miércoles, 10 de noviembre de 2010

El Lole se va del PF: porque, hoy, CFK gana cómoda

Puede tratarse de una profecía autocumplida, de que todos se vayan convenciendo que la "realidad" es así y que finalmente la realidad sea ésa. El hecho es que el gesto del Lole de hoy, de irse del PF, se basa en esta firme creencia: a CFK no hay cómo ganarle el año que viene. Solá ya les habría dicho algo parecido a sus colegas federales. La jugada del Lole apunta a guardarse otra vez, a abandonar un espacio desgastado y oneroso, que ya antes de la muerte del mártir NK ya venía en franca caída, y jugarse todas las fichas en Santa Fe con un guiño a la Rosada: ¿vieron que yo no jodo, que no me junto más con Duhalde y cia? ahora ayuden uds a ganarle Santa Fe a Binner y al PS, y quedamos todos amigos. O sea, bajen a Rossi y Bielsa y apoyen a Obeid. Y chau. Por supuesto no es que el tipo se vaya a hacer K, pero su neutralidad parece segura. Contra CFK no se puede, así que mejor irse rápidamente al mazo y no esperar dos meses más al pedo, sería la pragmática conclusión del Lole en estos ...ni 15 días! desde que murió NK.
Acá está lo de la profecía autocumplida. Si todo el mundo se convence de que CFK gana, gana. Así de simple. Psicología de masas básica. Además, como preguntan en "la calle", enfrente ¿qué hay? Una cabal sensación de vacío y derrota. Cobos no habló más desde que lo insultaron durante todo el velorio. Desde el 28 de octubre que no hace más declaraciones, el precandidato presidencial quien hacía pocas semanas metía su segundo desempate con el 82% (¿quién se acuerda?). De Narváez está en picada, cambia equipos, armadores, pierde tropa, en suma, es una sombra del de hace un año atrás. El gesto de Duhalde, de poner fecha a su lanzamiento, luce cada día más desesperado y solitario. Si hasta el 27-O, como dirían los gallegos, si el panorama venía peleado pero con mejor futuro para la oposición, hoy, gracias a la muerte de NK, todo cambió drásticamente y, salvo otra metida de pata al estilo de la 125, CFK tiene el camino despejado para su reelección. Cierto, es demasiado pronto, y hay que esperar a que "baje la espuma" del efecto velorio. Pero hoy la impresión es que ella parece instalada en un nivel alto que será difícil corroer. La gente parece haberle extendido un crédito que antes de aquel día no le hubiera dado, mucho menos su marido. No se trata entonces de "espuma", sino de algo más sólido, que se combina con esa desoladora foto que presenta la oposición.