lo que propone Estados Unidos". En otras palabras: la oposición y la crítica a los gobiernos de centroderecha son siempre legítimas, sacrosantas, pero cuando se trata de los gobiernos de la izquierda populista sudamericana, que violentan todas las normas constitucionales, esa oposición y esa crítica se tornan golpistas (perdón: destituyentes), van contra "gobiernos que son jaqueados y deslegitimados", y por tanto no son simplemente críticas. Además, ¿sufren ese ataque o esa crítica por oponerse al mercado y a Washington, o más bien, por violar todos los preceptos constitucionales y silenciar violentamente a la oposición y a la sociedad civil (Chávez), o intentar sistemáticamente hacerlo (Evo)?

Nuestros intelectuales de bolsillo no podían sin embargo no pegarle un poquito al indefendible y concentrado poder K en pleno viraje pejotista: es hoy necesario "discutir y proponer opciones conducentes con respecto a los no siempre felices modos de construcción política del propio gobierno democrático: a las ausencias de mediaciones imprescindibles, a las soledades enunciativas, a las políticas definidas sin la conveniente y necesaria participación de los ciudadanos". El lenguaje es elípticamente prudente, la crítica hacia "el gobierno democrático" viene acompañada de la proposición de actuar de consuno "desde el Estado y desde el llano"(¿ellos, los académicos, estarían en el llano?). Los otros gobiernos, parece, no eran democráticos, si hay necesidad de agregar una y otra vez ese adjetivo para referirse a "este" gobierno.
Acto seguido se va un poco más al grano distributivo: "creemos indispensable señalar los límites y retrasos del Gobierno en aplicar políticas redistributivas de clara reforma social. Pero al mismo tiempo reconocemos y destacamos su indiscutible responsabilidad y firmeza al instalar tales cuestiones redistributivas como núcleo de los debates y de la acción política". El gobierno entró en su quinto año: ¿hizo o no políticas redistributivas concretas y eficaces? Un gobierno tiene que hacer mucho más que "instalar debates". Lean, amigos y cómplices de Schuster, el informe de la Universidad Católica que citó monseñor Casaretto y que causó el repudio violento del gobierno(en ese estudio se calcula que 6 de cada 10 chicos argentinos viven en hogares vulnerables, y 4 de cada 10 no tienen alimentación adecuada).

Finalmente, en el extenso panfleto se propone la creación de un "espacio de intercambio de ideas, tareas y proyectos, que aspira a formas concretas de encuentro, de reflexión, organización y acción democrática con el gobierno y con organizaciones populares para trabajar mancomunadamente...Un espacio signado por la urgencia de la coyuntura, la vocación por la política y la perseverante pregunta por los modos contemporáneos de la emancipación".
Extraños, estos "modos contemporáneos de la emancipación", si adoptan la forma del gobierno de De Vido, Jaime, Albistur, Moyano, Rudy Ulloa y un largo etcétera de obscenidades ambulantes sobre las que nuestra intelectualidad prefirió no hacer mención alguna, ni siquiera de soslayo, en su prolongada carta pública. Como hizo con los valores constitucionales y republicanos de la división de poderes, que, como ya dije, jamás son citados en ninguna de las abundantes de líneas del documento. Pero no seamos mal pensados: a lo mejor se olvidaron los pobres, abrumados por el "clima destituyente".

martes, 13 de mayo de 2008

¿Y si se chavizara realmente el poder k?

26 de mayo de 2008 (la fecha que pone automáticamente el blog está mal: no sé cómo se arregla)

Luego del mayor acto visto en Rosario desde 1983 (campaña de Alfonsín, también en el Monumento), Néstor y Kristina se enfadaron aún más y dijeron no, no se negocia nada. Ella venía del pobrecito acto que le armaron en Salta: perdió por paliza mediática frente a la gran movida del Monumento, y ambos lo sabían. Eduardo Fidanza dijo hace un rato en el programa de Morales Solá que en el gobierno apuestan a la lucha de clases y por esto no pueden entender cómo es que se alían Buzzi y Miguens, la FAA y la Rural. Sus cabecitas setentistas entran en estado de shock y rompen todo, agrego yo, que a los setentistas los conocí en persona, en los 70. Dentro de unas horas habrá reunión urgente del PJ por orden de Néstor: avanti la lucha de clases en versión criolla 2008.
Ahora, supongamos por un momento que los K ganan de algún modo la puja con el campo y la debilísima oposición (Macri ausente, del acto en Rosario y de la oposición: que alguien le avise que en el país está sucediendo algo más bien grave, que se despierte el bueno de Mauricio). Decía: imaginemos un escenario en el que los K ganan la pulseada, reencauzan la tropa PJ, la coyuntura internacional los ayuda nuevamente un montón y salen adelante. Improbable pero no imposible, ni mucho menos. A partir de ahí, hagamos un ejercicio de "inversión de facticidades" (se me acaba de ocurrir la frase: impresionante, ¿no?), o como se llame imaginar un futuro político improblable en el horizonte actual, pero compuesto con los elementos ya presentes. Puede resultar algo como sigue.

Paralelos que dan miedo

Hay muchos y crecientes paralelos entre la Argentina K y la Venezuela en la que reina don Hugo Rafael Chávez Frías. En Venezuela todo el mundo descuenta que Hugo no se irá del poder por las buenas. O sea, no perderá una elección y se irá a su casa. El mismo sistema de poder "revolucionario y bolivariano" que ha construido en estos años desmiente por sí solo esa alternativa. En Argentina sobreentendemos que no hemos llegado a ese punto y que nunca lo haremos; que los K serán desalojados, tal vez tan pronto como en 2011, especialmente si siguen desbarrancándose como en el letal trimestre marzo-mayo. Pero a la vez no los "veo" a los K resignándose, diciendo, "perdimos, mala suerte. Todos al Calafate".
La rápida radicalización del gobierno que se vio en este breve lapso, bajo la batuta de Néstor, ayuda a poner en duda esa futura entrega del poder sin convulsiones.
Argentina muestra otras inquietantes similitudes con Venezuela. Anotemos algunas: oposición muy débil y fragmentada, ausencia total de división de poderes y de un poder federal real, enormes recursos discrecionales en manos del gobierno central, que exhibe una indeclinable tendencia hegemónica, organizaciones violentas a sueldo, etc.

Lección de Néstor a las jotapés

Hace unas semanas, en un seminario de jóvenes K (venidos de esa miríada de jotapés que se alimentan de la Caja devidista: JP Evita, La Cámpora, Paco Urondo, y un largo etc.) Néstor criticó a Perón por irse mansamente en el 55 sin provocar, como correspondía, un brutal baño de sangre. Nosotros no haremos eso, les señaló NK a sus jóvenes cuadros. La psicología de Néstor da para pensar que hablaba muy, muy en serio. La actual conflictividad social, instalada por él y su esposa, y para todo sujeto equilibrado, completamente absurda e innecesaria, puede ser sólo un anticipo de lo que está por venir.
Una vez cerrado el actual conflicto, Néstor puede pensar en armar otros, dado que él cree firmemente que así construye poder, autoridad, y que a la vez siembra temor, factor fundamental en ese modo de "construir", de "armar". Es cierto, en el caso del campo el conflicto les estalló, no fue buscado por los K. Una diferencia clave. Pero eso no quiere decir que NK y CFK no terminen cantando victoria y gritando "costó pero los arrodillamos. Ganamos, ganó el campo popular". Porque este conflicto se cerrará de algún modo, en algún momento. Y entonces concluirán infaliblemente en Olivos que "ganaron". Y a prepararse para la próxima pelea. CFK tiene casi 4 años por delante para que su marido arme nuevos "escenarios de lucha".
De vuelta a Venezuela: el proyecto chavista de hegemonía y disciplinamiento de la sociedad también se dio en un marco de conflictividad enorme y creciente, de mucha inestabilidad, período durante el que muchos daban por muerto a Chávez. Acá sin embargo aparece una gran diferencia a nuestro favor: en Argentina el lumpen de periferia, materia prima esencial del chavismo, está en el 25%, no es el 50% como en Venezuela. Punto fundamental.
Además, el grave problema que ya hoy afronta este gobierno son las legislativas de 2009, las que, como van las cosas, se perfilan como una neta derrota. Chávez, en cambio, nunca perdió una elección hasta el referendo de diciembre pasado. Y desde entonces quedó "tocado".
Pero insisto en que una vez cerrado como sea el conflicto con el agro, en Olivos interpretarán, incluso contra toda evidencia, que salieron vencedores. El matrimonio ya vive en la cotidiana negación de la inflación: realmente piensan que la inflación real no es para tanto. Y si pueden negar la inflación, bueno, sencillamente pueden negar todo.
Ante una impopularidad creciente, bien podrían los K jugar a la radicalización en todos los frentes y a la ruptura para crear un escenario que no haga posible un normal cambio de turno en 2011. Es alocado, pero no para descartar. Acá la psicología y el microclima del entorno del poder K tienen mucho más peso que la sola lógica política.
El fortalecimiento exponencial de las "organizaciones sociales", la intimidación sistemática de la oposición y de los medios independientes a niveles hoy inconcebibles, serían el camino de la chavización. Si se estudia el proceso venezolano desde 1998 a hoy se verá que Chávez fue radicalizándose y radicalizando su sistema de poder de a poco, y que gran parte de ese proceso lo hizo cuando era mucho más débil y vulnerable que hoy.
Acá, sin embargo, aparecen por fortuna dos factores limitantes, y los dos vinculados. Para lograr algo similar a la chavización el matrimonio K debería mantenerse en el poder el tiempo suficiente para devenir un verdadero régimen (Chávez está en Miraflores desde inicios del 99), y cortar metódicamente las cabezas de los odiados aliados condicionales (desde Scioli y Schiaretti al último intendente radical K). Que serian reemplazados por fieles. Por entonces todos los cuadros altos, medios y bajos del Estado nacional, provincial y local, serían militantes incondicionales, formados en las jotapés K.
Por ahora este escenario no existe: y acá aparece el segundo elemento limitante. El abigarrado universo del PJ se mostró listo, apenas estalló el conflicto con el campo y el poder evidenció algunas grietas, para despegarse ágilmente de NK y CFK (esa agilidad felina, por cierto, no habrá escapado a Néstor, que también por eso convocó para hoy al PJ). Muy ligado a este factor "despegue" aparece el increíble deterioro de Cris en todos los sondeos serios. Estos elementos, todos sumados, hacen que hoy no dé para pensar en la construcción del régimen K. El aparato, antes de jugarse a todo o nada por el matrimonio, al que por cierto nunca amó, preferirá buscar un cambio de turno y conservar entretanto el poder "territorial". Hablaba de esto con un amigo periodista y peronista de toda la vida: le decía, y él concordaba, que el análisis gorila puro, como a veces es el mío, tacha bajo el rótulo simplista de "clientelismo" o de "caja" una relación que es más compleja, que tiene un fuerte componente emocional. El Lole Reutemann decía hace cosa de un año que a NK le recriminan mucho en el peronismo esa falta de lazos afectivos. "Al perro de vez en cuando le gusta recibir una caricia en el lomo" dijo, con parábola campera, el inefable Lole. Los K, efectivamente, no han trabado esa relación afectiva, y no sólo de poder crudo, que siempre existió en el peronismo. Recuérdense, si no, a Menem, a Duhalde. Por eso la construcción K es muy débil. No hay afecto, ni muchísimo menos carisma (en el caso de Cris incluso se puede hablar de un carisma negativo).
Pero argumentando así me estoy "matando" a mí mismo: acá trato de plantear la posibilidad o riesgo de chavización de la Argentina K.
Retomo y resumo: decía que contra toda evidencia actual, puede ocurrir que, una vez estabilizado el barco mediante masivas inyecciones de dinero a diestra y siniestra, los K intenten armar su régimen, que vayan por la depuración y la fidelización a fondo de todos los estamentos. Después de todo, _y vuelvo a argumentar contra mí mismo_ Perón armó su régimen en muy pocos años, entre el 45 y el 49.
En todo caso, no veo tan improbable que comience a darse en un futuro cercano otra dimensión a las orgas piqueteras y a esas pejotas que por ahora son sólo costosos sellos de goma. Más dinero, más locales, y, sobre todo, en el caso de las organizaciones piqueteras, masiva instrucción en el arte de la violencia: uso de bastones policiales, artes marciales, etc. Suena descabellado, pero estamos en América latina y (aquí renace mi gorilismo) en el país que inventó al peronismo. Todo, o casi todo, es posible. Veremos. Esperemos que no, pero si pasa, recuerden que yo avisé.

sábado, 10 de mayo de 2008

Inicio del fin de la hegemonía cultural K y de su mitología de la Resistencia

El actual resquebrajamiento del poder K anticipa otra derrota, aún por verse pero ya en gestación: la derrota cultural del kirchnerismo. Todavía no llegó pero es ineludible, una vez perdida la hegemonía política. ¿Que conllevaría la derrota K en el plano político-cultural? Mucho. El kirchenirsmo significó el establecimiento desde 2003 de un nuevo standard de moral social alrededor de dos ejes vinculados: el discurso épico-trágico de la Dictadura y de los 30mil compañeros desaparecidos, todos héroes a los que no se puede formular ninguna crítica póstuma, todos protagonistas de la "Resistencia" contra aquella dictadura y, sobre todo, contra la imposición, desde el 76, del modelo económico neoliberal, que es el segundo eje de este dispositivo retórico. Así reza, en resumen, este viejo pero reciclado y repotenciado relato, convertido en eficaz Vulgata ("cassette") por decisión de los Kirchner, y que hoy se pone en las cabezas de los adolescentes y jóvenes en las escuelas medias, o mediante el oportuno regalo de un libro de Felipe Pigna para que "los chicos sepan la verdad". En los 80 y los 90 esta retórica maniquea era propia de sectores minoritarios pero siempre presentes: el limitado mundo de la CTA, Página 12, etc. Hoy es el discurso del poder más crudo. El mismo que "argentiniza" Aerolíneas, que arma el oscuro negocio del tren bala. La santificación de los desaparecidos desde el poder K tuvo su muestra más cabal con la reescritura del prólogo del Nunca Más alfonsinista, que se había "quedado" en la "teoría de los dos demonios", con aquello de qué bien que había combatido Italia al terrorismo de las Brigadas Rojas.

El librito de Jauretche

Un indicio de las primeras grietas en la hegemonía cultural K lo podemos detectar, tal vez, en la intervención del Chacho Alvarez en la Feria del Libro junto a Laclau, cuando ironiza acertadamente sobre Luis D'Elía y dice aquello de que cada vez que le damos lección a la clase media con el librito de Jauretche logramos que se incline por una opción conservadora. D'Elía le constestó a través del servicio de propaganda oficial llamado Télam. En el que D'Elía firmó una extensa carta abierta al profesor Chacho Alvarez. De profesor a profesor fue la cosa. Ahí nuestro pensador matancero habla con sorna sobre el progresismo que encarna Chacho, un sucedáneo castrado y domesticado del pensamiento nacional, popular y revolucionario. D'Elía atribuye la total indiferencia de los sectores medios hacia su retórica simplota y exaltada al "quiebre cultural" de la clase media, que deriva, en los 90, en la opción por el progresismo chachista y frentegrandista. En psicología clínica el rechazado racionaliza el rechazo como una debilidad o, mejor, una deserción moral del Otro que lo rechaza: así hace D'Elía. Chacho, en cambio, con una dosis no menor de oportunismo, acierta. El, además, sí conoce a la clase media, porque a ella pertenece. D'Elía es un ejemplar de lumpen del Conurbano que se dio a sí mismo cierta formación política dentro, claro, del corsé alienante de la militancia pura y dura. No puede, entonces, como pretende, polemizar de profesor a profesor con Chacho. Aunque Télam le dé pie para intentar hacerlo, pero sin resultado ni contestación alguna a su ambiciosa carta abierta.
El "quiebre cultural" no es entonces de las clases medias, sino de esta precaria cultura política nacional, popular y antiliberal que intentó implantar el kirchnerismo. Y que alcanzó, como se dijo, a inyectar en cierto grado a los más jóvenes. Pero el deterioro rapidísimo de Cristina hace que el horizonte se achique, que la mitología o Vulgata de la Resistencia no tenga perspectivas de instaurarse de manera permanente en el imaginario argentino. Porque, dentro de poco, posiblemente algún juez ya no temerá tanto al poder K y citará a declarar a un Montonero. Dejando de lado así la absurda doctrina de la Corte según la cual los delitos de lesa humanidad son sólo cosa del Estado. Doctrina que únicamente existe en Argentina, como ha dicho repetidamente Moreno Ocampo, el fiscal de la CPI de La Haya; como además puede comprobarse fácilmente leyendo las innumerables denuncias de juristas la ONU contra las guerrillas colombianas por delitos contra la humanidad. Tal vez otro juez se anime con el caso Larraburre y cite a algún erpio. Entonces se abrirá un verdadero debate en la sociedad argentina sobre los años 70, debate que hoy no existe: hoy tenemos una repetición estandarizada y reverencial de la retórica mencionada y un enorme temor a objetarla públicamente. Temor eficazmente instalado por ese dispositivo discursivo a quedar automática e inapelablemente rotulado como "facho", golpista, procesista, etc. Así como hoy se rompe el miedo al poder K en un terreno estrictamente político (ahí están Schiaretti, Busti, Solá, los diputados K de Córdoba, etc), lo mismo ocurrirá en el futuro en el campo del debate sobre la historia reciente y los valores políticos a ella vinculados.
El ocaso político del kirchenirsmo significa así el principio del fin del predominio absoluto del discurso único sobre la Epica de la Resistencia y los 30 mil compañeros desaparecidos. Cuando esta mitología deje de ser hegemónica podrá volverse a hablar libremente de los 70, como hacen desde siempre los italianos sobre sus "años de plomo", que también fueron los 70. Se volverá entonces a reponer el prólogo original al Nunca Más. Laclau ya no será el intelectual favorito y la intelectualidad retornará, pongamos, a Habermas. Le Monde Diplomatique virará hacia posiciones más cercanas a las que sostenía hasta 2002, no ya digamos en los 90. El librito de Jauretche volverá a ser parte de un repertorio idicativo de una cierta indigencia cultural, la de los D'Elía y los Pérsico. Un mal sueño, una pesadilla, que quería presentarse como una epifanía nacional, habrá quedado atrás. Entonces, que gane Macri o que gane Lilita o un peronista ya-no-K, nos parecerá un asunto menor ante esta liberación de la era rabiosa, autoritaria y neurótica de los Kirchner.

domingo, 4 de mayo de 2008

El campo erró al quedarse solamente en el reclamo sectorial

Parece claro que hubo un error grave del campo en estas interminables semanas de negociación: se concentró en el reclamo sectorial y no dirigió simultáneamente un mensaje al conjunto de la sociedad. Solo Buzzi, mucho más formado políticamente que los otros, se dio cuenta, y parcialmente, de esta necesidad central. La atención del público se desgastaba con el paso de los días y las semanas y siempre se veía el mismo escenario: los ruralistas detallando los distintos acuerdos y reclamos ante los movileros. Pero hablar exclusivamente de la vaca conserva o de los registros de exportación de trigo es arriesgarse a sectorializar nuevamente el conflicto, a perder el feeling y la sinergia política con los sectores medios urbanos, que fue y todavía puede seguir siendo el rasgo distintivo de este asunto. El reclamo puntual, técnico, es algo que lógicamente los dirigentes rurales deben hacer: sencillamente ese es su rol. Pero les faltó acompañar esto con un mensaje a la sociedad, para atizar la simpatía ciudadana que habían logrado durante los días de protestas y piquetes. Mensaje que podría haber estado centrado, por ejemplo, en la creciente disparidad de la recaudación del Estado central frente a los estados provinciales; en los miles de millones gastados en una obra pública invisible por Julio De Vido, y en un largo etcétera que pusiera en el centro de la atención púbica el insaciable gasto K y su tremenda ineficiencia. En cambio, los ruralistas, me temo, cayeron en la trampa de Néstor.
Aunque igualmente es el poder K el que paga la mayor parte de la factura de este quilombo. Clarín publicó este domingo una encuesta demoledora, de una consultora poco conocida y que no recuerdo, que le da muy mal a Cristina y también a Nestor. Las dos figuras más populares son de centroderecha: el acomodaticio Scioli y Macri. No bad, si se tiene en cuenta que el camaleón Scioli no es un hombre K como todo el mundo sabe, que Mauricio no hace oposición y que el gobierno no tiene enfrente a nada que merezca llamarse de esa forma. Lilita aparece por debajo de Lavagna (what?). lo que torna un poco sospechosa la encuesta de Clarín. El Pálido quedó muy mal frente a la sociedad con su retorno a Olivos. No creo que mida tan bien como "mi" Lilita, que además está cada día más sensual.
Vuelvo mejor al asunto de marras: decía que los chaca boys se pusieron en el plano que quería el gobierno que se pusieran, para entonces limitarse a dejar pasar los días. Porque la tregua fue un respiro para un gobierno que estaba completamente desorientado, y a la vez un desgaste para el campo. Cierto, el conflicto le siguió facturando al gobierno, y cómo. Más allá de cómo termine esto, ya nada será igual para los K. Veáse, si no, en que estado quedó el Alberto. Pero el daño se lo hizo el propio gobierno, mejor, el propio Nestor, como es archisabido, y no el campo. Que, al contrario, se mostró casi solidario con el ex cavallista porteño, temiendo su sustitución por el chino Zannini o algo todavía peor. Entró así en la lógica chamberlaniana del mal menor, de apostar al policía bueno para que no pongan a un policia malo en su lugar. (Chamberlaniana: adjetivación que hace referencia a Neville Chamberlain, aquel primer ministro inglés que negoció con Hitler el pacto de Múnich en el 38 y pasó a la historia como el partidario del appeassment a toda costa).
Temo que varios, entre los dirigentes ruralistas, como los de la paqueta SR, militen en esta línea. No se dan cuenta que el poder K no los dejará vivir en paz nunca; que una vez mojada la oreja de Néstor con los 21 días de paro y los 400 piquetes en todo el país ya no tienen retorno. No les bastó el continuo ninguneo desde el inicio de la tregua, cuando se dejó pasar casi una semana para empezar con la negociación, y se siguió con las intervenciones de Moreno para hundir todo lo que se construía en las reuniones, para darse cuenta de cuáles son las reales intenciones del gobierno, o de Puerto Madero. Desgastarlos para doblegarlos, nada de acá no hubo ni vencedores ni vencidos, nos repartimos los gastos de la factura y todos de nuevo a su casa. No, Miguens, no Llambías, con Néstor y su banda esa lógica no funciona. Parece un caso de síndrome de Estocolmo en su variante nacional y popular: ellos saben cuáles son las reales intenciones del poder, pero quieren creer que no es así. Insisten en que ahí está la reunión con Cris, que los recibió y escuchó durante tres horas, que con Alberto se puede dialogar, etc. Mientras, en Olivos Néstor afila el hacha. No hay caso, es más fuerte que él. Estos tipos me mojaron la oreja, me tiraron abajo las encuestas y me las van a pagar sí o sí. Cueste lo que cueste. Por ahí vamos.

miércoles, 30 de abril de 2008

El "Grupo" beatifica a Frondizi

El "Grupo", o sea, Clarin-canal 13-TN-Radio Mitre,etc, etc ha decidido beatificar a don Arturo Frondizi en el cincuentenario de su acceso al poder. Operación propagandística atendible, dado el papel clave que el desarrollismo tuvo en el Diario que mucho más tarde, gracias a Menen, devino la nave insignia del Grupo. Pero, pese a esta atendibilidad, la operación resulta grotescamente realizada. Especialmente en Canal 13. El siempre grave Santo Biasatti (que "trabaja" de periodista serio, pero que es sólo una máscara, manifiestamente inmune a las ideas) presenta, en diversas entregas diarias, la presunta epopeya nacional de don Arturo. Don Arturo y el petróleo, lógico, fue la primera. Imagine el lector el tono apologético: con cualquier exageración se quedará corto. Hoy fue el turno de la educación universitaria "laica o libre". Que como todas las otras entregas, tuvo una versión rigurosamente parcial. Salonia fue el testimonio principalísimo, secundado por Tedesco, el ministro _imperceptible_ de Educación que tiene la Señora. Ni se les ocurrió entrevistar a algún viejo socialista o demoprogresista de los que estaban contra la educación "libre", o sea, católica. Otro grosero error, más técnico, consiste en que los "documentales" (llamemos de alguna forma al engendro) son presentados en el noticiero central y no en un programa especial. Desde el punto de vista de la edición, una locura. Es como si pusieran un suplemento especial sobre Frondizi, digamos, en la sección El País del Clarín. Claro, lo "meten" en el noticiero porque ahí tiene diez veces más audiencia que en un programa especial a las 10 u 11 de la noche. Me pregunto quién habrá dado la orden de hacer el bodrio: ¿Magnetto, doña Ernestina? ¿O, antes de la traumática ruptura, la mismísima Señora Cristina? Vaya uno a saber. Digo lo de la Señora Cristina porque es una devota declarada de don Arturo. En aquella memorable y única entrevista que concedió antes de las elecciones, Su Excelencia, a los dos mayordomos mediáticos Bonelli y Silvestre (la recuerdan ¿no?: fue realmente inolvidable) citó, como era inevitable, a don Arturo. Un "adelantado", lo calificó, ante la anuencia inmediata de sus dos servidores, la Señora. Que a esa altura ya se había apropiado desembozadamente de la "entrevista" y daba lección de todo y sobre todo a sus dos alumnitos, los que a su vez habían renunciado completamente a simular que la comedia se pareciera a una entrevista a una candidata presidencial. Volviendo al calificativo de la Señora Cristina sobre don Arturo, fue un caso evidente de humorismo involuntario: es que a fines de los 50 y principios de los 60 las ideas de don Arturo eran una cosa comunísima, aplicadas por doquier, tanto por demócratas como dictadores, sea en Sudacalandia como en Escandinavia. El caso más exitoso, si así puede decirse, de desarrollismo sudaca no resultó empero el del Adelantado don Arturo, pese a la titánica gesta del líder espiritual de Clarín, sino la dictadura militar brasileña. Es que industrialismo y dictaduras militares se llevaban de maravillas, contra lo que dice la Vulgata progre. La Señora debería revisar los manuales de historia económica. Digo esto con el más profundo respeto hacia Su Excelencia la Señora y a su altísima Investidura, claro está. A ver si el Obervatorio de la UBA se extiende a los blogs...

lunes, 21 de abril de 2008

El del campo ya no es un conflicto sólo sectorial como insiste en creer el poder K

Hay una enorme dificultad, y no solamente en el gobierno nacional, para entender que el conflicto del campo ya no es un conflicto sólo sectorial, como tal vez lo fue hasta antes de la huelga de 21 días y de las retencioes móviles. En minoritarios sectores de los medios y de la clase media, entre los que aún simpatizan con CFK o bien se ubican a su izquierda, se insiste en enfocar el conflicto como puramente sectorial, con los productores rurales; más en particular, con los de granos, y más en particular aún, con los de soja.
Un error mayúsculo: ya no es así, si así era antes de la huelga. Ahora la confrontación es del gobierno y de quienes lo apoyan con todo un sector social y geográfico de la Argentina: con esos miles de pueblos de la Pampa gringa, sobre todo, pero también del centro y sur de Buenos Aires y más allá: Chaco, Cuyo, el NEA y NOA, etc. En una palabra, el gobierno logró cohesionar en su contra a todo un bloque social que está vinculado a los intereses de un sector productivo, el rural. Un logro negativo, por supuesto, y por lo tanto un enorme error político. Para colmo, ese sector productivo recibió, también por rechazo al poder K, las simpatías activas de las clases medias urbanas no peronistas, o sea, de la gran mayoría de las clases medias urbanas. Que en octubre pasado ya no votaron a CFK, pese a que se presentaba como la cara educada del poder K-pejotista, con amplias promesas de institucionalización, apertura al mundo, etc. Imagínense ahora, con la banda de Moyano, D'Elía y Pérsico al lado del atril de Cris. Históricamente, nunca hubo buen feeling entre las clases medias urbanas y los gringos del campo. CFK y su esposo lograron crear ese sentimiento de solidaridad y simpatía que nunca había existido.
Hoy un intendente K del interior está estudiando todos los días cómo hará, ante la nueva huelga rural que se avecina, para que en el pueblo no lo corran a cascotazos, y a la vez no recibir bolilla negra del partido desde la provincia o la nación. Un equilibrio imposible, ya que la lógica K es polarizar los conflictos en vez de atenuarlos, como se hace en todos los demás países, desarrollados o no. Es el propio Néstor el que extrema el conflicto, así que esos cientos de intendentes K del interior están en una disyuntiva de hierro. Además, el conflicto sirvió para poner en el foco de la atención pública el centralismo fiscal, herramienta clave del poder kirchnerista. Gobernadores e intendentes saben ahora que el tema está en el tapete, y que se tendrán que mostrar ante sus votantes reclamando por el federalismo fiscal. De manera que no tiene retorno su situación, y sólo les queda sumarse a sus bases electorales y territoriales, como ya ha comenzado a ocurrir. Esta es una grieta profunda en el poder K-PJ, silenciosa por ahora. Todavía no se explicita ni se ve a simple vista, pero ahí está. Esta grieta se profundiza aún más allí donde el conflicto paró en seco a la pujante agroindustria, trayendo zozobra donde hasta hace pocas semanas había gran optimismo y un horizonte de crecimiento (se rompieron la mitad de los boletos firmados por maquinaria en la última exposición de Armstrong, dicen en la FAA). Súmese a todo esto que muchísimos de esos dirigentes políticos locales nunca tuvieron verdadera afinidad ideológica, ni mucho menos emocional, con los K. De hecho, ya desde la huelga, con los sucesivos actos de Cristina, quedó claro que el círculo de fieles se había reducido drásticamente, y el palco de Plaza de Mayo se debió rellenar con ministros y secretarios. Intendentes solo hubo del Conurbano, donde sí tiene fidelidad (mafiosa) asegurada el gobierno, mientras tenga $ para repartir impunemente. Pero con esos buenos muchachos no alcanza para ganar bien una elección nacional. De hecho, en los mismos partidos del Conurbano también hay una minoría importante de voto de clase media, no todo es allí voto clientelar del PJ. En las elecciones del año pasado Binner y Lifchiftz ganaron en distritos de la periferia de Rosario que eran históricamente voto seguro del PJ. Y en la vecina ciudad de Villa Gobernador Gálvez se pulverizó el histórico voto clientelar pejotista. No hay que descartar que algo similar pueda ocurrir en el futuro en algunos distritos del Conurbano. En todo caso, remontar la caída brutal de Cris en todas las encuestas recientes no será tarea fácil. Mucho menos con una inflación real que ya está por encima del 30% anual y subiendo todos los meses.

martes, 15 de abril de 2008

Elecciones italianas: addio al comunismo parlamentario

Elecciones italianas. Vuelve el Caimán, más botoxizado y teñido que nunca; vuelve, y con todo, la brutal Liga Norte, recargada y con la mira puesta en los inmigrantes; hace buena elección el nuevo Partido Demócrata de Veltroni, el admirador de Kennedy; y se va del Parlamento la izquierda ortodoxa, aún-comunista, por primera vez en la historia de la República italiana. Esta es la síntesis, ahora querría deterne, más que en el retorno del Berlusca y sus inconrregibles muchachos de la Padania, en la crisis de la izquierda y en el PD veltroniano.
La izquierda de Refundación Comunista y el Partido de los Comunistas Italianos era parte del paisaje político desde inicios de los 90, cuando el PCI desaparece en el PDS (Partido Demócrata de Izquierda, luego quitaron la P de partido y finalmente Veltroni, en un paso decisivo, quitó la I de Izquierda), cuando en ese mismo acto se creó, entre los reacios y nostálgicos, Refundación Comunista; años después, en el 98, a su vez se escinde de esta formación el PDCI. Ahora, bajo el amariconado nombre de Izquierda Arcoiris, habían sumado a los Verdes y a una fracción que se fue del DS cuando este se fusionó con los democristianos progresistas en el PD, el año pasado. Hago este sumario racconto para los que no siguen las complejidades de la vida política italiana pero pueden estar interesados en el fenómeno. Bué. ¿Ahora, es bueno o no que desaparezca del Parlamento la izquierda llamada radical, y que yo prefiero llamar "aún comunista"? La sustituirá la moderada izquierda democristiana y socialdemócrata del PD de Veltroni (que a su vez es más bien, no un socialdemócrata, sino un demócrata a secas, admirador de los "dems" americanos, de ahí el nombre del partido y el tono que le ha dado). Si se tiene en cuenta que muchos comunistas reividicaban frontalmente a Fidel Castro y a la expericencia cubana; si se recuerda que recibieron en Roma con todos los honores a Chávez, definitivamente la respuesta debe ser sí, está bueno que estos tipos salgan del Parlamento de una democracia tan importante como la italiana. Aunque más no sea porque el castrismo y el chavismo no tendrán desde ahora en Roma amigos con el plafón que tenían (vale recordar que Bertinotti, jefe renunciante de Refundación Comunista, venía de ser nada menos que presidente de la Cámara de Diputados, y que Diliberto, del PDCI, fue ministro de Justicia en el anterior gobierno del centroizquierda). Esta izquierda dura venía de un casi batacazo en las elecciones del 2006 y se había posicionado muy bien en la débil gestión de Prodi, con varios ministerios y lugares institucionales clave, como el de Bertinotti. Así que no hay dudas, viene bien su derrota en toda la línea. Italia, en buena medida bajo la dominante cultura política comunista durante 60 años, pasó una página decisiva en estas elecciones al mandar al trastero de la historia a lo que quedaba del viejo PCI.
Sí, de acuerdo, a todos nos da cierta pena y hasta nostalgia; el viejo L'Unitá, il Manifesto, Gramsci, las editoriales de Milán y Turín, las figuras intelectuales salidas del seno de esa cultura comunista italiana que, desde los años 70, con Berlinguer, había roto con la Urss y el estalinismo. Figuras por cierto ambiguas, todas ellas: Berlinguer, Pajetta, Iotti y tantos dirigentes del PCI de los 70; Asor Rosa, Rossana Rossanda entre los periodistas-ensayistas. "Rompían", hacían la rutpura, con la camisa de fuerza estalinista y soviética, pero siempre hasta ahí, siempre con peros y muchos "rimpianti".
Eran y son un buen ejemplo de ese absurdo colonialismo de la izquierda europea marxista. Practicado con la impunidad de la discriminación del tipo "no es para nosotros, pero está bien para uds": por ejemplo, con su descarado apoyo a Chávez. Los de Refundación decían que no les constaba que en Venezuela se violara la libertad de prensa, pero que si llegara a ocurrir eso lo condenarían: lo decían después de la clausura de RCTV, no hace 5 años. Yo lo escuché en un debate por la RAI (creo que era Piero Sansonetti, director del diario de Refundación, Liberazione, el que dijo esta barbaridad sin que se le cayera la cara). Es el viejo truco de siempre: disfrutar de todas las libertades de la democracia burguesa, pero no reconocerla como verdadera democracia y postular "modelos alternativos" para el lejano Tercer Mundo. Fueron incontables en todos esos años las delegaciones que el PCI, y luego Refundación, envió a La Habana, siempre rebosantes de elogios hacia el fidelato. Luego de hacer turismo político-colonial se volvían rapidito a Roma, a gozar de las ventajas económicas y políticas del denostado capitalismo italiano. El mecanismo recuerda mucho al niño bien bohemio, que vive del cheque del padre pero no deja de despreciarlo. Bueno, todo esto ahora se terminó, o al menos tendrá un relieve mucho menor. Si va una delegación a Cuba, ya no estará formada por parlamentarios, por ejemplo; a Chávez en Fiumicino lo recibirán sólo ex diputados y ex ministros. El caudillo emboinado, que olfatea el poder con brutalidad, no dejará de notarlo. Y de Veltroni no recibirá ni un saludo, como ya pasó cuando era alcalde de Roma. Así que a no derramar lágrimas por una cultura política y toda una época que se cierra, y que dejó mucho más en la columna del debe que en la del haber de los valores democráticos. Tanti saluti.

sábado, 12 de abril de 2008

La llama en Buenos Aires: ¡qué lindo, como en el 78!

Solamente faltó un José María Muñoz, aquel infame relator de fútbol del Proceso, que con su repugnante tono melodramático fue la voz del Mundial 78. Hablo, claro, de la recorrida de la llama olímpica por Buenos Aires. Los argentinos que se reúnen en las calles, emocionados, los medios que se congratulan: no hubo disturbios, dicen exultantes, no se "empañó" la sagrada ceremonia. El final, imperdible: al Kitsch deportivo se sumó el musical, con la inenarrable Soledad. ¿Qué más se puede pedir? Pero hay más, sin embargo: el periodista Bonadeo, feliz él en su obesidad sonriente portando la antorcha. Varsky, otro: escribe una columna en primera persona en La Nación en la que se explaya sobre sus profundas emociones. Que son, por supuesto, inolvidables. Palabrita clave del repertorio melodramático argentino. Ya se sabe, cuando nos emocionamos todos los argentinos, pero todos juntos..., porque, ¡qué lindo es ser argentinos así, todos juntos, en paz!
En el 78 yo era colimba. Hinchaba rabiosa y silenciosamente por Holanda, partido a partido. Me tocó sufrir la final en casa, estando de licencia. Los argentinos, tan felices ellos, salían a tocar bocina, toda la familia argentina en el autito, bocineando y cantando: !el que no salta es holandés! Yo andaba masticando bronca por el centro, puteando liberatoriamente: !boludos!; claro, no estaba en el cuartel, donde tenía que cuidarme de no incurrir en traición futbolística a la patria. Se dirá: qué tiene que ver, esto es democracia, fue una fiesta deportiva en libertad. No, argentos, no. El hecho, tan obvio como negado, es que la antorcha olímpica chorrea sangre, como en 1978 la copa del mundo: esto lo saben, no digo Gaby Sabattini, pobrecita, pero sí Bonadeo, sí Varsky, sí muchos argentinos que mostraron su sonrisa beatífica ante el paso de la llamita. Y que no pueden decir "yo no sabía". Imagino a los dictadores de Pekín observando enormemente satisfechos las imágenes de Buenos Aires: ¡qué contraste con el feo espectáculo de París, de Londres, de San Francisco! ¡Qué bien se portaron esos argentinos! (Pese a que los cagamos hace unos años con el cuento chino de las inversiones por 20mil palos verdes, agregarán, picaros, los burócratas del PCH). Es que Buenos Aires dio aire, y perdón por este paupérrimo juego de palabras, a la asediada antorcha sangrienta de Pekín, después de las palizas mediáticas de las tres ciudades anteriores. Ya no habló más el COI, aunque fuese tímidamente, de la situación de los derechos humanos en China, por ejemplo. Y el presidente chino, Hu Jintao, sí que habló, él sí, con la recobrada arrogancia del dictador que se sabe titular de la 2a potencia económica del mundo. Nada de dialogar con "la banda del Dalai", bramó Hu. Nada de entrometerse con los "asuntos internos de China y sus provincias", por el Tíbet, que no es provincia china, como sabe todo el mundo, sino un país anexado con una invasión militar. El PCCH se reunió para repudiar la valiente resolución del Europarlamento con idéntico tono arrogante. Volvió por supuesto a reinar el clásico argumento de las dictaduras represoras: el latiguillo de "los asuntos internos" para no dar cuentas de su brutalidad. Como el Proceso, como Pinochet y como un largo etc. Repito: los argentinos, que sonreían satisfechos, que salieron a las calles de Buenos Aires para "participar de la ceremonia en paz", no pueden no saber de su complicidad activa con la dictadura china. "Separemos por favor el deporte de la política", fue el precario y viejo argumento ad hoc, usado mil veces en el pasado por los José María Muñoz de todas las latitudes y tiempos y reaparecido ahora en Buenos Aires. De nuevo: de Macri, un inválido intectual y moral, ¿qué otra cosa se puede esperar? Pero de otras figuras y de algunos medios había derecho a esperar algo, un poquito. Me sentí como el personaje de Nanni Moretti cuando le pide a D'Alema que, por favor, diga "algo de izquierda". Nada más que yo le pedía a cualquiera, a Lilita, a, no sé, a Sebreli, al que fuera, que, por favor, dijera algo "disidente", crítico, sobre esta orgía de conformismo nauseabundo, este baño colectivo de argentinidad sonriente y boluda. Me los imagino, a los concurrentes, luego de aplaudir y sonreir con "orgullo argentino" el paso de la antorcha que va a Pekín, salir caminando satisfechos, siempre "en familia", por supuesto.
Por algo el deporte es la actividad favorita de las dictaduras y los totalitarismos: por esta abrumadora capacidad anestesiante y emboludecedora que sólo él tiene. Por esto también es fácil imaginar a las legiones de chinos con sus sonrisas prebacricadas, de felicidad decididamente falsa e idiota, recibiendo la llama en agosto en una Pekín militarizada y silenciada. Para que "el deporte no se contamine con la política", como repitieron de manera obsesiva los medios argentinos, para que no se arruine la "fiesta del deporte, del espíritu olímpico". La falacia de esta frase hecha, repetida por generaciones, no puede ser mayor ni más hipócrita: las ceremonias de deportes de masas, organizadas por el Estado, SON políticas, lo son hasta la médula. ¿Cuándo se va a entender esto? Creo que hasta Macri se da cuenta de la enorme valencia política de las imágenes de Buenos Aires para el régimen chino. Por supuesto, de la suerte de los tibetanos y de los propios chinos, le importa mucho menos que el futuro de tercer arquero suplente de Boca. Y parece que no solamente a él. Qué lindo día argentino, el de la antorcha: verdaderamente perfecto.