jueves, 9 de julio de 2009

Se viene la gripe K

El cambio de gabinete, totalmente endogámico y autista, confirma los peores temores. Las caras, la mirada y las palabras de Cris, antes, durante y después de su delirante gira caribeña, también. Aunque hoy en Tucumán hizo un llamado a la razonabilidad y el diálogo, esto no pega ni con cola con Aníbal jefe de Gabinete, Amado ministro de Economía y Moreno confirmado como jefe de la policía económica de Néstor. Todo mal. Como gustan decir los Chicago boys de los diarios económicos, los mercados ya votaron. Los temores-rumores de una devaluación de las grandes para licuar el gasto público _que a estas alturas es inmanejable_ y, de paso hacerse de más dólares con las retenciones, inundan las columnas de los diarios y las charlas de café. El gobierno que hizo un estandarte de la distribución del ingreso haría así retroceder aún más al salario real. Ya había conseguido este objetivo regresivo con la estanflación actual. En pocas palabras, vamos a más concentración del ingreso y frío económico, más fuga de capitales. Feo panorama. Para superar esta epidemia, que llamaremos gripe K, sólo quedaría una terapia: señales claras que convoquen a la inversión (echar a Moreno, entre otras), racionalidad económica y administrativa para atraer inversiones, o al menos frenar la brutal fuga de capitales, dar autonomía a la Justicia (fuera Conti y Kunkel del Consejo de la Magistratura), etc. Todas cosas que, claro, NO ocurrirán. Esto es la gripe K: no la malaria importada por la crisis internacional, como las que viven Chile, Brasil o Uruguay, sino la que nos provee en dosis abundantes la irracionalidad terminal del kirchnerismo.


PS: otro asunto grave es el crudo ejercicio de poder mostrado por Moyano en el Ministerio de Salud, haciendo destituir al tipo designado por Manzur apenas 48 horas antes. El episodio no sólo demuestra que K se quedó solo con Moyano y que perdió todo lo demás, como escribe hoy Blanck; también, que Moyano le puede mojar la oreja públicamente a los K y salir victorioso. Algo impensable hace apenas un año. Néstor fue humillado por Moyano, y públicamente. Así de categórico.