miércoles, 16 de septiembre de 2009

Ley de medios: K es una aplanadora, pero se queda sin nafta para 2011

Votó anoche Diputados: 147 a 4 y 104 afuera de la Cámara. Dicen que en el Senado ya tienen los votos cómodos, incluyendo al socialista Giustiniani. Giustiniani y Binner, que hicieron campaña para el 28 de junio diciendo que Reutemann no era confiable, que iba a terminar apoyando al poder K. En fin, ojalá mi voto se haya quemado adentro de la urna. Nunca más. Bien por los PJ disidentes que hicieron punta en retirarse con los radicales y los CC. De paso: el Acuerdo Cívico ya no existe, o casi. Segunda fuerza nacional el 28, hoy es un montón de pedazos. Así Néstor la tiene fácil, por eso mete un gol detrás de otro. Me recuerda a la oposición venezolana en el período 98-02, cuando a Chávez se le podía ganar (sin golpe) pero ellos no mostraron la altura necesaria para la faena que les exigía el momento histórico, y lo único que se les ocurrió fue dar un golpe. La noche del lunes vi en el programa de Leuco al diputado Fernando Iglesias, incendiado. Acababa de llegar del Congreso. Iglesias recordó, a propósito del riesgo para la democracia, aquello de la rana que se deja hervir viva porque la temperatura de la olla sube de a poco. En parte me contradigo con lo dicho anteriormente, porque efectivamente esto no es Venezuela y la pulsión hegemónica de los K nunca llegará a tanto. Pero no es necesario llegar "a tanto", o sea a la actualidad venezolana, para tener una ruina democrática, un sistema político que ya no es una democracia. Algo de eso empecé a ver en el trámite exprés en el Congreso. Me golpeó lo que denunciaron Iglesias y otros diputados, lo de las 10 horas para leerse las más de 200 enmiendas enviadas por Cristina, la falta de copias del nuevo texto incluso en las comisiones, etc. Pero sobre todo me pegó lo de las patotas K metidas en las comisiones, hostigando a los opositores. Los carteles de "gorila" que le ponían a Iglesias, los insultos y chiflidos. Se dirá que son barras, nada más. No: son asesores legislativos. Es un síntoma, seguramente no el peor, pero igualmente grave, del avance de un modo violento de hacer política, de imponer hegemonía.
Lo veo en mi trabajo: hay una descalificación permanente, sin argumentar. No, es peor: se arma un dispositivo retórico y gestual que deja afuera la argumentación, que sobreentiende que el otro no tiene argumentos válidos, que es un idiota útil o un corrupto. Por suerte no son todos, pero muchos actúan así. (Ocurre que el Sindicato de Prensa de Rosario es una verdadera "orga" vertical, conducida desde que tengo memoria por el mismo tipo. Con "elecciones" siempre por lista única, que se llama, con coherencia extrema, "Unidad". Esto lo cuento porque presumo que se reproduce en otros medios y lugares de trabajo. Se crea un clima de guerra, donde no hay lugar para las posiciones independientes e individuales. Como dije en otro post, a esta gente le encanta el kircherismo, aunque sepan que es venal hasta la médula. Les gusta por su hegemonismo "de izquierda". Por eso este sector no hace más investigación periodística. Por eso Macri exagera pero no le erra intuitivamente cuando dice que es el gobierno más "fascista" que ha visto.
Conviene decirlo: como muchísima gente independiente, ni remotamente estoy de duelo por el Grupo Clarín, ni por los otros multimedios que van a perder buena parte de sus negocios y de su poder. Aunque claramente se trata de un atropello con grave daño patrimonial que, como dijo la negra Camaño, ni Chávez se animó a tanto, porque esperó a que cayeran las licencias (creo que se equivoca de medio a medio, pero bueno). Incluso este punto, el del daño patrimonial y los derechos adquiridos, es discutible: cuando surge la legislación antitrust en EEUU a principios del siglo XX se obliga a las telefónicas y a las petroleras a dividirse, con gran perjuicio de sus "derechos adquiridos". Vi el surgimiento de los multimedios, como muchos, y no me pareció nada bueno. Demasiado poder de veto, de apriete. Pero cualquiera que sea honesto sabe que los K no desmontan Clarín por espíritu antitrust o antimonopólico. Hay un monopolio que no les gusta y lo rompen para sustituirlo por otro, de ellos, a lo que sumarán un coro de medios "comunitarios" adictos. Conviene volver a desmenuzar un dogma de la izquierda K: que los medios contruyen y venden el consenso social en torno, no ya sólo a un gobierno, sino a un sistema, el capitalista. El caso Clarín prueba lo contrario: Clarín hizo oficialismo servil con los K hasta la campaña de 2007, y bastante después también. Cuando estalló el conflicto con el campo debió elegir por la fuerza: o seguía con el gobierno o defendía los intereses de sus lectores de todo el interior, bonaerense y santafesino, pricipalmente. El suplemento rural de Clarín es un clásico de los pueblos la mañana de los sábados. No podía ir contra sus propios lectores y avisantes locales. Además, se veía que el gobierno perdía cada día en ese conflicto el apoyo del resto de la sociedad, cayendo en pocos de meses del 45% que sacó Cristina a ese 30% en que se estacionó y que logró en junio pasado. Ahí rompió Clarín, porque fue forzado a elegir entre dos intereses encontrados, que hasta meses antes iban de la mano (recordar el voto rural por Cristina). Los medios que hacen negocios con el poder muchas veces se ven obligados por sus lectores a enfrentar a ese poder. Pasó incluso en plena dictadura: recuerdo muy bien el viraje de Editorial Abril cuando empezó la decadencia del Proceso, que después llevó a la aventura de Malvinas. Gente y las demás publicaciones de Abril se habían puesto relativamente críticas durante el último período de Videla y la corta presidencia de Viola. No podían seguir apoyando a la dictadura porque sus lectores, o sea, la clase media argentina, se estaba alejando del Proceso, que no le encontraba la vuelta a la inflación y a la recesión. No por la represión y los desaparecidos, como se mitologiza ahora.
Volviendo a la actualidad y a los K, este triunfo es importante pero socialmente irrelevante. Basta salir de la burbuja del ambiente de los medios y de la política para darse cuenta que todo este asunto no le interesa demasiado a casi nadie. No es una segunda 125, las únicas movilizaciones que se vieron son las de las orgas sociales K. O sea, unos pocos cientos de tipos pagados. Por eso el gobierno sigue en crisis y va para atrás. Ahí están las cifras de inflación, incluso las del Indec. La inflación mensual real de agosto fue el 1,5% o más, y con una fuerte recesión, que se cronifica. Estamos en plena estanflación, cuando Brasil y Chile ya dejaron atras la recesión y no saben qué es la inflación. Además, ahí siguen los números del 28 de junio, que no han cambiado, al contrario, hoy perderían peor. Por todo esto, por lo que es el núcleo duro de la realidad socio-política, no hay que dejarse marear por estos triunfos parlamentarios
de la maquinaria oficial. Entonces, ¿me contradigo? ¿Hay o no peligro de chavización? No, por la falta de poder electoral del gobierno. Sí, porque en este tramo final hasta el 2011 el poder K se va a radicalizar a fondo. El verdadero riesgo es que el gobierno la "pegue" de vuelta con la economía, por pura casualidad, como ya hizo en 2003 al dejar todo como estaba, con Lavagna incluido. Imaginemos una salida fuerte de la recesión, un nuevo rebote hacia la segunda mitad del 2010 que se prolongue en el 2011. Ahí Néstor tendrá su resurección servida. Pero esta hipótesis no toma en cuenta que el propio poder K está rompiendo puentes con los mercados, lo que retrasa sine die la reactivación. Hoy el problema económico es el freno de las inversiones por la incertidumbre política, como repiten consultores y empresarios. Y la ley de medios, con sus confiscaciones, acentúa este problema.

PS: volviendo a la ley en sí, parece que la potestad de retirar o no una licencia cada dos años permanece, aunque en manos del Congreso. Parece _hay que subrayarlo, dado que nadie salvo los diputados tiene los textos finales, con las 200 y pico de modificatorias_, que queda firme el año para deshacerse de los medios excedentes, apuro que solamente puede explicarse por el afán de destruir al Grupo. En el post anterior decía que habría que sumar Telecom más Clarín para darse una idea de lo que se venía. Bueno, por lo pronto no será así. Pero las telcos están haciendo su trabajito para no quedarse afuera http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=30845).

Otro PS: bien Fontevecchia: http://www.perfil.com/contenidos/2009/09/12/noticia_0040.html