sábado, 27 de marzo de 2010

Marcó del Pont y una platea tonificada en Rosario

Este viernes vino a Rosario Marcó del Pont, a su primer acto público desde que asumió. Acompañada por Pichetto y Rossi. Mi amigo Papucho fue a cubrir y se hizo una crónica muy rica en apuntes. El lugar se llenó con unos 3000 tipos. Nada de colectivos con marginales traídos por 30 pesos. Gente de clase media progre que se alineó con el kirchnerismo, que mira canal 7, que cree en el "proyecto" y en la lucha contra la derecha. Clarín y Nación mandaron enviados, pero parece que después prefirieron darle poco o ningún espacio al acto.
El asunto, el dato nuevo, es que los kirchneritos están entonados. Ven que la oposición se desgasta y que ellos recuperan algunos puntitos. Como el acto del 24, que fue mayor a lo esperado por todos, y más allá de las rupturas internas, con las que se regodearon Clarín y Nación, el crecimiento se vio. Y la recuperación del gobierno es poquita, pero existe. No solamente en las encuestas de Artemio. Se percibe. No es un golpe de timón del humor social, desde ya, pero sí se nota que el gobierno pasó el peor momento, cuando se le cayeron los DNU. Fue cuando la oposición no supo dañar, meter un par de golpes cuando tenía al gobierno realmente golpeado. Ahora es otro round y el púgil que estaba groggy se recuperó. Era este el clima que se vivió en el estadio cubierto donde se hizo el acto con Marcó del Pont. "No estamos vencidos y ellos son horribles", era el mensaje entre tanto kirchnerito rosarino cool. Por ejemplo, Heller, que también vino al acto, prometió presentar la reforma financiera esta semana. Otro signo de que el gobierno recuperó la iniciativa, o apunta a hacerlo. Y tiene razón: la oposición, toda, es horrible.
Claro que el gobierno tiene un enemigo mucho más temible que la oposición: la inflación, y toda la mala macroeconomía que está detrás de la inflación. Que ya está en un piso de 2% mensual, según parece. Por esto aunque hay recuperación económica, con tan alta inflación la sensación social dominante es de malestar, de que el sueldo no alcanza, de que "está todo cada vez más caro". La gente empezó en serio a adelantar consumos para no pagar el mismo producto un 25% más dentro de unas pocas semanas, y la indexación reaparece en toda la cadena, desde la fábrica al kiosquito. Es esto, finalmente, lo que va a matar políticamente a Néstor. Me comenta la fuente desaliñada: Néstor apuesta a sacar un 20% y sentarse a negociar con ese paquete de votos y de fieles. Teniendo aún su bloque en el Congreso. Y ruega que en segunda vuelta gane Cobos. Mmm, no sé: Menem se fue bien, con todo controlado, y vino De la Rúa. Pero igual poco después el Turco no tenía un solo soldado, ni en el Congreso ni entre los gobernadores o intendentes del Conurbano. La debacle de Chupete no lo resucitó. Y políticamente Calo era mucho más que Néstor. Acá puede entrar lo visto el 24: esa base social minoritaria pero militante, mediáticamente sobrerrepresentada y prepotente. Sería su lugar de resistencia contra el gobierno de la derecha. Habrá que ver como "evolucionan los acontecimientos".