jueves, 10 de junio de 2021

Argentina, una gran amiga de las peores dictaduras

 A veces basta exponer los hechos, sin elaborar una línea argumental o editorial explícita. La contundencia de los hechos habla por sí sola. Es el caso de las recientes decisiones en política exterior de la Argentina.  Siete mil policías y hasta cinco años de cárcel: prohibido recordar la masacre de Tiananmen en Hong Kong. Fue arrestada una opositora del movimiento prodemocracia. 

Cientos de personas se reunieron el 4 de junio en las inmediaciones del parque Victoria, en la ciudad formalmente aún autónoma china de Hong Kong, en una vigilia para recordar la represión china en la plaza Tiananmen de Beijing. 

Las personas se concentraron en las inmediaciones para sortear la prohibición policial que rige por segundo año consecutivo debido segun la excusa oficial a las reglas sanitarias impuestas por la pandemia de coronavirus. Los policías bloquearon los accesos al lugar, lo que impidió la tradicional vigilia con velas que se organiza cada año al caer la noche, para conmemorar la sangrienta represión efectuada por el ejército chino contra el movimiento social y estudiantil de Beijing el 4 de junio de 1989. 

 Las conmemoraciones de este acontecimiento están prohibidas en China, pero hasta ahora Hong Kong era el único lugar del país en el que se toleraban.  Sin embargo, con la creciente influencia del Gobierno chino contra cualquier forma de oposición en la excolonia británica, la vigilia quedó prohibida.

 En los alrededores del parque se establecieron tres cordones policiales, en los que los agentes paraban y registraban a cualquier persona que se acercara al lugar. Por unos altavoces, se instaba a los peatones de las calles aledañas a dispersarse. Aún así, algunos ciudadanos encontraron el modo de conmemorar el aniversario.

A las 20 (las 9 de Argentina), en varios barrios de la ciudad, algunos habitantes encendieron luces, en las calles o en las ventanas, mientras que otros asistieron a servicios religiosos en varias iglesias que abrieron sus puertas con motivo del aniversario.EN 2020, en plena pandemia, Hong Kong termino d eperder su democracia parcial pero de gran vitalidad. Pekín intervino de facto la ciudad y apresó a los líderes políticos opositores. La enorme popularidad del movimiento prodemocracia habia quedado demostrada tanto en masivas y repetidas manifestaciones como en las urnas. El regimen dual dentro de un solo pais acordado en la cesion de Hong Kong por Reino Unido en 1994 quedo en la nada. Otro "logro" del implacable dictador Xi Jinping, el hombre más poderoso de China desde los tiempos de Mao Tse Tung. Ahora puso bajo amenaza cada vez más real de invasión a Taiwán, otro "mal ejemplo", como Hong Kong, de que las libertades y una economía pujante son perfectamente compatibles y de que no existe ningún supuesto condicionante histórico cultural en la tradición china que la haga incompatible con la democracia. 


Mientras se reprimía en Hong Kong, una amable reunión virtual ocurría en Buenos Aires. Relata la agencia oficial Télam: "En las puertas del centenario del Partido Comunista chino (PCCh), el embajador de la República Popular China en Argentina, Zou Xiaoli, se mostró optimista sobre la posibilidad de fortalecer el vínculo bilateral e inaugurar "una etapa brillante" de cooperación, en una charla virtual con dirigentes y expertos argentinos. "Frente a los cambios inéditos, sobre todo, la pandemia de Covid-19, el PCCh, inspirado en el espíritu de hermandad está dispuesto a fortalecer los intercambios con el PJ, gran amigo de China y su pueblo, y otros partidos políticos argentinos, a fin de llevar la Asociación Estratégica Integral hacia un nivel más alto, para inaugurar una etapa brillante de nuestra cooperación amistosa", dijo Zou ese  día jueves mientras, vale repetirlo, en Hong Kong detenían gente por prender una vela en la ventana.

El embajador habló en el seminario virtual "Centenario de la fundación del Partido Comunista de China", en el que además participaron la vicepresidenta primera del PJ y diputada nacional, Cristina Álvarez Rodríguez, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto del Senado, secretario de Relaciones Internacionales del PJ y excanciller, Jorge Taiana; y el el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa y vicepresidente de la Conferencia Permanente de partidos políticos de América Latina, Francisco Cafiero, enumera con puntillosidad la agencia oficial.

Mientras, en la lejana Bielorrusia obligaban a confesar falsos crímenes a un opositor detenido. El periodista Roman Protasevich, opositor al régimen de Lukashenko, apareció en la TV demacrado y entre lágrimas para mostrarse "arrepentido de sus crímenes". En 2020 hubo masivas manifestaciones en Minsk contra el alevoso fraude electoral perpetrado por el dictador Lukashenko. La represión que siguió tuvo el apoyo explicito y directo del poderoso vecino, Vladimir Putin.  Siempre el 4 de Junio de 2021, el presidente  Putin promulgó una ley que prohíbe de hecho a todos los partidos opositores. Lo hace prohibiendo a cualquier persona involucrada en "actividades extremistas" presentar su candidatura en elecciones locales y federales. Las víctimas directas son los partidos y figuras de la oposición, ya muy acorraladas y asediadas por los servicios de inteligencia del Kremlin. Pero es a la vez una confesión tácita de debilidad electoral de parte de Putin y su facción. Parecen admitir que solo prohibiendo la competencia puede mantenerse en el poder. Los sondeos confirman el mal momento de Putin, en el poder desde 1999.

La ley, que afecta especialmente al movimiento del encarcelado líder opositor Alexei Navalny, fue aprobada unánimemente esta semana por el Senado y la pasada por la Duma o Cámara Baja.

Los fundadores y responsables de esas organizaciones “extremistas o terroristas” no podrán ser elegidos durante cinco años desde la entrada en vigor de un fallo judicial sobre la liquidación o prohibición de esas estructuras, plazo que en el caso de los empleados y miembros será de tres años. Además, la medida es retroactiva, motivo por lo que fue rechazada en la Duma por la oposición y fue considerada “anticonstitucional” por los partidarios de Navalny y el Partido Comunista.

“En Rusia se ha adoptado una ley que reconoce como cómplices de extremismo todos aquellos que estén vinculados, de alguna forma, con Navalny. Esta ley apesta a fascismo”, dijo en Twitter Iliá Yashin, aliado del líder opositor.

De nuevo a Buenos Aires y siempre de manera virtual, pero junto a Vladimir Putin, el presidente Alberto Fernández anunció que la Argentina comenzará a producir la vacuna Sputnik V. "El presidente de Rusia estuvo al lado de los argentinos ayudándonos a conseguir las vacunas que el mundo no nos estaba dando”, afirmó el jefe de Estado. Tal vez olvidó las vidriosas operaciones para no firmar un contrato de provisión con el laboratorio estadounidense Pfizer. Fernández olvida que Putin no regala sus vacunas, menos aún China, que cobra por sus mediocres inmunizantes los precios más altos. 

Ahora vamos a dar un salto en el tiempo: 28 de mayo pasado. "Es una escena muy trágica: la llevaban en brazos porque no podía cruzar sola. De verdad se notaba que necesitaba ayuda médica". Relata el periodista Jorge Ventura, del medio estadounidense Daily Caller,  mientras observa el momento en el que un joven venezolano lleva en brazos a una anciana mientras cruzabanel río Bravo, en la frontera entre EE.UU. y México. La imagen de los dos migrantes cruzando el río, tomada por el fotografo Go Nakamura, de la agencia Reuters, ha dado la vuelta al mundo. Ventura le contó a BBC que la señora iba acompañada de un numeroso grupo de venezolanos que esta semana intentó cruzar la frontera para entrar a Estados Unidos. "El día anterior habíamos visto la llegada de unos 90 migrantes venezolanos a la localidad de Del Río, varias familias, niños, que apenas llegaban a suelo estadounidense se ponían a llorar y a rezar", señala Ventura.

Ese mismo 28 mayo, el Gobierno de Alberto y Cristina Fernández, se retiró de la demanda conjunta interpuesta contra Venezuela, en la Corte Penal Internacional (CPI), por cometer delitos de lesa humanidad. La noticia se conoció ahora, pero la decisión se adoptó en marzo, en paralelo a la salida de Argentina del Grupo de Lima, una alianza de países que busca una solución pacífica a la crisis de la dictadura venezolana.

Tarek William Saab, el fiscal general del régimen, se apresuró a celebrar la noticia. «Argentina se retiró de esa denuncia diciendo que no tenía sentido ni asidero, esa acción realizada en el pasado por otros funcionarios del Estado argentino», declaró, en alusión al Gobierno de Mauricio Macri. La demanda en La Haya contra la dictadura de Maduro incluye 131 asesinatos en manifestaciones, 8292 ejecuciones extrajudiciales, más de 12.000 prisiones arbitrarias, 289 casos de tortura, 192 casos de violación y 6 desapariciones, enumeró el especialista Santiago Cantón. Esa sarta de crímenes es la que ya no denunciará el gobierno argentino. El 2 de mayo, el canciller Felipe Solá había declarado a la CNN:

 "(sobre Venezuela) nos regimos por qué dice la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet. No porque es Michelle Bachelet, sino porque es la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas". Ese criterio duró menos de un mes. 

El buen lector sabrá unir la línea de puntos que corre de una a otra de estas noticias. Y sacará sus conclusiones sin necesidad de que lo guíen, dada la enorme obviedad de la trama subyacente. 

viernes, 28 de mayo de 2021

Irma cruza el río Bravo

 Este viernes 28 de mayo de este interminable 2021 una foto marcó como "dedo en la llaga" la tragedia venezolana causada por la también interminable dictadura chavista. Como aquella foto del niño sirio Aylan que yacía en una playa. Ahora, para verguenza de Maduro y de sus no pocos aliados en el Cono Sur (Argentina, entre ellos) la imagen "fuerte" fue igual de potente, y  casi peor: una anciana muy anciana  llevada en brazos como un muñeco de trapo inerte por un joven. Irma, que así se llama la pobre mujer, cruzó el famoso Rio Bravo, el limite entre Mexico y Texas en esas penosas condiciones. Parecía muerta, pero no, al llegar al lado estadounidense estaba viva y pudo recuperarse, al menos un poco. 

Vale transcribir el relato de un medio de los muchos que hoy habitan la web: Alnavio.es.
 "Una anciana cruza en brazos de otro joven emigrante el Río Bravo y entra de manera ilegal a Estados Unidos, donde es asistida por la patrulla fronteriza. El fotógrafo Go Nakamura, de la agencia de noticias Reuters, registra el suceso, que en cuestión de minutos da la vuelta al mundo y vuelve a poner el dedo sobre la llaga que representa la masiva migración venezolana."

Agrega alnavio.es que la imagen "se repite casi cada día a lo largo de los bajos del río, pero, hace unos meses, solo se veía a mexicanos y centroamericanos. Ahora, cientos de venezolanos están intentando entrar de esta forma a Estados Unidos, donde piden asilo".

En las redes sociales, la mujer fue identificada como Irma, de 80 años, y oriunda del petrolero estado de Zulia, de la ciudad de Maracaibo, antes y durante décadas sinónimo de riqueza y bienestar, adonde llegaban, aún en los años 70 los inmigrantes italianos. Sí, leyó bien. Había un país latinoamericano que todavía en los 70s atraía inmigración europea. Ese país era, claro, Venezuela. Hoy en Maracaibo y en toda Venezuela domina la pobreza extrema, al punto que una mujer de 80 años no duda en recorrer miles de kilómetros para poner pie en EEUU.  La desnutrición, antes inexistente, algo que pasaba en otros países, es cosa común y generalizada entre los venezolanos que todavía aguantan a Maduro y sus hordas de matones. 

En Estados Unidos, el Gobierno de Joe Biden anunció a principios de marzo un estatus de protección temporal (TPS, en sus siglas en inglés) para los venezolanos indocumentados, una medida que les permitiría residir de forma legal y trabajar.

        Según la Casa Blanca, el programa beneficiará a unos 320.000 ciudadanos que ya estaban en suelo estadounidense cuando se aprobó la medida, pero excluye a los llegados a partir de esa fecha. A Irma, por ejemplo, que llegól literalmente con el último respiro, y al joven que la cruzo en brazos.
       ¡Qué sentirán el canciller Felipe Solá y sus superiores, que apenas horas antes ordenaron retirar la firma de la Argentina de una demanda por delitos de lesa humanidad abierta contra la dictadura de Maduro ante la Corte Penal Internaiconal? Tristemente, hay derecho a pensar que nada. Aliados son los aliados, se dirán mientras cortejan a la China de Xi Xinping y la Rusia de Vladimir Putin. A los vencidos, ni justicia ni piedad, podría decir el Gobierno argentino con crueldad pero con coherencia. 

sábado, 20 de marzo de 2021

La geoingeniería y el cambio climático

Nota: esta columna la publiqué en septiembre de 2019, la pongo acá porque he notado que en el diario están borrando notas de archivo. Y a la vez vale la pena su lectura, pese al Covid el tema no ha perdido nada de actualidad. Al contrario. 

 La geoingeniería y el cambio climático

El IPCC de la ONU admitió esa alternativa para mitigar el calentamiento global. El efecto recesivo del calendario de corte de las emisiones.


Por Pablo Díaz de Brito


Domingo 29 de Septiembre de 2019

Diario La Capital de Rosario

En un informe de octubre de 2018 sobre el avance del calentamiento global, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) abrió el juego, aunque de manera limitada, al uso de las llamadas “geoingenierías” para frenar el fenómeno, ante la evidencia de que no será suficiente con el recorte de las emisiones si siguen a ritmo moderado como hoy. Y si son tan drásticas como exige el propio IPCC: emisiones cero para 2050, o bien compensadas por captura de CO2 de la atmósfera, y una caída al 45% para 2030, el daño sería indudable. Es claro que frenar el uso de combustibles fósiles, pero también de las emisiones de la agricultura y la ganadería, tan bruscamente resultaría muy dañino para las economías de gran parte del planeta, por lo que el IPCC acepta las tecnologías que buscan rebajar el nivel de CO2 atmosférico y ya no solo se apunta a las emisiones. El IPCC lanzó esta idea pese al rechazo frontal de las formaciones ecologistas, que repudian todo proyecto de “geoingeniería” y exigen sólo y exclusivamente recortar emisiones.


   “Se estima que las actividades humanas causaron aproximadamente 1ºC de calentamiento global sobre los niveles preindustriales. El calentamiento global alcanzará probablemente 1.5ºC entre 2030 y 2052 si continua a aumentar con la tasa actual” pronostica el informe de la ONU (http://report.ipcc.ch/sr15/pdf/sr15—spm—final.pdf). Solo para limitar el calentamiento global a 1,5 grados se requerirán unos esfuerzos sin precedentes para reducir un 45 por ciento las emisiones totales en 2030, apenas 11 años por delante, respecto al nivel de emisión de 2010, y 100% en 2050. Conviene subrayar que esto vale para la quema de hidrocarburos y carbón pero también para las otras fuentes de emisión: agricultura, ganadería, industria forestal. Agricultura, ganadería y otros usos de la tierra suman el 28% de las emisiones. O sea, debe alcanzarse el “cero neto” de emisiones para la mitad del siglo. El IPCC enfatiza que hay una enorme diferencia entre 1,5 y 2 grados y que el objetivo debe ser el primer umbral para 2100, pero con el ritmo actual ese umbral se alcanzará, como se dijo, entre 2030 y 2052.


   En suma, habría que eliminar por completo en apenas 32 años, la quema de combustibles fósiles, la agricultura tal como se practica hoy en día y la producción de carnes. Todo eso debería cambiar o desaparecer en apenas tres décadas. Semejante reducción drástica del consumo de combustibles fósiles—carbón, petróleo y gas natural— y de la producción de alimentos tal como se la conoce hoy sería sin dudas brutalmente recesivo para los países en desarrollo y no sólo ellos, e incluso un peligro para la alimentación de la humanidad. Esto ha llevado al IPCC a abrir el juego a las geoingenierías. El enfoque de las geoingenierías no se limita a cortar las emisiones, como plantea el ambientalismo como única solución al cambio climático, sino también a retirar CO2 de la atmósfera e incluso a “apantallar” las radiaciones solares para disminuir la temperatura media global. Ninguna de estas tecnologías es admitida por los ecologistas, ni siquiera a pequeña escala experimental.


   Pero pese a este rechazo ecologista cabe preguntase si pueden las tecnologías de captura de carbono y la geoingeniería climática ser una parte inevitable de la solución. El IPCC les abre la puerta tímidamente, al menos a las que quitan carbono de la atmósfera, no así a las que proponen rechazar parte de la radiación solar. Por otro lado, sin preguntarle a nadie, los noruegos, grandes productores de hidrocarburos en el Mar del Norte, separan e inyectan en la roca profunda el CO2 de sus campos de gas desde 1996.


   El IPCC pasa revista a estos diseños de geoigeniería. Primero están los llamados “sumideros forestales”: forestación o reforestación masiva. Esta fórmula ya se utiliza hace años en la contabilidad de los inventarios de emisiones. Pero ahora se suman, y el IPCC los plantea abiertamente por primera vez, sistemas de captura y almacenamiento de CO2. Son las plantas de bioenergía con captura y almacenamiento de CO2 (BECCS, por sus siglas en inglés). Queman biomasa forestal para producir electricidad pero en lugar de enviar el CO2 a la atmósfera, lo entierran, de manera similar a como hacen los noruegos en el Mar del Norte. Se quita CO2 de la atmósfera y a la vez se produce energía eléctrica.


   Hay otras tecnologías que se citan en el informe. Una consiste en un aerosol de minerales para eliminar CO2 de la atmósfera, y también se estudia la fertilización de los océanos con nutrientes para hacer crecer el fitoplancton y extraer el CO2. El IPCC, sin embargo, no ha incluido las medidas de modificación de la radiación solar (MRS) en sus propuestas de trabajo. “Aunque algunas medidas MRS pueden ser teóricamente efectivas para reducir los excesos de emisiones, comportan grandes incertidumbres y riesgos sustanciales”, alerta el IPCC. Estas imitan el efecto de los volcanes, rociando compuestos de azufre en la estratósfera, lo que filtra los rayos infrarrojos. Como el azufre puede dañar el ozono se lo sustituiría con “calcita”, compuesto de calcio muy común. Otra idea es generar nubes cargadas de sal marina. Estas tecnologías darían tiempo a eliminar el uso de combustibles fósiles sin condenar a los países emergentes a la pobreza ni cambiar arriesgadamente el modelo de producción de alimentos para los 7.500 millones de habitantes del planeta.

sábado, 6 de marzo de 2021

La crisis global es doble: económica y demográfica

 La crisis de la democracia construida en Europa en la posguerra se trasladó, en oleadas sucesivas desde los años 80, a sus partidos políticos. Algo similar sucedió en versión subdesarrollada en América latina, esa periferia de Occidente, su extendido suburbio pobre y violento. Hoy se observa el auge de los populismos, de izquierda y derecha, desde EEUU a Ecuador, de Venezuela a Hungría, de Brasil a Italia. Esto indica que el movimiento es de fondo, para nada ocasional. Pero al problema económico, desencadenado por los cambios que impone la Globalización, se suma otro, tan evidente pero mucho menos citado y analizado: la insostenible demografía que exhibe la Humanidad en los últimos 100 o 120 años, aproximadamente. Este segundo factor es de mucho peso, determinante, en los países subdesarrollados y mucho tiene que ver con sus derivas populistas.

Sobre el factor económico, la clave de lectura del fenómeno de base es conocida: el rendimiento de la Economía ya no es el que era. La Globalización lo ha cambiado todo. Veamos un poco el mundo desarrollado. Los obreros despedidos de la industria estadounidense tradicional, de Detroit a Pittsburgh, el desempleo crónico y alto en Europa, la falta de recuperación de España e Italia de la crisis de las hipotecas subprime de 2008, todo esto crea el conocido caldo de cultivo para el descontento inorgánico que alimenta a los populistas.
En 1983, luego de dos años de mandato, Francois Mitterrand se dio cuenta de que el modelo de posguerra ya no podía aplicarse y dio un viraje brusco a su política de nacionalizaciones e impuestos altos de 1981 -que había provocado una fuga masiva de capitales y de empresas. Mientras, Reagan y Thatcher impusieron reformas estructurales por convicción, pero también por necesidad urgente (déficit fiscales, estancamiento con inflación). Así comenzó a acumularse un descontento que se midió, en las democracias desarrolladas, con dos índices: el alejamiento de las urnas, dado que en ningún sistema político avanzado el voto es obligatorio, y el surgimiento de movimientos marginales, primero de extrema derecha, luego también de extrema izquierda. Jean-Marie Le Pen da la primera alarma en los años 80. En los 90s surge la Liga Norte en Italia, luego, en catarata, se multiplican los partidos populistas xenófobos y racistas en casi toda Europa.
 Hoy muchos gobiernan, como Viktor Orbán en Hungría, la Liga y el Movimiento 5 Estrellas en Italia o podrían hacerlo pronto, como Marine Le Pen en Francia, donde también ocupa un lugar importante "Francia Insumisa" del ex trotkista devenido populista Jean-Luc Melenchon. En España el populista de izquierda Podemos cogobierna con el PSOE, un partido socialdemócrata devenido una maquinaria de sobrevivir como sea bajo el liderazgo de Pedro Sánchez.  En Italia, la Liga cogobernó con el también populista 5 Estrellas, que en una acrobacia típicamente italiana viró a la izquierda y formó nuevo Ejecutivo con el Partido Democrático. Ahora, con Mario Draghi, la Liga volvió al Ejecutivo. Quedan pocos puntos fijos en el mapa europeo, y hasta Angela Merkel va al ocaso con varios golpes fuertes, como la renuncia de su delfín designada, Annegrett Kramp-Karrenbauer. Renunció a la presidencia democristiana porque el partido la desconoció y armó una alianza local con la ultraderecha en Turingia. En otras palabras, la ultraderecha arruinó la planificada sucesión de Merkel, la estadista más importante que ha dado Europa en 20 años. 
La falta de rendimiento de la Economía, o sea de producción de bienestar suficiente y de trabajos de calidad en abundancia, es ya un hecho generalizado y crónico en todo el mundo por fuera de Asia, la gran ganadora de la Globalización Y en este continente ese avance se da con los bajos estándares que ya se conocen (casos aparte son Japón, Corea y Taiwán, cuyas economías se desarrollaron más o menos en la misma época en que se dio aquel florecimiento de Europa).

La insatisfacción fuera de Europa también es muy fuerte y llevó a los nuevos populismos latinoamericanos en los primeros 2000. Este malestar no lleva a una ciudadanía instruida a informarse de los defectos de la economía nacional, ni de las debilidades del sistema internacional, sino a una reacción emocional: "nos engañan, nos roban, esto es una fiesta para pocos". En este clima de agravio, es inevitable que surjan los oportunistas. Pueden ser verdaderos dictadores con votos, como Hugo Chávez o, ya sin votos, su brutal sucesor, Maduro; o pueden tener planes económicos más serios aunque insustentables a largo plazo (Rafael Correa en Ecuador, Evo en Bolivia, los dos agotados por recostarse sobre la renta de los commodities sin detenerse a pensar que ese maná un día iba a cesar o disminuir, tal como inevitablemente ocurrió).

Pero a todo este complejo cuadro, nadie suma, ni siquiera entre los economistas más serios, un factor silencioso y enorme. Es como si nadie viera al elefante que se pasea por la sala mientras todos se preguntan por las causas del malestar general. Ese elefante invisible es la demografía. Al menos en los países que conforman 3/4 partes de la humanidad, los subdesarrollados, los "emergentes".
Argentina no escapa al problema. Cuando Perón es elegido presidente en 1946 Argentina tenía 15,8 millones de habitantes (censo de 1947). Debía proveer a las reclamaciones de bienestar de esa población. Hoy hay al menos 30 millones más de argentinos. Lo mismo vale para Brasil (de 54 millones en 1950 a 210 millones hoy) y México, de solo 25 millones en 1950 a 126 millones en la actualidad. Los demás países latinoamericanos muestran curvas de crecimiento de la población similares. 
A nivel subnacional, la Provincia de Buenos Aires, núcleo de casi todos los dramas argentinos recientes, tenía apenas 4,27 millones de habitantes en 1947; hoy supera los 17 millones. El Gran Rosario pasó de 485 mil habitantes en 1947 a 1,23 millones en 2010.
A veces, cuando ven el problema, los economistas señalan que la productividad ha crecido enormemente desde entonces, y es cierto. Pero también lo es que el consumo de energía y materias procesadas también lo ha hecho. Una familia de clase media popular argentina en 1950 habitaba en una casa de barrio con patio. No tenía otra fuente de calefacción más que leña y kerosene y se abastecía con una débil línea de electricidad, que alimentaba unas pocas lámparas de filamento, algún ventilador y nada más. No había en esa casa ni heladera eléctrica ni, claro, aire acondicionado, ni freezer ni los 4 o 5 electrodomésticos que hoy son casi reglamentarios. La casa familiar no tenía gas natural, del que había una red limitada al casco céntrico de las pocas grandes ciudades. Por eso la cocina a leña ("económica") era muy común en los barrios argentinos a mediados de los años 50 y la heladera de madera se enfríaba con una barra de hielo. Por supuesto, esta familia no tenía auto, ni soñaba con tenerlo. Iba al centro cada tanto en el tranvía. En resumen: el consumo de energía per capita era muchísimo menor al actual. Lo mismo el de materias procesadas, como metales livianos, hierro y aceros, aluminio, maderas elaboradas, etc. El plástico casi no se conocía. La "huella ambiental" de esa familia era mucho más leve que la de sus numerosos descendientes actuales. En otras palabras, hoy, en lugar de aquella sola familia, hay tres o cuatro que demandan muchos más bienes y generan un consumo de energía y materias procesadas muchísmo más alto.
Algún día este factor demográfico y ambiental decisivo deberá finalmente incorporarse al debate público para afrontar con madurez la totalidad del problema de déficit de bienestar que sufren nuestras sociedades. Falta hoy esta variable fundamental. Por dar un ejemplo que ocupa la cartelera de noticias a diario, el demográfico es un factor decisivo en el auge del delito violento común a todas las urbes latinoamericanas. Pero nadie lo menciona, ni siquiera de paso.