sábado, 22 de agosto de 2009

Fútbol por TV: en España pasa algo parecido pero a la vez muy diferente

En España el grupo Prisa acaba de disparar todos sus cañones contra el gobierno de ZP. Impensable hace unos años, la ruptura parece total. ¿Porqué? Por la televisión del fútbol. El gobierno autorizó la llamada televisión digital terrestre o TDT, lo que significó un "varapalo" para el grupo de El País. Explicaba su adversario monárquico, el ABC: "La TDT de pago es la primera baza que se le presenta al Ejecutivo para retratarse. Si el Consejo de Ministros del próximo jueves día 13 autoriza -como todo parece indicar- esta nueva modalidad de explotación televisiva, sin duda habrá asestado un duro varapalo a los intereses de Prisa, que tendrá un serio competidor para comercializar el torneo en pago por visión con su anunciado Canal + Liga. Si por el contrario el Gobierno accede a las peticiones de Prisa y retrasa la aprobación de la TDT de pago, Mediapro no podrá vender los partidos ligueros desde la temporada que arranca este mes, con la repercusión de incalculable profundidad que podría suponer para el plan de negocio de la empresa de Roures. Mejor no pensarlo".
Bueno, el jueves 13 el Ejecutivo zapateriano autorizó la TDT. Es decir (si entiendo bien), destruyó el monopolio o cuasi monopolio que tenía Prisa. La reacción fue virulenta: El País reseñó: "Una "intervención desaforada" del Gobierno para "intentar doblegar a los medios", una "guerra contra los que son independientes" para tratar de organizar su propio grupo de medios afines, un ataque "a la seguridad jurídica de las empresas" y un atentado a "la calidad democrática", al poner en peligro la separación de los poderes Legislativo y Ejecutivo. Así describió Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo PRISA, (editor de EL PAÍS) la magnitud y el peligro que implica la aprobación por parte del Gobierno, el pasado día 13, en pleno mes de agosto, de la implantación de la Televisión Digital Terrestre (TDT) de pago mediante decreto ley". Claro que siempre hay grandes diferencias de estilo: El País publicó esta catarata de improperios de Cebrián en la página 32. Y nadie se sueña en el gobierno español con hacer lo que acá hizo Cristina, sería sencillamente impresentable, un oprobio insuperable. El gobierno sencillamente terminó con el monopolio privado habilitando otro servicio, también privado, "de pago". Nada más y, a juzgar por la furiosa reacción de Cebrián, nada menos.

Así que en España también se consigue, aunque allá se evitan la obscenidad descomunal de don Julio y los paralelos históricos pasmosos de Cristina. Y se limitan a romper un monopolio privado, habilitando más competencia, en lugar de traspasar ese monopolio al Estado para que a su vez lo distribuya a cambio de favores políticos, poniendo encima plata pública en manos de personajes como Grondona.