martes, 27 de mayo de 2008

Clima destituyente: la pequeña intelectualidad se juega por los K

Se siente, es evidente, un elocuente clima destituyente

Al leer, o, más bien, vomitar, los párrafos brutales del documento del PJ contra el paro agropecuario, los poco letrados gobernadores K copiaron como loros la frasesita que se inventaron los intelectuales oficialistas en una carta pública sobre el conflicto del agro, presentada hace unas semanas. Carta que era, básicamente, un panfleto de apoyo denodado a CFK y un canto a los gobiernos de izquierda populista de la región. Todo aderezado con el habitual vocabulario de la liliputiense intelectualidad argentina. Ni una pizca de republicanismo ni de valores constitucionales, ni una crítica al gobierno K por su brutal concentración del poder y de los ingresos fiscales y por pulverizar la división de poderes.
Citemos, no sin deleite algo enfermizo, a nuestros intelectuales de cabotaje.
"Hoy asistimos en nuestro país a una dura confrontación entre sectores económicos, políticos e ideológicos históricamente dominantes y un gobierno democrático que intenta determinadas reformas en la distribución de la renta...la oposición a las retenciones dio lugar a alianzas que llegaron a enarbolar la amenaza del hambre para el resto de la sociedad y agitaron cuestionamientos hacia el derecho y el poder político constitucional que tiene el gobierno de Cristina Fernández...Un clima destituyente se ha instalado, que ha sido considerado con la categoría de golpismo". Se repite así el tosco libreto del poder K pero en lenguaje más elaborado. Forster en lugar de D'Elía, Feinmann por Depetris. La frasesilla "poder destituyente" volvió a aparecer 48 horas después del enorme acto de los "sectores dominantes" en Rosario. No en boca de intelectuales con cátedra vitalicia en la destartalada UBA de las períodicas "tomas" violentas, sino en la menos pulcra de Das Neves y Uribarri. Todo sirve, evidentemente. El documento leído por el trío, anotemos de paso, cayó muy mal en el universo peronista, no ya digamos en el resto de la sociedad.

Pero sigamos con el magno paper de nuestra módica intellighentsia: "En los últimos años, se volvieron a abrir los canales de lo político" (o sea: antes de los K los "canales de lo político" estaban cerrados) "no ya entendido desde las lógicas de la pura gestión y de saberes tecnocráticos al servicio del mercado, sino como escenario del debate de ideas y de la confrontación entre modelos distintos de país". Así que antes de los K había una falsa democracia "de saberes tecnocráticos al servicio del mercado", y hoy tenemos un gobierno verdaderamente democrático. Se va dibujando la lógica "destituyente" (pero destituyente de la democracia liberal moderna, no del gobierno K) de nuestra agreste intelectualidad: sólo valen los gobiernos que nosotros designamos como democráticos y populares, los demás son sólo manipuladores entregados al poder del mercado.
Otro bocadillo más: "En la actual confrontación alrededor de la política de retenciones jugaron y juegan un papel fundamental los medios masivos de comunicación más concentrados, tanto audiovisuales como gráficos, de altísimos alcances de audiencia, que estructuran diariamente “la realidad” de los hechos, que generan «el sentido» y las interpretaciones y definen “la verdad” sobre actores sociales y políticos desde variables interesadas que exceden la pura búsqueda de impacto y el rating. Medios que gestan la distorsión de lo que ocurre, difunden el prejuicio y el racismo más silvestre y espontáneo, sin la responsabilidad por explicar, por informar adecuadamente ni por reflexionar"..."Privatizan las conciencias con un sentido común ciego, iletrado, impresionista, inmediatista, parcial. Alimentan una opinión pública de perfil antipolítica, desacreditadora de un Estado democráticamente interventor en la lucha de intereses sociales. La reacción de los grandes medios ante el Observatorio de la discriminación en radio y televisión muestra a las claras un desprecio fundamental por el debate público y la efectiva libertad de información. Se ha visto amenaza totalitaria allí donde la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA llamaba a un trato respetuoso y equilibrado del conflicto social" (todos los subrayados son míos).
Más papilla comunicológica, como la que ya nos había provisto Schuster, con el que se solidarizan sin vergüenza ninguna por su oprobioso Observatorio, que buscaría "la efectiva libertad de información"! Increíble, y a la vez penoso. Perdonemos, ya que estamos, los obvios problemas que tienen nuestros intelectuales con la concordancia ("de perfil antipolítica"), y veamos esto de los medios concentrados que construyen la verdad y el sentido "gestando la distorsión de lo que ocurre". Es evidente la contradicción epistemológica de este parrafito: primero se afirma que la verdad y el sentido son construidos (algo que ocurriría siempre, con medios concentrados o no, "populares" o no), pero de inmediato se denuncia "una distorsión de lo que ocurre". Una vez establecido el constructivismo comunicológico y discursivo, ¿cómo determinar quiénes y cómo "distorsionan" "lo que ocurre"? Poco faltó para que escribieran "en la realidad", junto o en lugar de "lo que ocurre".
Luego, lo de "privatizan conciencias": cualquier tema viene bien para meter el verbo maldito, "privatizar". Coincido, sin embargo, con la crítica al sentido común iletrado, impresionista e inmediatista: pero ocurre que no lo crean los medios. En todo caso le hacen un fuerte feedback, cuando deberían contrastarlo con una pedagogía informativa. No hay nada más democrático y a la vez más brutal que los mass media: son un reflejo fiel y a la vez un órgano vital de la sociedad de masas, de sus pulsiones y sus aberraciones. El fenómeno demuestra, en todo caso, que la democracia de masas tiene aspectos oscuros, que no son por cierto resultado de la "privatización de la conciencia", sino, al contrario, de un exceso alienante de sociabilidad, creado precisamente por este feedback de los mass media. (Agrego: ¿no hay acaso nada más privado que la conciencia? No, no para un cientista social de la UBA, para el que el individuo y su conciencia son, respectivamente, mera suma de sus relaciones sociales y epifenómeno del Inconsciente)

Así puestas las cosas, "se trata de una recuperación de la palabra crítica en todos los planos de las prácticas y en el interior de una escena social dominada por la retórica de los medios de comunicación y la derecha ideológica de mercado.(Eh? ¿seguro que hablan de la Argentina de 2008? Los 90 ya pasaron, la derecha de mercado está escondida en sus trincheras). De la recuperación de una palabra crítica que comprenda la dimensión de los conflictos nacionales y latinoamericanos, que señale las contradicciones centrales que están en juego, pero sobre todo que crea imprescindible volver a articular una relación entre mundos intelectuales y sociales con la realidad política". Recuperar, entonces, "la palabra crítica", sepultada por el odioso mercado y la eterna derecha significa, concretamente, darles un espacio mediático a ellos, a los intelectuales K,("articular una relación entre mundos intelectuales y sociales con la realidad política"). Los muchachos, sencillamente, piden pista, espacio, aire. Una movida corporativa de un sector patéticamente autoaislado, en y por su desmedido narcisimo. Que se prende de las polleras de Cristina para ganarse un lugar público, un puesto en el ágora que por sí solo no sabe ganarse.

Sigue la inevitable demonización de la globalización, tópico infaltable en este pensamiento crítico pero sobre todo único: "En una situación global de creciente autonomía de los actores del proceso de producción de símbolos sociales, ideas e ideologías, se producen abusivas lógicas massmediáticas que redefinen todos los aspectos de la vida social, así como las operaciones de las estéticas de masas reconvirtiendo y sojuzgando los mundos de lo social, de lo político, del arte, de los saberes y conocimientos. Son sociedades cuya complejidad política y cultural exige, en la defensa de posturas, creencias y proyectos democráticos y populares, una decisiva intervención intelectual, comunicacional, informativa y estética en el plano de los imaginarios sociales". La situación es verdaderamente tremenda, como se ve: ¡estos malditos productores de símbolos sociales con su fockin capitalismo global sojuzgan, nada menos, a "los mundos de lo social, de lo político, del arte", para lo que resulta urgente una acción "en el plano de los imaginarios sociales"! Por no hablar de los "proyectos democráticos y populares", pobrecitos, también ellos sometidos al torniquete brutal de la derecha y el capitalismo. Ante semejante emergencia, se ofrecen para "una decisiva intervención intelectual". ¿Cuál será, la tan decisiva intervención, en concreto? ¿No terminará todo en otra fockin revista subsidiada por las arcas nacionales, o con otro canal estatal que coseche el 0.3 de rating?
Pero, continúan nuestros infatigables partisanos de la liberación, ante este negro panorama, por suerte tenemos a Cristina, a Chávez, a Correa, a Evo: es que se vive una confrontación "que se extiende al campo de la lucha sobre las narraciones acerca de las historias latinoamericanas, donde hoy se está jugando la suerte futura de varios gobiernos que son jaqueados y deslegitimados por sus no alineamientos económicos con las recetas hegemónicas y por sus «desobediencias» políticas con respecto a lo que propone Estados Unidos". En otras palabras: la oposición y la crítica a los gobiernos de centroderecha son siempre legítimas, sacrosantas, pero cuando se trata de los gobiernos de la izquierda populista sudamericana, que violentan todas las normas constitucionales, esa oposición y esa crítica se tornan golpistas (perdón: destituyentes), van contra "gobiernos que son jaqueados y deslegitimados", y por tanto no son simplemente críticas. Además, ¿sufren ese ataque o esa crítica por oponerse al mercado y a Washington, o más bien, por violar todos los preceptos constitucionales y silenciar violentamente a la oposición y a la sociedad civil (Chávez), o intentar sistemáticamente hacerlo (Evo)?

Nuestros intelectuales de bolsillo no podían sin embargo no pegarle un poquito al indefendible y concentrado poder K en pleno viraje pejotista: es hoy necesario "discutir y proponer opciones conducentes con respecto a los no siempre felices modos de construcción política del propio gobierno democrático: a las ausencias de mediaciones imprescindibles, a las soledades enunciativas, a las políticas definidas sin la conveniente y necesaria participación de los ciudadanos". El lenguaje es elípticamente prudente, la crítica hacia "el gobierno democrático" viene acompañada de la proposición de actuar de consuno "desde el Estado y desde el llano"(¿ellos, los académicos, estarían en el llano?). Los otros gobiernos, parece, no eran democráticos, si hay necesidad de agregar una y otra vez ese adjetivo para referirse a "este" gobierno.
Acto seguido se va un poco más al grano distributivo: "creemos indispensable señalar los límites y retrasos del Gobierno en aplicar políticas redistributivas de clara reforma social. Pero al mismo tiempo reconocemos y destacamos su indiscutible responsabilidad y firmeza al instalar tales cuestiones redistributivas como núcleo de los debates y de la acción política". El gobierno entró en su quinto año: ¿hizo o no políticas redistributivas concretas y eficaces? Un gobierno tiene que hacer mucho más que "instalar debates". Lean, amigos y cómplices de Schuster, el informe de la Universidad Católica que citó monseñor Casaretto y que causó el repudio violento del gobierno(en ese estudio se calcula que 6 de cada 10 chicos argentinos viven en hogares vulnerables, y 4 de cada 10 no tienen alimentación adecuada).

Finalmente, en el extenso panfleto se propone la creación de un "espacio de intercambio de ideas, tareas y proyectos, que aspira a formas concretas de encuentro, de reflexión, organización y acción democrática con el gobierno y con organizaciones populares para trabajar mancomunadamente...Un espacio signado por la urgencia de la coyuntura, la vocación por la política y la perseverante pregunta por los modos contemporáneos de la emancipación".
Extraños, estos "modos contemporáneos de la emancipación", si adoptan la forma del gobierno de De Vido, Jaime, Albistur, Moyano, Rudy Ulloa y un largo etcétera de obscenidades ambulantes sobre las que nuestra intelectualidad prefirió no hacer mención alguna, ni siquiera de soslayo, en su prolongada carta pública. Como hizo con los valores constitucionales y republicanos de la división de poderes, que, como ya dije, jamás son citados en ninguna de las abundantes de líneas del documento. Pero no seamos mal pensados: a lo mejor se olvidaron los pobres, abrumados por el "clima destituyente".

martes, 13 de mayo de 2008

¿Y si se chavizara realmente el poder k?

26 de mayo de 2008 (la fecha que pone automáticamente el blog está mal: no sé cómo se arregla)

Luego del mayor acto visto en Rosario desde 1983 (campaña de Alfonsín, también en el Monumento), Néstor y Kristina se enfadaron aún más y dijeron no, no se negocia nada. Ella venía del pobrecito acto que le armaron en Salta: perdió por paliza mediática frente a la gran movida del Monumento, y ambos lo sabían. Eduardo Fidanza dijo hace un rato en el programa de Morales Solá que en el gobierno apuestan a la lucha de clases y por esto no pueden entender cómo es que se alían Buzzi y Miguens, la FAA y la Rural. Sus cabecitas setentistas entran en estado de shock y rompen todo, agrego yo, que a los setentistas los conocí en persona, en los 70. Dentro de unas horas habrá reunión urgente del PJ por orden de Néstor: avanti la lucha de clases en versión criolla 2008.
Ahora, supongamos por un momento que los K ganan de algún modo la puja con el campo y la debilísima oposición (Macri ausente, del acto en Rosario y de la oposición: que alguien le avise que en el país está sucediendo algo más bien grave, que se despierte el bueno de Mauricio). Decía: imaginemos un escenario en el que los K ganan la pulseada, reencauzan la tropa PJ, la coyuntura internacional los ayuda nuevamente un montón y salen adelante. Improbable pero no imposible, ni mucho menos. A partir de ahí, hagamos un ejercicio de "inversión de facticidades" (se me acaba de ocurrir la frase: impresionante, ¿no?), o como se llame imaginar un futuro político improblable en el horizonte actual, pero compuesto con los elementos ya presentes. Puede resultar algo como sigue.

Paralelos que dan miedo

Hay muchos y crecientes paralelos entre la Argentina K y la Venezuela en la que reina don Hugo Rafael Chávez Frías. En Venezuela todo el mundo descuenta que Hugo no se irá del poder por las buenas. O sea, no perderá una elección y se irá a su casa. El mismo sistema de poder "revolucionario y bolivariano" que ha construido en estos años desmiente por sí solo esa alternativa. En Argentina sobreentendemos que no hemos llegado a ese punto y que nunca lo haremos; que los K serán desalojados, tal vez tan pronto como en 2011, especialmente si siguen desbarrancándose como en el letal trimestre marzo-mayo. Pero a la vez no los "veo" a los K resignándose, diciendo, "perdimos, mala suerte. Todos al Calafate".
La rápida radicalización del gobierno que se vio en este breve lapso, bajo la batuta de Néstor, ayuda a poner en duda esa futura entrega del poder sin convulsiones.
Argentina muestra otras inquietantes similitudes con Venezuela. Anotemos algunas: oposición muy débil y fragmentada, ausencia total de división de poderes y de un poder federal real, enormes recursos discrecionales en manos del gobierno central, que exhibe una indeclinable tendencia hegemónica, organizaciones violentas a sueldo, etc.

Lección de Néstor a las jotapés

Hace unas semanas, en un seminario de jóvenes K (venidos de esa miríada de jotapés que se alimentan de la Caja devidista: JP Evita, La Cámpora, Paco Urondo, y un largo etc.) Néstor criticó a Perón por irse mansamente en el 55 sin provocar, como correspondía, un brutal baño de sangre. Nosotros no haremos eso, les señaló NK a sus jóvenes cuadros. La psicología de Néstor da para pensar que hablaba muy, muy en serio. La actual conflictividad social, instalada por él y su esposa, y para todo sujeto equilibrado, completamente absurda e innecesaria, puede ser sólo un anticipo de lo que está por venir.
Una vez cerrado el actual conflicto, Néstor puede pensar en armar otros, dado que él cree firmemente que así construye poder, autoridad, y que a la vez siembra temor, factor fundamental en ese modo de "construir", de "armar". Es cierto, en el caso del campo el conflicto les estalló, no fue buscado por los K. Una diferencia clave. Pero eso no quiere decir que NK y CFK no terminen cantando victoria y gritando "costó pero los arrodillamos. Ganamos, ganó el campo popular". Porque este conflicto se cerrará de algún modo, en algún momento. Y entonces concluirán infaliblemente en Olivos que "ganaron". Y a prepararse para la próxima pelea. CFK tiene casi 4 años por delante para que su marido arme nuevos "escenarios de lucha".
De vuelta a Venezuela: el proyecto chavista de hegemonía y disciplinamiento de la sociedad también se dio en un marco de conflictividad enorme y creciente, de mucha inestabilidad, período durante el que muchos daban por muerto a Chávez. Acá sin embargo aparece una gran diferencia a nuestro favor: en Argentina el lumpen de periferia, materia prima esencial del chavismo, está en el 25%, no es el 50% como en Venezuela. Punto fundamental.
Además, el grave problema que ya hoy afronta este gobierno son las legislativas de 2009, las que, como van las cosas, se perfilan como una neta derrota. Chávez, en cambio, nunca perdió una elección hasta el referendo de diciembre pasado. Y desde entonces quedó "tocado".
Pero insisto en que una vez cerrado como sea el conflicto con el agro, en Olivos interpretarán, incluso contra toda evidencia, que salieron vencedores. El matrimonio ya vive en la cotidiana negación de la inflación: realmente piensan que la inflación real no es para tanto. Y si pueden negar la inflación, bueno, sencillamente pueden negar todo.
Ante una impopularidad creciente, bien podrían los K jugar a la radicalización en todos los frentes y a la ruptura para crear un escenario que no haga posible un normal cambio de turno en 2011. Es alocado, pero no para descartar. Acá la psicología y el microclima del entorno del poder K tienen mucho más peso que la sola lógica política.
El fortalecimiento exponencial de las "organizaciones sociales", la intimidación sistemática de la oposición y de los medios independientes a niveles hoy inconcebibles, serían el camino de la chavización. Si se estudia el proceso venezolano desde 1998 a hoy se verá que Chávez fue radicalizándose y radicalizando su sistema de poder de a poco, y que gran parte de ese proceso lo hizo cuando era mucho más débil y vulnerable que hoy.
Acá, sin embargo, aparecen por fortuna dos factores limitantes, y los dos vinculados. Para lograr algo similar a la chavización el matrimonio K debería mantenerse en el poder el tiempo suficiente para devenir un verdadero régimen (Chávez está en Miraflores desde inicios del 99), y cortar metódicamente las cabezas de los odiados aliados condicionales (desde Scioli y Schiaretti al último intendente radical K). Que serian reemplazados por fieles. Por entonces todos los cuadros altos, medios y bajos del Estado nacional, provincial y local, serían militantes incondicionales, formados en las jotapés K.
Por ahora este escenario no existe: y acá aparece el segundo elemento limitante. El abigarrado universo del PJ se mostró listo, apenas estalló el conflicto con el campo y el poder evidenció algunas grietas, para despegarse ágilmente de NK y CFK (esa agilidad felina, por cierto, no habrá escapado a Néstor, que también por eso convocó para hoy al PJ). Muy ligado a este factor "despegue" aparece el increíble deterioro de Cris en todos los sondeos serios. Estos elementos, todos sumados, hacen que hoy no dé para pensar en la construcción del régimen K. El aparato, antes de jugarse a todo o nada por el matrimonio, al que por cierto nunca amó, preferirá buscar un cambio de turno y conservar entretanto el poder "territorial". Hablaba de esto con un amigo periodista y peronista de toda la vida: le decía, y él concordaba, que el análisis gorila puro, como a veces es el mío, tacha bajo el rótulo simplista de "clientelismo" o de "caja" una relación que es más compleja, que tiene un fuerte componente emocional. El Lole Reutemann decía hace cosa de un año que a NK le recriminan mucho en el peronismo esa falta de lazos afectivos. "Al perro de vez en cuando le gusta recibir una caricia en el lomo" dijo, con parábola campera, el inefable Lole. Los K, efectivamente, no han trabado esa relación afectiva, y no sólo de poder crudo, que siempre existió en el peronismo. Recuérdense, si no, a Menem, a Duhalde. Por eso la construcción K es muy débil. No hay afecto, ni muchísimo menos carisma (en el caso de Cris incluso se puede hablar de un carisma negativo).
Pero argumentando así me estoy "matando" a mí mismo: acá trato de plantear la posibilidad o riesgo de chavización de la Argentina K.
Retomo y resumo: decía que contra toda evidencia actual, puede ocurrir que, una vez estabilizado el barco mediante masivas inyecciones de dinero a diestra y siniestra, los K intenten armar su régimen, que vayan por la depuración y la fidelización a fondo de todos los estamentos. Después de todo, _y vuelvo a argumentar contra mí mismo_ Perón armó su régimen en muy pocos años, entre el 45 y el 49.
En todo caso, no veo tan improbable que comience a darse en un futuro cercano otra dimensión a las orgas piqueteras y a esas pejotas que por ahora son sólo costosos sellos de goma. Más dinero, más locales, y, sobre todo, en el caso de las organizaciones piqueteras, masiva instrucción en el arte de la violencia: uso de bastones policiales, artes marciales, etc. Suena descabellado, pero estamos en América latina y (aquí renace mi gorilismo) en el país que inventó al peronismo. Todo, o casi todo, es posible. Veremos. Esperemos que no, pero si pasa, recuerden que yo avisé.

sábado, 10 de mayo de 2008

Inicio del fin de la hegemonía cultural K y de su mitología de la Resistencia

El actual resquebrajamiento del poder K anticipa otra derrota, aún por verse pero ya en gestación: la derrota cultural del kirchnerismo. Todavía no llegó pero es ineludible, una vez perdida la hegemonía política. ¿Que conllevaría la derrota K en el plano político-cultural? Mucho. El kirchenirsmo significó el establecimiento desde 2003 de un nuevo standard de moral social alrededor de dos ejes vinculados: el discurso épico-trágico de la Dictadura y de los 30mil compañeros desaparecidos, todos héroes a los que no se puede formular ninguna crítica póstuma, todos protagonistas de la "Resistencia" contra aquella dictadura y, sobre todo, contra la imposición, desde el 76, del modelo económico neoliberal, que es el segundo eje de este dispositivo retórico. Así reza, en resumen, este viejo pero reciclado y repotenciado relato, convertido en eficaz Vulgata ("cassette") por decisión de los Kirchner, y que hoy se pone en las cabezas de los adolescentes y jóvenes en las escuelas medias, o mediante el oportuno regalo de un libro de Felipe Pigna para que "los chicos sepan la verdad". En los 80 y los 90 esta retórica maniquea era propia de sectores minoritarios pero siempre presentes: el limitado mundo de la CTA, Página 12, etc. Hoy es el discurso del poder más crudo. El mismo que "argentiniza" Aerolíneas, que arma el oscuro negocio del tren bala. La santificación de los desaparecidos desde el poder K tuvo su muestra más cabal con la reescritura del prólogo del Nunca Más alfonsinista, que se había "quedado" en la "teoría de los dos demonios", con aquello de qué bien que había combatido Italia al terrorismo de las Brigadas Rojas.

El librito de Jauretche

Un indicio de las primeras grietas en la hegemonía cultural K lo podemos detectar, tal vez, en la intervención del Chacho Alvarez en la Feria del Libro junto a Laclau, cuando ironiza acertadamente sobre Luis D'Elía y dice aquello de que cada vez que le damos lección a la clase media con el librito de Jauretche logramos que se incline por una opción conservadora. D'Elía le constestó a través del servicio de propaganda oficial llamado Télam. En el que D'Elía firmó una extensa carta abierta al profesor Chacho Alvarez. De profesor a profesor fue la cosa. Ahí nuestro pensador matancero habla con sorna sobre el progresismo que encarna Chacho, un sucedáneo castrado y domesticado del pensamiento nacional, popular y revolucionario. D'Elía atribuye la total indiferencia de los sectores medios hacia su retórica simplota y exaltada al "quiebre cultural" de la clase media, que deriva, en los 90, en la opción por el progresismo chachista y frentegrandista. En psicología clínica el rechazado racionaliza el rechazo como una debilidad o, mejor, una deserción moral del Otro que lo rechaza: así hace D'Elía. Chacho, en cambio, con una dosis no menor de oportunismo, acierta. El, además, sí conoce a la clase media, porque a ella pertenece. D'Elía es un ejemplar de lumpen del Conurbano que se dio a sí mismo cierta formación política dentro, claro, del corsé alienante de la militancia pura y dura. No puede, entonces, como pretende, polemizar de profesor a profesor con Chacho. Aunque Télam le dé pie para intentar hacerlo, pero sin resultado ni contestación alguna a su ambiciosa carta abierta.
El "quiebre cultural" no es entonces de las clases medias, sino de esta precaria cultura política nacional, popular y antiliberal que intentó implantar el kirchnerismo. Y que alcanzó, como se dijo, a inyectar en cierto grado a los más jóvenes. Pero el deterioro rapidísimo de Cristina hace que el horizonte se achique, que la mitología o Vulgata de la Resistencia no tenga perspectivas de instaurarse de manera permanente en el imaginario argentino. Porque, dentro de poco, posiblemente algún juez ya no temerá tanto al poder K y citará a declarar a un Montonero. Dejando de lado así la absurda doctrina de la Corte según la cual los delitos de lesa humanidad son sólo cosa del Estado. Doctrina que únicamente existe en Argentina, como ha dicho repetidamente Moreno Ocampo, el fiscal de la CPI de La Haya; como además puede comprobarse fácilmente leyendo las innumerables denuncias de juristas la ONU contra las guerrillas colombianas por delitos contra la humanidad. Tal vez otro juez se anime con el caso Larraburre y cite a algún erpio. Entonces se abrirá un verdadero debate en la sociedad argentina sobre los años 70, debate que hoy no existe: hoy tenemos una repetición estandarizada y reverencial de la retórica mencionada y un enorme temor a objetarla públicamente. Temor eficazmente instalado por ese dispositivo discursivo a quedar automática e inapelablemente rotulado como "facho", golpista, procesista, etc. Así como hoy se rompe el miedo al poder K en un terreno estrictamente político (ahí están Schiaretti, Busti, Solá, los diputados K de Córdoba, etc), lo mismo ocurrirá en el futuro en el campo del debate sobre la historia reciente y los valores políticos a ella vinculados.
El ocaso político del kirchenirsmo significa así el principio del fin del predominio absoluto del discurso único sobre la Epica de la Resistencia y los 30 mil compañeros desaparecidos. Cuando esta mitología deje de ser hegemónica podrá volverse a hablar libremente de los 70, como hacen desde siempre los italianos sobre sus "años de plomo", que también fueron los 70. Se volverá entonces a reponer el prólogo original al Nunca Más. Laclau ya no será el intelectual favorito y la intelectualidad retornará, pongamos, a Habermas. Le Monde Diplomatique virará hacia posiciones más cercanas a las que sostenía hasta 2002, no ya digamos en los 90. El librito de Jauretche volverá a ser parte de un repertorio idicativo de una cierta indigencia cultural, la de los D'Elía y los Pérsico. Un mal sueño, una pesadilla, que quería presentarse como una epifanía nacional, habrá quedado atrás. Entonces, que gane Macri o que gane Lilita o un peronista ya-no-K, nos parecerá un asunto menor ante esta liberación de la era rabiosa, autoritaria y neurótica de los Kirchner.

domingo, 4 de mayo de 2008

El campo erró al quedarse solamente en el reclamo sectorial

Parece claro que hubo un error grave del campo en estas interminables semanas de negociación: se concentró en el reclamo sectorial y no dirigió simultáneamente un mensaje al conjunto de la sociedad. Solo Buzzi, mucho más formado políticamente que los otros, se dio cuenta, y parcialmente, de esta necesidad central. La atención del público se desgastaba con el paso de los días y las semanas y siempre se veía el mismo escenario: los ruralistas detallando los distintos acuerdos y reclamos ante los movileros. Pero hablar exclusivamente de la vaca conserva o de los registros de exportación de trigo es arriesgarse a sectorializar nuevamente el conflicto, a perder el feeling y la sinergia política con los sectores medios urbanos, que fue y todavía puede seguir siendo el rasgo distintivo de este asunto. El reclamo puntual, técnico, es algo que lógicamente los dirigentes rurales deben hacer: sencillamente ese es su rol. Pero les faltó acompañar esto con un mensaje a la sociedad, para atizar la simpatía ciudadana que habían logrado durante los días de protestas y piquetes. Mensaje que podría haber estado centrado, por ejemplo, en la creciente disparidad de la recaudación del Estado central frente a los estados provinciales; en los miles de millones gastados en una obra pública invisible por Julio De Vido, y en un largo etcétera que pusiera en el centro de la atención púbica el insaciable gasto K y su tremenda ineficiencia. En cambio, los ruralistas, me temo, cayeron en la trampa de Néstor.
Aunque igualmente es el poder K el que paga la mayor parte de la factura de este quilombo. Clarín publicó este domingo una encuesta demoledora, de una consultora poco conocida y que no recuerdo, que le da muy mal a Cristina y también a Nestor. Las dos figuras más populares son de centroderecha: el acomodaticio Scioli y Macri. No bad, si se tiene en cuenta que el camaleón Scioli no es un hombre K como todo el mundo sabe, que Mauricio no hace oposición y que el gobierno no tiene enfrente a nada que merezca llamarse de esa forma. Lilita aparece por debajo de Lavagna (what?). lo que torna un poco sospechosa la encuesta de Clarín. El Pálido quedó muy mal frente a la sociedad con su retorno a Olivos. No creo que mida tan bien como "mi" Lilita, que además está cada día más sensual.
Vuelvo mejor al asunto de marras: decía que los chaca boys se pusieron en el plano que quería el gobierno que se pusieran, para entonces limitarse a dejar pasar los días. Porque la tregua fue un respiro para un gobierno que estaba completamente desorientado, y a la vez un desgaste para el campo. Cierto, el conflicto le siguió facturando al gobierno, y cómo. Más allá de cómo termine esto, ya nada será igual para los K. Veáse, si no, en que estado quedó el Alberto. Pero el daño se lo hizo el propio gobierno, mejor, el propio Nestor, como es archisabido, y no el campo. Que, al contrario, se mostró casi solidario con el ex cavallista porteño, temiendo su sustitución por el chino Zannini o algo todavía peor. Entró así en la lógica chamberlaniana del mal menor, de apostar al policía bueno para que no pongan a un policia malo en su lugar. (Chamberlaniana: adjetivación que hace referencia a Neville Chamberlain, aquel primer ministro inglés que negoció con Hitler el pacto de Múnich en el 38 y pasó a la historia como el partidario del appeassment a toda costa).
Temo que varios, entre los dirigentes ruralistas, como los de la paqueta SR, militen en esta línea. No se dan cuenta que el poder K no los dejará vivir en paz nunca; que una vez mojada la oreja de Néstor con los 21 días de paro y los 400 piquetes en todo el país ya no tienen retorno. No les bastó el continuo ninguneo desde el inicio de la tregua, cuando se dejó pasar casi una semana para empezar con la negociación, y se siguió con las intervenciones de Moreno para hundir todo lo que se construía en las reuniones, para darse cuenta de cuáles son las reales intenciones del gobierno, o de Puerto Madero. Desgastarlos para doblegarlos, nada de acá no hubo ni vencedores ni vencidos, nos repartimos los gastos de la factura y todos de nuevo a su casa. No, Miguens, no Llambías, con Néstor y su banda esa lógica no funciona. Parece un caso de síndrome de Estocolmo en su variante nacional y popular: ellos saben cuáles son las reales intenciones del poder, pero quieren creer que no es así. Insisten en que ahí está la reunión con Cris, que los recibió y escuchó durante tres horas, que con Alberto se puede dialogar, etc. Mientras, en Olivos Néstor afila el hacha. No hay caso, es más fuerte que él. Estos tipos me mojaron la oreja, me tiraron abajo las encuestas y me las van a pagar sí o sí. Cueste lo que cueste. Por ahí vamos.