miércoles, 10 de junio de 2009

Democracia sí, pero sólo si hay plata

Fidanza, el de Poliarquía, lo dijo por Tv y en La Nación: el candidato que no tiene plata no tiene chances en el tramo último y decisivo de la campaña. Le pasa ahora a Acuerdo Cívico. Ocurre, explicó Fidanza, que el 85% de los independientes no son tipos analíticos e informados, sino gente indecisa y desinformada que decide a último momento en base a un impulso o identificación emotiva. Yahí ganan los spots, no las ideas o los programas. Más allá de lo que he dicho un tiempo antes (en cuanto a que al Acuerdo Civico le toca el rol de representar a la minoría no peronista), en esta cruda realidad del dinero se detecta una fuerte dosis de ilegitimidad del sistema democrático liberal-capitalista. Salvo que se admitan regulaciones muy serias y restrictivas sobre el uso del dinero privado en el ámbito político. Suena muy prepotente De Narváez dicendo: "sí, pongo mucha, mucha plata en mi campaña, pero es toda, pero toda, mía". No me imagino esa declaración arrogante en una democracia avanzada. Pero esto nos obliga, a los ciudadanos de países subdesarrollados o "emergentes", a aceptar esta imperfección por tiempo indeterminado. Lo que no me cierra. Me imagino el festín que con este argumento fáctico resignado se haría un intelectual de izquierda con dos dedos de frente.