martes, 25 de enero de 2011

Ruby: Berlusconi, muy golpeado


Basados en cientos de llamadas telefónicas, los fiscales de Milán lo acusan a Berlusconi de dos cargos muy graves: prostitución de menores y "concusión", o sea, abuso de poder. Las intercepciones telefónicas, como es norma en Italia, se filtraron a la prensa, pese a que sólo deberían ser conocidas por las partes y el Parlamento. El caso es muy sólido, y la fiscalía pidió por eso el "proceso abreviado". Las conversaciones telefónicas "hablan solas" _los diarios italianos publican todos los días algunos extractos_, y Berlusconi está esta vez realmente contra las cuerdas. En 2009, cuando estalló otro caso de prostitución de B., la sociedad fue tolerante: eran escorts profesionales sobre los 30 años las que compartían el lecho en Roma con el premier. Ahora es diferente, se trata de una menor. Parece que Berlusconi frecuentó a Ruby desde los 16 años, y que uno de sus amigos la "captó" cuando tenía apenas 13. Lo peor es que Berlusconi incursionó en esta conducta después del caso de 2009 y de que su esposa se divorciara de él ese mismo año por su relación con otra menor, Noemi Letizia. Pero esta vinculación no tenía los agravantes escabrosos del caso actual: la chica vivía con sus padres y se conoció su relación con B. cuando ya tenía 18 años. La esposa de B también se indignó por el uso de las listas de candidaturas para "ubicar" a las amigas íntimas de su esposo, como Nicole Minetti, ex dentista del premier elegida en Lombardía y ahora imputada de ser la "madama" de las escorts que frecuentan la mansión de Berlusconi. Además, B. la envió a Minetti el año pasado a retirar a Ruby de una comisaría en la que estaba detenida, episodio que está al origen de la acusación penal.
En resumen, B. se metió el solo en la trampa, y ahora está obligando a su ejército de periodistas y parlamentarios a defenderlo con argumentos insostenibles. A algunos de ellos ya se les nota el cansancio: el director del semanario Panorama, uno de los muchos medios de Berlusconi, colgó por estos días un video donde repite los tópicos de la defensa, pero se nota fácilmente que no tiene convicción alguna en lo que dice. Después están los "gurkas", como los del diario Il Giornale, que además de ser propiedad de Berlusconi es un producto formateado exclusivamente para la defensa del Cavaliere, a diferencia de Panorama, que es una publicación con décadas de existencia y vida propia más allá de su dueño. Por ahí vendrá la fisura interna entre los que sin Berlusconi no son nada, los cortesanos, y quienes tienen plafond propio, político y profesional.
Berlusconi, con su libido senil incontenible, con su rostro deformado por el botox, con su pelo furiosamente teñido, se "mató" solo. Los fiscales de Milán, sus eternos enemigos, estaban esperando en silencio ese error fatal, que, conociendo al personaje, tenía que cometer. La corte de Berlusconi, los setentones que lo "viven", como el periodista de TV Fede y el empresario, también de TV, Lele Mora (las escuchas delatan que le sacaron 1,5 millón de euros), además de dar una imagen irremontable de decadencia, también explican cómo un hombre de 74 años (B.) apenas divorciado cae en esta orgía descontrolada, neroniana. Ellos son su "entorno", sus "amigos", con los que se reúne apenas puede, apenas termina con sus obligaciones de gobierno. Todos ancianos, todos teñidos y bronceados y con incontables lifting encima.
Después de haber sobrevivido a la moción de desconfianza en diciembre, Berlusconi parecía tener sólo problemas políticos, graves pero sobrellevables, especialmente por la debilidad extrema de la oposición. Ahora, en poco más de una semana y Ruby mediante, su fin no parece lejano y en el centroderecha ha comenzado a pensarse en el postB, con una figura como el ministro Giulio Tremonti como eventual candidato a tomar la posta. El último sondeo publicado por el Corriere della Sera el 23 de enero, indica una caída fuerte de B. (49% dice que se tiene que ir, contra 41% un año atrás) pero su partido PDL se mantiene en torno al 30% manteniendo así el primado, y su aliada Liga Norte recaba un poco más de 10%. Así, gana la coalición berlusconiana de nuevo, sea con o sin él.
Volviendo al affaire Ruby, el único punto sólido de la defensa de los berlusconianos es que la oposición no pudo voltear a su líder en el Parlamento y que entonces apareció la teen para hacer lo que la política no pudo. Pero esta es solamente una constatación de hecho, porque el caso Ruby se lo inventó el propio Berlusconi con su pulsión senil incontrolable.

Acá hay una columna de análisis del diario anti-B. La Repubblica que se sostiene en base al expediente y que me parece casi irrebatible: