miércoles, 26 de marzo de 2008

La clase media de nuevo ante a su destino histórico: enfrentar al peronismo

Decía ayer que esperaba que la intelectualada nac&pop se pusiera del lado de la patota K. Y así fue, incluso mucho más de lo que me imaginaba. En mi trabajo un tipo que en 2001 celebró los ataques a las Torres Gemelas, un típico pequeño “intelectual” que se cree marxista o anarquista (dudo que entienda una palabra de los Manuscritos, de La ideología alemana o de El Capital) estaba muy exaltado, celebrando la patoteada K. Llegó a la villanía de festejar la persecución en la Plaza de Mayo de una “cacerolera” solitaria por una media docena de “batatas” de D’Elia. Correrlos, a los caceroleros, no fue ninguna violación del derecho constitucional a manifestarse, el cacerolazo estaba coordinado desde hace días, eran todos de Barrio Norte, agregaba otro con un largo pasado en el ignominioso PC, del que no se arrepiente ni minimamente.
Para explicar estas reacciones en el seno de la clase media hay que recurrir a vocabulario marxista: se trata de un sector de la pequeñaburguesía con un insuperable resentimiento hacia su propia clase social y el sistema del que forma parte. Claro que Marx se equivocaba de plano al considerarla, a la pequeñaburguesía, como una clase subalterna que se inclinaría alternativamente por la burguesía o el proletariado. Resulta que le erró, también en esto: las sociedades modernas surgidas en el siglo XX están definidas en su idiosincrasia, en su vida política, en su economía y en su cultura por las clases medias. Dato que olvidó súbitamente el matrimonio K, incurriendo en el mismo error que Marx pero más de un siglo y medio después, y en el que también cayó Perón, aunque a sabiendas y no por pura torpeza.
Es así, con este humus social enfermizo fertilizado con el lumpen a sueldo de los piketeros, que se ha llegado a una divisoria de aguas sociales sin antecedentes desde los tiempos de Isabelita.


La gran pregunta es cómo hará de ahora en más CFK para gobernar sin la clase media. La clase media fue incapaz desde el retorno a la democracia de gobernar bien. Sus dos gobiernos fueron calamitosos, breves y radicales: Alfonsín y De la Rúa. Que, sin embargo, fueron derribados, más allá de sus enormes ineptitudes, por la mano de obra ocupada del Conurbano pejotista. De manera que la clase media no puede gobernar, pero a la vez es imposible gobernar sin ella. Cristina, Néstor y su gris corte de brutos y malevos, están a punto de aprenderlo sobre la propia piel. Les resultará imposible de ahora en más pisar el interior, desde Coronel Pringles a Casilda, desde Leones a Gualeguay. Lo mismo que, inconcebiblemente, les ocurre en Río Gallegos. Un antecedente ilustrativo de esta capacidad kirchnerista para crear conflictos. Dentro de poco van a estar lamentando este marzo de pasión de Lousteau y Cristina. Sobre todo porque era totalmente innecesario, a diferencia de la confrontación de clases que diseñó Perón, fundamental para crear su base social de apoyo. Pero que igualmente le costó el poder. Con este episodio el kirchnerismo se compró un conflicto con todo un sector social, con el que ya venía mal pero sin romper del todo aún, y amalgamó, como ya se dijo, a la clase media urbana y al interior de los mil pueblos y pueblitos; simultáneamente, quedó pegado a la poco atractiva figura de D’Elía, su pata de plomo favorito. Lejos han quedado los tiempos de veleidades a lo Hillary. Todo esto es pura pérdida, un desastre de imagen de grandes proporciones. Cristina y Alberto F., dentro de su estulticia y arrogancia, tienen suficiente cacumen político para darse cuenta de la catástrofe política que constituye quedarse solos en compañía de D’Elía y Persico y con toda la clase media enfrente. Un logro negativo que Lilita y Macri deberían saber usufructuar. Deberían. Pero como dicen en el campo: difícil que el chancho chifle.

PS: Confieso que deseo que esto siga, que la gente mantenga la protesta en las calles y las rutas. Sé que es irracional, que puede terminar muy mal. Pero uno no elige ni el país ni el tiempo histórico que le toca. Y hoy a la clase media le toca enfrentar a las “organizaciones sociales” del kirchnerismo. Es su karma, su destino histórico, su fatalidad existencial: confrontar y, si puede, derrotar, al peronismo. Derrotó a Perón, derrotó a Menem, ¿porqué no creer que podrá derrotar a un adversario mucho más limitado y torpe, como los K? El gobierno no caerá, por supuesto, porque tiene mucho más que al gordo D’Elía: los barones del Conurbano, la CGT, el aparato del PJ, y sobre todo porque la situación económica es mucho mejor, por ahora, que en 1989 y 2001.
Pero Cristina llegará al 2011 desgastada.Y falta sumar el desgaste que creará la futura inflación y la previsible desaceleración de la economía. La pregunta que hay que irse formulando es cómo actuarán el PJ de los K y sus tropas de choque frente a una derrota en una elección presidencial.

Otro PS: D´Elía, jefe de las fuerzas de choque K, declaró oficialmente la guerra de clases y de razas: "No tengo problemas en matarlos a todos...Tengo un odio visceral por la puta oligarquía que tiene las manos llenas, pero llenas de sangre de pueblo...Ustedes, el norte de la ciudad, los blancos, aquellos que acumulan y concentran y que matan y que la única bandera que tienen en sus manos es la de su propia rentabilidad, les tengo un odio visceral, sépanlo de mi boca, lo único que me mueve es el odio contra ustedes".
Queda así fotografiado al desnudo el resentimiento social del lumpen periferico pero algo "formado" y cuál es su background ideológico y psicológico. El odio de clases y de "razas" es su versión, degradada y a sueldo, de la lucha de clases revolucionaria de Lenin. Lo mostraron en Parque Norte como el vecino pendenciero que se pasea con su Rotweiller por la cuadra. Los marginales del Conurbano tienen así un modelo de "carrera" a seguir: meterse en una orga piquetera, "militar" en ella y, quién sabe, en el futuro ser, no tanto como un D'Elía, pero sí uno de sus lugartenientes, un jefe de distrito de FTV u otra "organización social". Una forma de movilidad social ligada al poder feudal del pejotismo, por más que D'Elía renegara, hasta Parque Norte, del PJ. Un caso similar, sino idéntico, al de los matones de los punteros del conservadurismo popular de los años 30.

A propósito de pejotismo: en el acto en Parque Norte, los muchachos gritaron a voz en cuello la marchita, como pocas veces se vio en la era K. Este gesto no iba dirigido solamente ni principalmente,a los chacareros y la middle class porteña. Iba para Ella y El, que los ningunearon durante 4 años largos. "¿Vieron quíen los banca cuando las papas queman?" era el mensaje nada subliminal que subía hacia el palco. Para Ella en especial, que no quería sentir olor a sindicalista ni a piquetero, tan atareada estaba cortejando en vano al Partido Demócrata yanqui, y que terminó arropada, escudada, por los muchachones de Moyano y D'Elía. Aunque esto empezó con el acto por los 20 años de Moyano al frente de Camioneros, la imagen de Parque Norte fue mucho más potente. Desde ahora, Cristina está definitivamente pejotizada en el imaginario argentino medio, le guste o no.

martes, 25 de marzo de 2008

Noche de quiebre en Argentina: Cristina y Néstor la venezualizan

De pronto, los movileros dejaron de mostrar las rutas para correr al centro de las ciudades argentinas. Las clases medias urbanas salieron esta noche a sonar sus cacerolas contra la arrogante intervención de Cristina contra los "piquetes de la abundancia", o sea, de los productores rurales. La mujer y su escuálido equipo no calibraron bien el efecto incendiario de su violento y por momentos delirante discurso. Era la vieja Cristina senadora, aquella que lanzaba mandobles contra la oposición, pero olvidó que desde hace un tiempito es presidenta. Y entonces Néstor no tuvo mejor idea que mandar a su tropa de choque: los piketeros, todos con su respectiva "chapa" en algun organismo estatal o municipio del Conurbano. El propio D'Elia golpeó brutalmente a un hombre en su camino a Plaza de Mayo: fue claramente registrado por Cronica, el tipo escapó perseguido por una manada de matones. Se apoderan luego de la Plaza de Mayo al viejo estilo violento peronista, pero ni así pueden hacer huir del todo a la gente, que se ubica a un costado. Un energúmeno se sube al Obelisco (al de la Plaza) y hace ondear una bandera rojinegra de una fantasmal JP, que solamente existe en esas banderas y esos marginales a sueldo. Los matones llevan sus pecheras y banderas del Che y de Evita: el violento gordo y Persico corren entusiastas y sonrientes, como si acabaran de hacer un gol, abrazandose delante de las cámaras, reiterando el grito jurásico ¡Patria si colonia no! Es todo lumpenaje del Gran Buenos Aires, hay mucho "batata" y barrabrava. El equivalente argentino de los circulos bolivarianos y de las fuerzas de choque de Nina Ron. Los Kirchner lo han logrado: venezualizaron a la sociedad argentina.Desde ahora, Cristina y todo el poder K dependerá exclusivamente del voto cautivo y clientelar de los grandes cinturones de pobreza. Porque si en las elecciones de octubre quedaba algún vestigio de simpatía en las capas medias hacia el matrimonio, esta noche desapareció. Las clases medias urbanas se unieron a las del campo, en un hecho que del que no recuerdo antecedentes. Siempre se habían mirado de reojo. Del otro lado están el lumpen alquilado y los sectores más pobres y degradados del Conurbano. Los K han llevado al país nuevamente a la polarización y a lucha de clases que impusiera Perón. Congratulaciones, y que los dioses nos ayuden.

PS: es la una y pico de la mañana y la gente no se da por vencida. Vuelve a reunirse en el Obelisco. En Rosario los matones llegan al Monumento, donde se había reunido la gente con sus cacerolas,cantando la marchita: más coherente imposible. Son de la inexistente JP universitaria K. Jamás han ganado un centro en la UNR. Por TN Lilita habla con el felpudo Silvestre y llama a evitar a los "grupos parapoliciales", "porque el gobierno quiere el choque para lanzar la represión y callar a la sociedad". Ya puedo imaginar a la pequeña intelectualada nac&pop, a lo Feinmann, racionalizando su decantación en favor del "movimiento popular".

jueves, 13 de marzo de 2008

Tampa: deserciones; La Habana: señales de apertura (dicen)

Tampa, Florida: 7 jugadores de fútbol del Sub 23 de Cuba se fugan de la concentración. La masiva deserción suscita la indignación de la burocracia deportiva cubana: "una mariconada, unos traidores", exclama, justamente enardecido, el señor Garcés, de la junta de-no-se-qué.
La Habana: se sabe que Raúl autorizará la libre venta de computadoras y reproductores de DVD. Ah: además liberará la importación y venta de ollas a presión, las famosas arroceras. Mientras la valencia politica de dejar circular DVDs y PCs resulta más o menos evidente, no es así con las arroceras. Pero Fidel llevó adelante una campaña contra las arroceras, hace un par de años. Hizo un delirante plan para sustituirlas por otras, chinas, que según le habían dicho no gastaban electricidad. Ahora Rául dejó todo ese delirio senil en la nada. Arroceras para todo el mundo. Mejor dicho, para quien pueda pagarlas, o sea no más del 10% de los cubanos. Por lo del peso convertible. "Señal de apertura", diagnostícó rápidamente El País. Señal de descomposición del régimen, digo yo, y no pensando tanto en los DVDs y las arroceras como en lo ocurrido en Tampa. Trapecistas, boxeadores, actrices de telenovelas popularísimas, voleyvolistas, conductores de TV: los cubanos que han "desertado" en el último año ya no se cuentan. Casi todos, hacia EEUU. A propósito: el equipo cubano se presentó ante Honduras para su segundo partido con 10 jugadores. Los chicos que no jugaron ya piensan en el soccer. Dónde está la noticia principal, se preguntaban en una Redacción desganada y somnolienta. Yo digo: en Tampa; ellos, con 20 o 30 años de mala izquierda argenta a las espaldas (PC, PI, etc): en la venta de Pcs y DVDs. Veremos. Otro Ah: todavía nada de equipos de aire acondicionado ni de tostadoras, por orden del hermano Raúl. Señales de apertura, que le dicen.