Parece que en La Nación la renovación está llegando a algo más que a la grafica o al pelotón de cronistas. Alguno, en la sección Opinión, tuvo la rara lucidez de publicar este excelente análisis del kirchenirsmo:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1150139
El artículo tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles (por ej: la caracterización del kirchernismo es brillante pero se ajusta más a la de los intelectuales K que al poder K crudo y puro en sí mismo), pero es un salto cualitativo para la página de Opinión y sus habitués, los plomos de Marcos Aguinis, Tomás Eloy y demás. El asunto de los opinionistas de La Nación es importante por lo que el diario representa en Argentina. Esto es, a un sector que no puede superar la actitud de sospecha hacia el "campo intelectual" y se aferra a los Grondona, Aguinis y otros fósiles similares. Por eso lo bueno de este artículo de dos tipos seguramente jóvenes es que vienen de ese palo y hablan otro idioma. Le contestan a Carta Abierta con un lenguaje claro pero no superficial. En lugar de la consabida perorata profesoral de Grondona o la moralina declamativa (¡Pobre patria mía!) de Aguinis, acá hay argumentación y análisis con categorías actuales y sólidas. Que esta no sea la pauta sino la excepción dice mucho, o todo, sobre ese mundo social y cultural que se referencia en La Nación, pretendiendo a la vez ser liberal y conservador, católico y laico, agua y aceite.
PD: Marcos Novaro es bastante conocido y reconocido, me hicieron notar. Yo la verdad que no lo tenía, aunque debatió el año pasado con la gente de Carta Abierta y es coautor de un tomo de la historia argentina de Paidós. El y Vonvecchi escriben en un think tank radical, http://www.escenariosalternativos.org/default.asp, donde pueden encontrarse columnas de Frenkel, Brodherson, etc.
