sábado, 6 de junio de 2009

Tiananmen y Solidaridad: "malos ejemplos" de resistencia popular

Veinte años de Tiananmen, 20 años de la épica batalla de Solidaridad. Parece que los medios argentinos y regionales apenas se dieron cuenta. ¿Tal vez se trata del efecto residual de la borrachera castro-chavista? Tengo pocas dudas. Hay mala conciencia ambiental, para intentar definirlo de algún modo. Nuestra conciencia democrática no está "en su lugar", como dirían los italianos. Tantas alabanzas al régimen castrista, tanta ceguera ante el avance del chavismo sobre las libertades básicas, tienen por acumulación estos efectos: olvidar la conmemoración de una represión horrible en una sociedad comunista y el inicio del retorno a la democracia de otra sociedad, también sometida al comunismo. Y ese olvido es sintómatico, no casual, porque al cubrir de retórica complaciente al castrismo lo que se hace, sustancialmente, es reivindicar una dictadura comunista. Se trata, entonces, los de China y Polonia, de "malos ejemplos" de movilización popular. De la concreción de la peor de las pesadillas: la diosa Historia diciéndole que no al Estado comunista, que se suponía debía ser su culminación y apoteosis. También se trata de la destrucción de otro de los frágiles dogmas por estos días nuevamente en boga: la descalificación, por obra de la realidad social-histórica, de la pueril retórica contra los "dos demonios", como si no fuera posible el totalitarismo y la destrucción de la democracia por un régimen no-burgués, no capitalista. Comunista.