domingo, 26 de junio de 2011

La camporización, el gesto monárquico de CFK y sus riesgos: en las urnas se verá

La camporización del Cogreso y de la Legislatura bonaerense, la intervención de facto del gobierno bonaerense con Mariotto. Los pejotas y cegetistas se dejaron correr tanto por la viuda que terminaron perdiendo casi todo. Ahora convivirán con un territorio y con cámaras legislativas kirchnerizadas, cristinizadas. Termina el tiempo de los Pichettos y Pampuros, viene el de los Cambadiés y ...¿cómo se llaman los otros pibes? NK era un pejota de manual, después de todo. La que nunca respondió a esa tradición fue Ella.
La intervención de mano pesada en las listas, con una verdadera purga de pejotistas y gecetistas, en una exhibición de poder y verticalismo que Néstor nunca se soñó, es la exteriorización de este viraje y de lo que se viene. Mutis por el foro a los empujones para los pejotas, para la mendocina Fadel, el moyanista sanfatesino Schmid; llegan los amigos de Máximo. Pero a la vez se vienen paradas difíciles, sino imposibles, para el cristinismo, antes de octubre: Córdoba, con De La Sota que no se sometió como Scioli y puso a su vice; Santa Fe, donde Rossi saldría tercero, detrás de Del Sel; y Capital, donde Filmus se desmplomó luego del escándalo Madres-Schokelnder. Tres derrotas en tres de los cuatro grandes distritos. Entonces queda solamente Buenos Aires. Y aquí viene el peligro: que los barones, cargados de rencor, hagan trabajo de zapa, que trabajen a reglamento o de brazos caídos. Ya se lo habían hecho a Néstor en 2009. Como dijo con franqueza brutal e inconveniente De Narvaez, Néstor se murió con la certeza de que perdía, de que iba a una derrota. Se murió después de que Moyano lo apretara por el celular. Imaginen hoy a Moyano apretando a Cristina por el celular. En menos de dos horas le llega la citación a indagatoria de Oyarbide. Por algo el tipo fue igual al quincho de Olivos.
Pero es indudable que así como existió una actitud monárquica en CFK, del otro lado faltó valor, ese que tuvo De la Sota. Porque CFK puede tener la caja, la gran Caja, pero ellos tienen la otra parte del poder. Territorio, gestión local, punteros, redes clientelares, etc. La ola de afecto por la Viuda, por el Vestidito Negro, como dice el Turco Asís, los inhibió, primero, y los corrió, después. "Contra una viuda no se puede", dijo el Lole para explicar que no iba a salir a la cancha. Ahora ya está. Pero resulta fácil imaginar que en decenas de búnkers del Conurbano y del interior de la Provincia, en despachos de La Plata, se debe estar rumiando una revancha. "Si los dejamos avanzar, estos en dos años más nos echan al desierto", será el razonamiento, acertado pero por cierto tardío. ¿Qué hacer? se interrogaría Lenin. El corte de boletas es una. Por algo el kirchnerismo odia el sistema de "boleta única" santafesino, que facilita enormemente elegir cómodamente por un candidato a gobernador de un color, un postulante a diputado de otro y uno a concejal de un tercero. Con la boleta única en la provincia de Buenos Aires, CFK no se hubiera animado a hacer lo que hizo. Pero igual, aún con boleta sábana el corte puede existir, tal vez nuevamente a favor del Colorado De Narváez, como evidentemente pasó en 2009, para furia imponente de Néstor. Y ni hablar en segunda vuelta, si la hay. Ahí no habría corte, simplemente se tomaría otra boleta. Duhalde, suponiendo que pase (está emparejando a Alfonsín, dicen) Asimismo, la obsesión de quitarle votos a Scioli fue al final por partida doble: con el finalmente desahuciado Sabattella, y con Mariotto, un evidente espantapájaros electoral. Y si se alega que Mariotto suma el voto K no pejotista, esto contradice la estrategia de la colectora de Sabattella. El de Morón es otro que conoció rápidamente la ingratitud cristinista.
Como sea, CFK juega todo a la provincia y a la vez a la cristinización de la futura gestión. En este marco, Boudou es una anécdota. Algunos desde la izq. nac. y pop. dijeron que ganó el "ala neoliberal" del gobierno, como si existiera tal cosa. Zonceras solemnes. Boudou no tiene otra ideología que la escalera. Se fue del liberalismo cuando no pudo hacer carrera en el sector privado, donde, dicen, incluso ya se había quedado sin laburo. Es un trepa, irrelevante totalmente desde el punto de vista del poder propio. Y por eso está ahí. Todos los vices anteriores desde Alfonsín eran hombres de peso político y territorial propio: Martínez, el radical cordobés conservador; Duhalde; Ruckauf; Chacho, y finalmente Cobos, jefe del radicalismo mendocino y del radicalismo transversal, que era poderoso en 2007. Todos ellos tuvieron fuertes cortocircuitos con sus presidentes, no solo Cobos. Chacho renunció, Duhalde pactó su bajada a la provincia de Buenos Aires en términos casi bélicos; Rucucu también se distanció públicamente cuando olfateó el final de Menem.
Cristina se dio esta semana una orgía de poder monárquico en la semana, con los gobernadores yendo con las listas hasta de concejales para recibir o no el OK. Pero ahora habrá que ver si puede sostenerse ese gesto y ese poder omnímodo, como creen CFK y Zannini, o si se demostrará que hubo un exceso de confianza en los sondeos, en ese "los votos son solo de la Presidenta" de Mariotto. Si de acá a octubre CFK se desgrana, si pierde el aura de invencibilidad, y llega bien pero nada más que bien, ahí muchos se replantearán sin lo visto esta semana no fue un error táctico que NK, el PJ patagónico, jamás hubiera cometido. Recordemos el conocido contraste: CFK eligió para Scioli al universitario de izquierda Mariotto; hace 4 años, Nestor eligió a Ballestrini, el eterno caudillo pejotista de La Matanza. No podría ser mayor el contraste. También es más que dudoso que Boudou hubiese llegado a vice con Néstor en operaciones.

Corolario de todo esto: es una jugada monárquica que por ahora demuestra hasta qué niveles se ha concentrado el poder político real en Argentina; pero es una jugada de riesgo que puede volverse en contra si el aparato pejotista bonaerense y sindical, que evidentemente quedó muy resentido, juega en contra como en 2009.