Ahora bien, ¿cuál posición tomar desde un liberalismo independiente y crítico, laico y amigo de la ciencia, que rechaza identificarse con integristas cristianos de Texas, pero también con los radicales de Greenpeace y similares?
Desde 2004-5 leo literatura científica sobre el tema, especialmente referida al derretimiento de los hielos árticos y antárticos. Este punto es crucial, porque conlleva un gran riesgo de aumento del nivel del mar, y la mayor parte de la población mundial vive en las orillas del mar o cerca. La comunidad científica que trabaja en esta ardua cuestión no se dedica, sin embargo, al asunto central acá, probar si el calentamiento global es antropogénico o natural o si no existe. Por todo esto, "estoy" con la comunidad científica, pero me quedan dudas. Por ejemplo: si la temperatura media global (T) era superior a la actual durante el anterior período interglacial, entre 129 y 116 mil años atrás, por causas obviamente naturales, ¿porqué no lo sería ahora? (1)
Bueno, dicen los científicos, porque el crecimiento de T desde 1970-80 es muy rápido y viene directamente vinculado al nivel de CO2 en la atmósfera, que crece desde 1850 a niveles nunca registrados en los últimos 2 millones de años o más, y esto se debe a las emisiones humanas. Sin embargo, no existe al parecer un trabajo o grupo de trabajos de campo que hayan demostrado acabadamente este nexo crucial entre calentamiento global y actividad humana. En esto hay que ser muy prudente, porque ese trabajo puede existir y simplemente uno no lo conoce.
Creo poder fundamentar esta línea crítica pero amigable con la ciencia con un excelente trabajo de un científico de primera línea, en lugar de ir a los datos y afirmaciones del IPCC, que es un órgano híbrido, científico y político. Se trata del astrofísico e historiador de la ciencia Spencer Weart y su The discovery of the global warming (2). Weart está en la mainstream de la ciencia del clima, pero lo interesante es que en este trabajo afronta las razones y porqués de esa posición dominante. La obra revisa in extenso cada ítem del complejo tema, así como su historia científica desde el siglo XIX hasta hoy. Weart acaba de publicar una edición actualizada. Dice ahí: "... now the world’s community of experts had finally agreed, with little dissent, that it was highly likely that the strong global warming seen since the 1970s was in large part the work of humanity". Los subrayados son míos. No traduzco por vagancia y miedo a meter la pata. Como se ve, es una afirmación con varios atenuantes. En otro punto de la obra Weart agrega: "Scarcely any reputable expert now doubted that CO2 and other greenhouse gases were at least partly responsible for the unprecedented warming all around the world since the 1980s". Sostiene que un trabajo científico de 2005 fue "el último clavo en el ataúd de los escépticos". Esta crucial investigación está referida al calentamiento del mar y los modelos matemáticos no dejarían otra opción para explicar ese aumento que el origen humano (3), sin embargo no tengo acceso a ella. "Nothing but greenhouse gases could produce the observed ocean warming — and other changes that were now showing up in many parts of the world, as predicted", concluye Weart. Debo decir que no conozco ninguna refutación seria y cabal de esta posición.
En resumen, los dos puntos fuertes de la comunidad científica son: a) que todos los modelos matemáticos-computacionales apuntan al calentamiento global actual como de origen humano, y esto por b) el aumento sin precedentes del nivel de CO2 atmosférico, nunca visto hasta la explosiva actividad industrial _y mineraria, y agraria, etc_, de los últimos casi dos siglos. Los registros de hielo antártico indican que en ningún período glacial o interglacial, en los últimos 800 mil años, el nivel de CO2 superó las 280 partes por millón (ppm), mientras hoy está en ...387!, y sigue subiendo. Realmente no parece haber una explicación natural para semejante aumento. Pero entre "no parece haber" y una irrefutable certeza científica hay un buen tramo. Y, de vuelta, en anteriores ciclos interglaciales, es decir en la era geológica en la que vivimos, no en el Jurásico, ya se vieron T iguales o superiores a las actuales. A estas objeciones se puede sumar la refutación, por fuera del tema del CO2, del astrofísico Richard Lindzen, del MIT, quien apunta a la actividad solar como causa del calentamiento global. Pero Lindzen ha caído en desgracia, no por esta hipótesis científica, sino por sumarse a lo peor de los "contrarians" con acusaciones injuriantes hacia los mejores climatólogos...cuyos aliados le contestan mostrando la muy buena plata que ha hecho Lindzen con su vendedora polémica. Otros argumentos, que Lindzen y este sector levantan, no se sostienen un minuto, por tratarse de lecturas muy sesgadas de datos descontextualizados. Por ej: dice Lindzen que el calentamiento humano es sólo el 1,5% del efecto invernadero total. Es cierto, pero es más que suficiente para provocar el aumento de T que se pronostica, y que es una catástrofe. Sin efecto invernadero alguno estaríamos como en la Luna, pasando continuamente de 150 grados a 150 bajo cero. Lo mismo vale cuando se señala que el 90% del efecto invernadero se debe al vapor de agua y no al CO2. Ese escaso resto es más que suficiente para causar un aumento catastófico de las temperaturas.
En suma: según la comunidad científica hay una altísima probabilidad a favor del calentamiento de origen humano, apoyada en una gran masa de datos e indicios de campo y en lo que predicen refinados modelos matemáticos de computación. Convincente pero no suficiente para mí, dado que no existe, en principio, esa prueba reina, irrebatible y definitiva, como sí las hay en otros campos de la ciencia, como la evolución, las físicas relativista y cuántica y otras teorías que tienen, todas, su "Piedra de Rosetta". Claro que acá puede haber un problema epistemológico: el tema es claramente multidisciplinario, a diferencia de la física y aún de la biología, y esto puede hacer que resulte imposible lograr esa prueba maestra y única. Weart compara el trabajo científico que llevó al descubrimiento del calentamiento global con la progresiva observación de un edificio, es decir de un objeto poliédrico con muchas caras y perspectivas. Pero esa multiplicidad de perspectivas no nos deja dudas de que el edificio existe, al contrario.
(1) Datos tomados de un trabajo de marzo de 2006 publicado en Science por un grupo de la Universidad de Arizona. Proyecta aumentos del nivel del mar alarmantes a partir de modelos matemáticos probados, y hace notar que hace de 129 mil a 116 mil años, durante el anterior periodo interglaciar, la temperatura global y el nivel del mar eran más altos que hoy. El estudio dice que para 2100 podría la Tierra volver a estar tan cálida como entonces, cuando toda Groenlandia y parte de la Antártida habían perdido su enorme capa de hielo, con el nivel del mar entre 4 y 6 metros más altos que en la actualidad. Nota de divulgación publicada por el National Center for Atmospheric Research. Uno de los coautores del trabajo es Jonathan Overpeck, geocientífico muy reconocido.
(2) La obra completa está en: http://www.aip.org/history/climate/20ctrend.htm#N_48_
Otros apuntes interesantes tomados de Weart:
The computations pinned down an imbalance. The Earth was now taking in from sunlight nearly a watt per square meter more than it was radiating back into space, averaged over the planet’s entire surface. That was enough energy to cause truly serious effects if it continued. James Hansen, leader of one of the studies, called it "smoking gun" proof of greenhouse effect warming.
(3) Barnett, Tim P., et al. (2005). "Penetration of Human-Induced Warming into the World's Oceans." Science 309: 284-87 [doi: 10.1126/science.1112418]. Lo cita Weart, pero como dije no tengo acceso a este trabajo, al parecer crucial. Solo tengo este abstract de la Science: "A warming signal has penetrated into the world's oceans over the past 40 years. The signal is complex, with a vertical structure that varies widely by ocean; it cannot be explained by natural internal climate variability or solar and volcanic forcing, but is well simulated by two anthropogenically forced climate models. We conclude that it is of human origin, a conclusion robust to observational sampling and model differences."